Calle rioja
Francisco Correal
El filósofo de Cerro Muriano
Intentar que la estancia en el hospital sea lo menos dramática posible para los más pequeños y que los pacientes que carecen de familiares se sientan acompañados en todo momento es la misión de los cerca de 300 voluntarios que Marta Serrano coordina desde el departamento de Voluntariado del Área de Participación Ciudadana del Virgen Macarena. Como coordinadora del Programa Diver, desde hace dos años, Marta explica como todos los voluntarios reciben una formación obligatoria y dedican "el tiempo que quieren" al desempeño de actividades intra y extrahospitalarias. Todas las tardes, -en verano, en sustitución de la Escuela hospitalaria, mañanas y tardes-, los más pequeños disfrutan de talleres lúdicos-formativos. "También acercamos las distintas épocas del año al hospital a través de actos concretos, incluso para aquellos niños que ya no duermen en el hospital, pero siguen el tratamiento, los voluntarios les acompañan, por ejemplo, a parques temáticos. La Unidad de Donación de Tiempo es un programa que nació hace sólo cinco meses. El personal del hospital detecta algún caso de soledad en algún paciente y alerta a la unidad. Los voluntarios en este programa "atienden al paciente más allá de lo sanitario", recalca Serrano, quien lucha desde su puesto "porque el trabajo del voluntario se reconozca".
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