Colocan una placa en la casa natal del poeta y compositor Manuel Melado
El número 52 de la calle Macasta está ya señalado como el lugar dónde nació el popular peluquero sevillano
En esta casa, antiguo número 22, nació el 3 de septiembre de 1940 Manuel Melado Prado. Toda su extensa obra la ha dedicado a cantarle a las tradiciones universales de nuestra ciudad. Títulos como Quiero cruzar la bahía, Mírala cara a cara, A bailar, a bailar o Que no nos falta de na seguirán siendo cantadas eternamente por los amantes de las sevillanas. Estas palabras junto a un retrato del protagonista ya figuran junto al portal del número 52 de la calle Macasta. "Es algo muy emotivo que además perdura", cuenta Melado, que ya tiene un rincón en el barrio de San Julián dedicado a su persona gracias a la petición del Ateneo y asociaciones como Pepe Peregil, El Pali o Noches del Baratillo.
En la plaza de dicho barrio comenzó a trabajar junto a su padre con 11 años. "Yo era mal estudiante y quería ser peluquero", cuenta el barbero más popular de la capital andaluza, que también se ha subido a los escenarios: "Mi madre me metió a bailar de pequeño y luego estuve en orquestas", recuerda Melado, que ubica en aquellos años sus primeros contactos con la música, su otra pasión. Más de 300 composiciones registradas en la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) lo avalan. Como indica la placa de su casa natal, algunas de ellas ya forman parte de los clásicos musicales del genero de las sevillanas.
Sin embargo, sus primeros pasos fueron en el rock con el grupo Alameda. Puso letra a Hacia el alba y Aire cálido de abril antes de que sus sevillanas se hicieran populares. Hitos que valora de entre un prolífica obra que cuenta con 20 libros publicados: "Si el éxito fuera tan fácil, se metería la banca por medio". El último de esos ejemplares que han visto la luz es uno dedicados a humoristas sevillanos (La sonrisa en el bolsillo), pero ya prepara una completa antología con toda su producción poética y prologada por el también compositor Aurelio Verde. Se llamará Lo vivido y lo soñado. En ella, probablemente se estén muy presentes las sevillanas, a las que defiende como baile por ser "el más universal al condensarse todos los movimientos y giros del baile español", enuncia Melado parafraseando a Enrique El Cojo y a Antonio El Bailarín.
Además de ser famosas sus obras musicales, también lo es él. Gran parte de ello se lo debe al equipo de sus amores. "Presenté un espectáculo con Marifé de Triana en el Benito Villamarín y a Lopera le gustó", revela Melado, que recibió la llamada de Gregorio Conejo, histórico directivo verdiblanco. Así comenzó una etapa de 17 años como speaker del Real Betis. Una labor por la que aún le piden fotos y autógrafos. Melado imprimió su sello personal a la megafonía bética y sus pareados futbolísticos son tan famosos con sus sevillanas. También sus intervenciones al micrófono: Se ruega al chófer del Sporting de Gijón que acuda al vestuario visitante... sin autobús o aquella alineación del Barcelona en los inicios del aún candente debate lingüístico en Cataluña que tenía en sus filas a Javi (Xavi), Pujol (Puyol) u Olegario (Oleguer).
Ahora, con 80 años, sigue al pie del cañón de su barbería en la calle calle Amor de Dios, donde un museo fotográfico da buena cuenta de su dilatada y multidisciplinar trayectoria, que también le llevó a colaborar en radios, periódicos y televisiones. "Mi vida la he dedicado a cantarle a Sevilla", resume el incombustible Melado, que viaja al pasado y rememora su infancia en San Julián con alegría, aunque fueran "tiempos difíciles". Como muestra, su regalo de primera comunión: un plato de arroz con leche.
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