De Churchill a 'El chiringuito'

De Churchill a 'El chiringuito'
De Churchill a 'El chiringuito'
Carlos Mármol

01 de junio 2010 - 05:03

Y salió a escena nada menos que Sir Winston Churchill. Escrito está que en el Salón Colón no está precisamente el espíritu de la mejor tradición de la oratoria parlamentaria española. Pero ayer hubo quien se revistió de la condición de estadista para hacer frente a las invectivas del profesor Gregorio Serrano (PP). La concejal de Hacienda, Nieves Hernández, tiró de la wikipedia de las citas para justificar la reducción del presupuesto: "El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones". Y, claro, un profesor no admite lecciones. Serrano no respondió a la cita de Churchill, descendió del nivel técnico y se dirigió directamente al alcalde con la mano alzada: "¿Sabe usted para qué sirve este gesto, señor alcalde? Para llamar a un taxi. ¡¡¡Taxiii, taxiii!!! Justo lo que tenía que haber hecho usted en Barcelona. Ayer nos pidió un esfuerzo a todos los sevillanos para salir de la crisis. Pero esfuerzo, el de su chófer, que se hizo 2.400 kilómetros con su coche". Serrano explicó el retraso en la aprobación del presupuesto: "Han perdido ustedes un año en contubernios de taberna. Unos, preocupados en cómo sacar al alcalde del Ayuntamiento y otros en cómo atrincherarse en los despachos de esta casa".

Las reivindicaciones laborales de los policías y bomberos en la Plaza Nueva pusieron la melodía de la mañana a toda potencia. Primero rompió la parsimonia de la sesión el toque de El séptimo de Caballería. Serrano miró al alcalde en ese momento: "¿Ha pedido usted ayuda?" Y se recreó en el remate con una alusión velada al viaje a Río de Janeiro: "Señor alcalde, menos samba y más trabajar". Después sonaron los clarines de la Real Maestranza, una de Beyoncé y en numerosas ocasiones y hasta el hartazgo El Chiringuito de Georgie Dann. Antonio Rodrigo Torrijos se mosqueó cuando Zoido abandonó unos minutos el Salón Colón. Cosa rara, pues el magistrado suele ser fijo en la bancada. De referise al líder de la oposición como El mudito, pasó a llamarle El ausente. "Me dejan sólo, pero no cejaré". Igualó al PP a una suerte de "berlusconismo y neofascismo". El portavoz de IU recriminó a Zoido que se pase el año "señalando con un dedito las losetas rotas". Pero el líder del PP tenía su razón para ausentarse: no estaba dispuesto a dejar escapar su par de minutos de gloria en un informativo nacional de mediodía, que le requería la grabación de unas declaraciones sobre la polémica del periplo catalán del coche del alcalde.

Lo de la melodía de Georgie Dann era cargante. El Chiringuito impidió seguir el discurso de los concejales en muchos momentos. Nieves Hernández calculó cuánto costarían todos los proyectos propuestos hasta ahora por el PP. Hasta se acordó de las dos piscinas a la vera del río inspiradas en las de Rojas-Marcos. Cifró todas las obras en más de 2.400 millones de euros. La derecha aplaudió con sorna.

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