El Cercanías de Sevilla, lejos del servicio eficaz

El núcleo de Cercanías de Sevilla es uno de los que tiene más kilómetros de extensión de los doce del país y, sin embargo, está muy lejos de los millones de pasajeros que mueven los cinco territorios que le sacan ventaja: Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao y Málaga.

Si la provincia sevillana es la cuarta más poblada de España (1,9 millones de habitantes), el volumen de viajeros de sus trenes de Cercanías tendría que ser acorde a esta realidad. Pero sucede lo contrario. Y buena parte de las causas que explican esta anomalía se resumen en cuatro puntos.

Por un lado, la mayor parte de sus estaciones están situadas en municipios poco poblados, o al menos no son los que agrupan a más habitantes de la provincia, como sucede con la C5 al Aljarafe Norte y con la C3 a la Sierra Norte. Por otro, la mayoría de las cinco líneas no disponen de una frecuencia de paso adecuada, salvo la C1. En tercer lugar, hay paradas demasiado alejadas de los núcleos urbanos donde vive el grueso de la población, por ejemplo la de Camas, uno de los seis municipios con más de 20.000 habitantes y cuya estación se localiza entre este pueblo y Castilleja de Guzmán.

Y, finalmente, la intermodalidad de las estaciones con otros transportes complementarios que aporten viajeros al Cercanías es igualmente escasa. Un ejemplo de ello es la estación de la Cartuja. Ésas son sus cuatro grandes carencias y por eso su cifra de viajeros no ha variado sustancialmente en la última década. Desde 2008 siempre se ha movido en el entorno de los siete millones de viajeros. Se hace urgente una mejora en la planificación de este transporte, alguien que ponga cabeza y sentido común para multiplicar la aportación de viajeros a este transporte. Mejorar lo que existe.

El Ministerio de Fomento e Ineco han publicado recientemente, el 30 de noviembre de 2017, un estudio comparativo de todos los núcleos de Cercanías del país en el que Sevilla ocupa el sexto lugar en volumen de viajeros, por detrás de Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao y Málaga. Los más de siete millones y medio de pasajeros que mueven los Cercanías de Sevilla están muy lejos de los 228 millones de Madrid y los 113,5 millones de Barcelona. Los datos de Barcelona los ha aportado a este periódico Rodalies Renfe; no aparecen en el informe oficial de Fomento e Ineco porque desde 2010 la titularidad del servicio de Cercanías es competencia de la Generalitat de Catalunya. Valencia transporta 15,8 millones de pasajeros, Bilbao 10,1 millones y Málaga 9,9 millones. El ranking del país figura en la infografía adjunta.

En longitud, el Cercanías de Sevilla es el quinto más largo con sus 198 kilómetros de extensión (le superan Madrid, Barcelona, Valencia y Murcia/Alicante), pero su grado de aprovechamiento de la capacidad ofertada, es decir, el volumen de pasajeros que transporta en cada circulación, está al 22%, por debajo de la media nacional que se sitúa en el 36,3%. Los de mayor aprovechamiento del servicio, por encima de la media, son los de Málaga (50,6%) y Madrid (39,9%). Por delante de Sevilla también están Murcia/Alicante (35,8%), Valencia (34%), Cádiz (31,7%) y San Sebastián (28,8%).

Si analizamos la longitud media de viaje, la de los cercanías de Sevilla es de 22 kilómetros, también por encima de la media nacional de 18,4 kilómetros. Mejor dato tienen Bilbao (9,6 km), Zaragoza (9,8 km), Málaga (16,8 km) y Madrid (17,2 km).

El Aljarafe queda fuera

Un grave problema del diseño del Cercanías de Sevilla es que no llega al Aljarafe, la comarca donde viven más de 300.000 vecinos que es la que genera más viajes de ida y vuelta hacia la capital. No al menos a la zona central del Aljarafe central donde están Mairena del Aljarafe (la cuarta localidad más poblada de la provincia), San Juan, Tomares, Camas, Bormujos y Coria del Río, pese a que cada una de ellos superan los 20.000 habitantes. Únicamente una línea (C1) da servicio a tres municipios muy poblados: Dos Hermanas, el segundo más poblado de la provincia (132.000 habitantes); Utrera, el tercero más poblado (52.700 habitantes) y La Rinconada, el sexto en población (38.300 habitantes), y al gran hospital Virgen del Rocío.

En frecuencia de paso, la C1 Lora-Santa Justa-Lebrija es la que mejor funciona y la que más viajeros transporta por servir a grandes núcleos de población. No sucede así ni con la C4 circular por el interior de la capital (la línea que llega al Palacio de Congresos de Sevilla Este y los barrios periféricos de Padre Pío-Palmete, además de a San Bernardo), ni la C3 Santa Justa-Cazalla-Constantina, ni la C2 Santa Justa-Cartuja ni la C5 al Aljarafe Norte.

El circular interior (C4) funciona sólo en un sentido, no en doble sentido, lo que le resta eficacia y rapidez pese a que si diera un mejor servicio sería usado por los miles de vecinos de Sevilla Este, un barrio maltratado históricamente en transporte. El circular sirve incluso al Hospital pero los usuarios prefieren llegar con la C1 que con la C4.

El C2 a Cartuja atiende un distrito altamente poblado (30.000 personas van a trabajar a diario, según cálculos de los empresarios de la isla) y, sin embargo, su frecuencia de paso es ridícula: un tren cada hora, y además su apeadero está alejado de las calles de la Cartuja y no se ha dispuesto ninguna lanzadera ni transporte alternativo para acercar a los viajeros. Por eso su uso es anecdótico.

El C3 a la Sierra Norte tiene igualmente una frecuencia de paso escasa y un servicio pobre también los fines de semana, y los municipios a los que atiende están muy poco poblados. El C5 da servicio al Aljarafe Norte, un territorio con escasos habitantes y en el único que se salva, Camas, la parada está bastante fuera del pueblo.