Calle rioja
Francisco Correal
El filósofo de Cerro Muriano
José Ramón Rojas, o el "menos mal" como le llaman sus amigos, trabaja como cochero en la Plaza de España, aunque su gran pasión es el culturismo. Está última la ha demostrado participando en múltiples competiciones alrededor de España, e incluso llegando a lo más alto del podio en repetidas ocasiones.
Su afición comienza cuando era un niño, debida a las películas de la época. Tal y como José Ramón explica, "cada vez que veía una película en la que salían hombres fuertes, decía que quería estar así" y para conseguirlo comenzó a cuidar su cuerpo desde muy pequeño, hasta que a principios de los 80 comenzó a competir de manera profesional.
El hombre comenta que cuando empezó a sentirse atraído por el mundo del culturismo y el deporte, más o menos a mitad de los años 70, no existía la cultura del gimnasio ni las rutinas de entrenamiento actuales, por lo que para trabajar su cuerpo recurría a una curiosa técnica. "Cuando éramos pequeños, cogíamos latas grandes, las llenábamos de cemento, le poníamos un palo en medio y entrenábamos con eso", recuerda Rojas.
En el año 1981, tras licenciarse, comenzó a tomarse el mundo del culturismo de forma profesional, cuidando su dieta, su rutina y empezando a competir. Al principio lo hizo a través del gimnasio Sato, después comenzó a competir dentro de la ciudad y por último empezó a moverse por España participando en diversas competiciones. Durante su vida ha realizado varios parones, entrando en las competencias en el año 81, retomándolas del 95 al 98 y volviendo de nuevo en 2013, debido en su mayor parte a la "obligación de sus nietos".
Pero aunque el mundo del culturismo siempre ha sido una gran afición para él, su verdadero trabajo y del que vive es el de cochero. Ubicado en la Plaza de España, José Ramón Rojas lleva más de 40 años paseando a los turistas por las calles de la ciudad. En su trabajo asegura que trata de pasar desapercibido, luciendo ropa ancha para no destacar demasiado, ya que tal y como narraba a este medio no le gusta nada la fama, "a no ser que esté en mi ambiente". Y el ambiente no es otro que las competiciones de culturismo, en las que Brito sostiene que le gusta pasearse entre el público e incluso hacerse fotos con todo aquel que se lo pide.
En cuanto a su día a día, combinar un trabajo en el que la jornada a menudo posee más de 10 horas laborales, con una afición que requiere de ejercicio físico a diario y una estricta dieta, le es bastante difícil y para ello realiza una rutina inamovible que explica a este medio: "Me levanto a las 5:30 horas y a las 6:00 ya estoy en el gimnasio. Por la mañana entreno una hora y media y divido mi cuerpo por músculos. Después voy a la cuadra a alimentar a la yegua y me preparo para salir, realizo mi jornada laboral, vuelvo a la cuadra y después termino de entrenar".
Su dieta, "un poco aburrida" tal y como el hombre comenta, se basa en alimentarse de "comida que no engorda", es decir pollo, pescado, vegetales y algún tubérculo. En el caso de José Ramón, sostiene que la peculiaridad de esta dieta es que "es muy repetitiva", ya que "se come carne o pescado dos o tres veces al día".
Entre risas, este particular cochero sevillano, cuenta un par de experiencias en las que algunos clientes se han ido sin pagar, destacando que peca de buena persona. En la primera de estas ocasiones los clientes se fueron sin pagar durante la feria y en otra de ellas llovía en la ciudad y José Ramón le comentó a sus clientes "que se podían bajar y pagar cuando dejase de llover", cosa que no hicieron.
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