El Casino de la Exposición y el Lope de Vega: una restauración en las alturas

El edificio de la Exposición de 1929 será intervenido en profundidad 36 años después para atajar los problemas de filtraciones y reparar la bella decoración cerámica

El edificio del Casino y el Lope de Vega visto desde una perspectiva aérea. / Juan Carlos Vázquez

Una restauración en profundidad. El Ayuntamiento ha iniciado el proceso para intervenir las cubiertas del edificio del teatro Lope de Vega y del Casino de la Exposición. Esta actuación, que se encuentra en fase de licitación, incluirá la subsanación y reparación de las filtraciones y la restauración de todos los elementos decorativos de cerámica incluida la cúpula. La última gran reintervención integral de este inmueble construido para la Exposición Iberoamericana de 1929 fue en 1985. Más recientemente, en 2011, se hizo una reparación parcial.

El Ayuntamiento ha definido un proyecto amplio e integral para la adecuación del entorno del Casino y el Teatro Lope de Vega y convertirlo en un gran espacio de las artes, la cultura y la convivencia. Ese gran proyecto, que se ha consensuado y trabajado con el resto de instituciones vecinas del centro, se encuentra en estos momentos pendiente del informe de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico. Mientras este dictamen se produce, la Gerencia de Urbanismo ha sacado a licitación el Proyecto Básico y de Ejecución de Restauración de las Cubiertas del Teatro Lope de Vega y del Casino de la Exposición. La intervención tiene un presupuesto de 740.000 euros y se va a ejecutar a lo largo de 2022 en distintas fases para permitir que el teatro pueda desarrollar su programación habitual.

Es el ICAS, organismo gestor del edificio, solicitó la subsanación de las filtraciones de agua que sufre el Lope de Vega en varias zonas y la restauración de los elementos decorativos de cerámica, incluida a cúpula, que presenta un alto nivel de degradación con la pérdida irreversible de un gran número de piezas.

El edificio del Casino y el Lope de Vega. / Juan Carlos Vázquez

Tras la intervención global realizada en el año 1985, el servicio de Edificios Municipales ha ido realizando actuaciones puntuales de mantenimiento, pero sin llegar a tratar los problemas en profundidad. En el año 2009, se acometieron unos trabajos de mantenimiento. Ese mismo año se redactó un proyecto para restaurar en profundidad la cúpula, incluidos los elementos decorativos y la vidrieras. Nunca llegó a ejecutarse.

En 2011, se hizo finalmente una reparación parcial de las cubiertas, con poco presupuesto, eliminándose las humedades más importantes. “En esta intervención no se colocaron de nuevo las piezas de cerámica de la zona reparada, quedando la cúpula con el aspecto actual muy dañado, con un 40% de la superficie en mortero gris”, explica el pliego.

Estado del cúpula donde falta gran parte del revestimiento cerámico. / Juan Carlos Vázquez

Problemas estéticos y de filtraciones

Así llega el edificio a la actualidad, con los problemas estéticos y de filtraciones agravados por el paso del tiempo. Respecto a las filtraciones, se localizan en general en los puntos singulares, ya que los paños de cubierta fueron rehechos en la obra de los 80 y presentan un buen estado de conservación. Coinciden con las cazoletas, el encuentro de la cubierta con los paramentos verticales de los castilletes, y con los canalones de las cubiertas inclinadas. “Aparecen unas filtraciones sobre el escenario que no coinciden con ninguno de estos puntos singulares, y que parecen proceder del encuentro entre dos chapas de las que conforman las cubiertas inclinadas, en el lugar donde antes estaba un lucernario”.

Los técnicos también detallan la presencia parcial de planchas de corcho destinadas al aislamiento técnico o acústico que están en mal estado o desaparecidas en algunos puntos. Se observan, igualmente, placas onduladas de fibrocemento bajo la cubierta de chapa de acero. “En general, se observa falta de mantenimiento de las cubiertas planas, de los canalones del saneamiento. También los pretiles necesitan mantenimiento, en cuanto a pintura y limpieza de albardillas”, apunta el pliego. Esta falta de cuidados se debería a las dificultades para acceder.

Estado de conservación de algunos de los elementos decorativos. / M. G.

Respecto a los elementos decorativos de cerámica vidriada que decoran los pretiles, cúpula o linterna, los técnicos resaltan su gran valor artístico al estar realizados en cerámica trianera artesanal pintada a mano. “Se han detectado siete modelos diferentes, aunque cada pieza es única por su carácter artesanal, y por las diferentes reposiciones en el tiempo. Han sufrido una intervención anterior nefasta, entendemos que en los años 80, ya que se rellenaron de hormigón pobre, distribuido de manera desigual por su interior”.

Gran parte de estas piezas han desaparecido y otras se encuentran partidas y fisuradas, con faltas de volumen o del vidriado y policromía. Los expertos entienden que se debe a las dilataciones térmicas, acrecentado por la oxidación de los vástagos de hierro. Estos elementos presentan también reposiciones no originales, algunas no del todo fieles con el diseño original.

Estado de uno de los patios. / D. S.

Además de mal estado de los pináculos, la cúpula aparece parcialmente revestida con las piezas originales, en muy mal estado, y parcialmente (aproximadamente un 40%) sin esta decoración, como resultado de una intervención anterior realizada para evitar filtraciones al interior. “Revisada de cerca esta actuación detectamos que el mortero que se aplicó no presenta cohesión con la base, de manera que está abofado y fisurado. Por tanto, no se trata de una base sólida para fijar sobre ella el revestimiento cerámico. Estas piezas de cerámica formando un mosaico, permanecen en las zonas donde no se intervino en el año 2011, y combina piezas vidriadas en tres tonos con otras sin vidriar, pero presenta un avanzado estado de deterioro, que incluye el desprendimiento de muchos elementos, deslizamiento de las mismas hacia abajo, fractura de algunas, la colonización por líquenes de las piezas sin vidriar y daños en el vidriado de las coloreadas”.

Uno de los óculos cegados. / D. S.

En esta intervención los óculos que dan luz cenital a la sala central del Casino, se cubrieron con una lámina impermeabilizante, ya que al parecer también sus carpinterías antiguas daban problema de filtraciones. En su cara inferior estos óculos cuentan con vidrieras decorativas que han perdido su valor estético al encontrarse cegados. Los huecos de medio punto de la linterna están cerrados por vidrieras, que se aprecian dañadas en algunos casos, e incluso sustituidas por chapones en otros.

“Desconocemos el estado estructural de la cúpula central, puesto que no existe acceso posible al interior de la misma. Suponemos que debe ser bueno, porque no aparecen grietas ni deformaciones que indiquen lo contrario. En la documentación del proyecto original hemos podido ver que se ejecutó con hormigón armado, aunque desconocemos la resistencia de dicho hormigón, y su armadura. En todo caso hemos previsto una revisión de dicha estructura”, añade el proyecto.

La vidriera de la cara sur. / D. S.

La entrada al Casino por la puerta Oeste presenta unas salas alrededor de un patio cubierto con una vidriera sobre la que hay una montera a dos aguas. Esta montera está realizada con perfiles en T de hierro, y vidrio armado. En esta zona se están produciendo filtraciones al interior. Las cubiertas planas aledañas a la vidriera (entrada oeste) presentan unas reparaciones inadecuadas, y dan filtraciones en varios puntos de estas salas. Se les ha aplicado una pintura al cloro caucho y padecen de una evidente falta de mantenimiento, con los sumideros atascados por vegetación, rejillas, etcétera.

La propuesta de intervención

La propuesta de intervención contempla tratar de la misma manera toda la cúpula, eliminando previamente el mortero de la zona ya intervenida. En líneas generales, tras resanar los elementos, se la dotará de una membrana de impermeabilización in situ de poliuretano, se sustituirán o repararán las carpinterías circulares de los óculos de la bóveda, se cambiará la montera sobre la vidriera de la zona oeste y se instalará un pararrayos en la linterna.

En cuanto a la reparación de los daños estéticos, se hará una limpieza, consolidación y restauración in situ de los pináculos de cerámica. Las piezas fracturadas que haya que desmontar por completo, serán llevadas al taller para ser tratadas según sus patologías. Las piezas que haya que fabricar se hará mediante un escaneo en 3D y un molde de escayola.

Aplicación geotextil de 2011 / D. S.

La actuación no contempla la recuperación del revestimiento de la cúpula y del cupulín de la linterna. “Las piezas actuales no son las originales y su estado de conservación no aconsejan su recuperación. Se realizará previamente al desmontado de las existentes un replanteo exacto de su disposición para luego permitir la reposición idéntica según el proyecto original”. Las piezas de nueva factura se fabricarán con técnicas artesanales.

Por último, se restaurarán las vidrieras de la cúpula, cuya principal patología es que presentan la falta de tres paños en su cara sur. Los nuevos se harán en un taller especializado siguiendo modelos similares a los originales.

Sede del pabellón de Sevilla de la Expo del 29

El Teatro Lope de Vega se encuentra en un edificio neobarroco de 1929. El inmueble tiene también un Gran Salón de Fiestas con varias dependencias, conocido como Casino de la Exposición. Fue construido para ser el pabellón de Sevilla de la Exposición Iberoamericana. En un primer momento el arquitecto jefe de la muestra, Aníbal González, planteó la realización de un casino. Posteriormente, el arquitecto Vicente Traver propuso la creación de un “teatro-casino”, como los que ya había en otras ciudades como Baden-Baden, Montecarlo, Niza, Vichy y Evian, donde el juego se conjuga con espectáculos y salas de baile. Fue inaugurado el Sábado de Gloria de 1929. La exposición finalizó en 1930 y el teatro quedó en manos municipales con el nombre de Teatro de la Exposición. En él se proyectaron películas y acogió obras de teatro. El 11 de abril de 1936 fue bautizado como Teatro Municipal Lope de Vega. Durante la Guerra Civil se habilitó el Casino como hospital y el teatro quedó abandonado. El 19 de abril de 1977 fue cedido al Ministerio de Cultura. Volvió a manos del Ayuntamiento en 1985.

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