El Hard Rock Café Sevilla cierra sus puertas

Hostelería

La cadena de restaurantes comunica a sus trabajadores que antes del 30 de noviembre dejará el inmueble enclavado en la calle San Fernando

Beber de pie en el exterior de los bares de Sevilla estará limitado a cuatro horas al día

Interior del Hard Rock Café Sevilla, en una imagen de archivo. / José Ángel García

Hard Rock Café Sevilla cierra sus puertas. El establecimiento ya ha comunicado a su medio centenar de trabajadores la decisión de que antes del día 30 dejará el inmueble enclavado en la calle San Fernando. Fuentes de la empresa no han querido explicar los detalles a este periódico.

Todo empezó en 1971. Dos norteamericanos abren una hamburguesería en Londres. Uno de sus primeros clientes fue Eric Clapton. Para marcar su territorio, dejó una de sus guitarras. Ese simple gesto ponía la base simbólica de uno de los principales patrimonios de Hard Rock, el coleccionismo de artículos relacionados con algunos de los iconos más importantes de la música contemporánea.

En la sede sevillana de San Fernando se puede ver aún una buena muestra de ese inventario de objetos. La cadena de restaurantes inicio su andadura en la ciudad en 2016. Estos locales cuentan con una identidad muy reconocible, con mucha presencia de la cultura del rock de décadas pasadas.

El Hard Rock Cafe Sevilla está localizado en un precioso edificio restaurado por Aníbal González. Construido en 1761 como propiedad de la Real Fábrica de Tabacos, el inmueble conserva aún muchos elementos originales y tanto en su fachada como en su interior aún se aprecian las características arquitectónicas y la historia de la Sevilla del siglo XVIII. También son del siglo XVIII las columnas del patio central, donde existía una fuente con agua que provenía del manantial de Santa Lucía, en Alcalá de Guadaira.

Uno de los elementos más característicos del patio es el zócalo de azulejos, de barro vidriado y pintado a mano, que sube por la escalera principal hasta la planta superior. Los azulejos forman parte de la restauración que realizó en el edificio el prestigioso arquitecto sevillano en 1919. En ese proceso se añadieron numerosos elementos que aún se conservan, como los arcos de la galería superior y las láminas de caoba cubana en el techo de algunas estancias de la planta alta, en lo que antiguamente era una biblioteca.

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