El Colegio de Arquitectos avala un concurso de ideas para la fábrica de la Trinidad

El Colegio de Arquitectos de Sevilla "apoyará y avalará" el concurso de ideas internacional para la rehabilitación de la antigua fábrica de vidrios La Trinidad, actualmente sin uso una vez que la actual crisis económica ha paralizado el proyecto urbanístico que pretende desarrollar la empresa Edificarte, propietaria del inmueble.

En una reunión celebrada el pasado martes 27 de abril, el Colegio decidió amparar y asesorar esta propuesta desarrollada principalmente por la Plataforma Ciudadana Salvemos la Fábrica de Vidrios la Trinidad. De esta manera, el máximo órgano representantivo de los arquitectos sevillanos da respuesta a la petición realizada el pasado día 8 de abril por la Plataforma en un escrito firmado por Julián Sobrino, experto en patrimonio industrial, profesor de la Escuela de Arquitectura y miembro fundador de la plataforma.

En dicho documento, la plataforma comunica al Colegio de Arquitectos que "ante lo infructuoso de los contactos y propuestas realizadas" a la empresa y administraciones para conservar y preservar el espacio, han decidido convocar un "concurso internacional de arquitectura" que tendrá como finalidad principal demostrar a las "administraciones y entidades involucradas la viabilidad de la recuperación integral" de este conjunto declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

Junto a la plataforma y el Colegio de Arquitectos, la Fundación de Patrimonio Industrial de Andalucía también apoya y convoca este concurso internacional en el que se "debe contribuir al mantenimiento de la Fábrica de Vidrio La Trinidad como parte sustancial de nuestra historia representada por los testimonios del patrimonio industrial, del mismo modo que iniciativas similares se están realizando en otros lugares del ámbito nacional e internacional".

Uno de los argumentos principales que se esgrimen desde la plataforma es la declaración como Lugar de Interés Etnológico por orden de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, por la que se acuerda inscribir el citado bien en el Catálogo General del Patrimonio.

Aunque actualmente tanto la Junta de Andalucía y como el propio Ayuntamiento de Sevilla reconocen la protección de la nave principal y la gran chimenea de ladrillo del conjunto, la Plataforma y diversas entidades vecinales y culturales de la ciudad luchan desde hace varios años para que la protección se extienda a otras de las naves de esta factoría fundada en 1902 por el militar y empresario sevillano José Luis Rodríguez Casso.