La Casa Fabiola: La reforma del palacio que acogerá la colección Bellver
patrimonio | un nuevo museo para la ciudad en 2018
La adecuación del inmueble consistirá en una mejora de los revestimientos, la construcción de nuevos aseos para el uso de los visitantes y una iluminación más apropiada a la exposición permanente de obras de arte
Diez años después de que Mariano Bellver anunciara la cesión gratuita a la ciudad de su amplio y valioso patrimonio de arte, el Ayuntamiento ultima el comienzo de la reforma necesaria para que la Casa Fabiola acoja su colección. La adecuación del inmueble arrancará en octubre y consistirá en una mejora de los revestimientos, la construcción de nuevos aseos para el uso de los visitantes y una iluminación más apropiada a la exposición permanente de obras de arte. Los trabajos en el edificio durarán dos meses y cuentan con un presupuesto que roza los 220.000 euros.
En el proyecto se especifica que el futuro museo -y siguiendo el criterio del trabajo realizado por Ignacio Cano en el documento encargado por el Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS)- se estructurará en dos partes. Una zona de uso público en las plantas baja y primera, si bien las zonas traseras se reservan para personal, talleres, mantenimiento e instalaciones. La planta segunda, salvo la dependencia situada en la crujía frontal que se destina a sala de conferencias, no tiene acceso al público, destinándose a dirección, administración, oficinas, almacén y catering.
Las actuaciones que se desarrollarán en esta casa palacio clásica sevillana son mejorar el estado de los revestimientos horizontales y verticales del interior del edificio, así como en los exteriores de fachada y patios incluyendo una montera existente sobre la planta baja de la fachada; y construir unos aseos para los visitantes en la planta baja con una zona para personas discapacitadas en cumplimiento de la normativa vigente. Esta actuación se realizará en un espacio accesible al público, desde el patio a través del vestíbulo en el que se encuentra ubicado un ascensor, reformando y ampliando el espacio destinado a unos aseos ahora existentes. También se modificará la instalación eléctrica actual del céntrico edificio debido la necesidad generada con la nueva iluminación, más adecuada a las salas expositivas.
Estas soluciones adoptadas por los arquitectos buscan adecuar la casa palacio a su nueva función sin alterar su configuración arquitectónica; mejorar los revestimientos interiores y exteriores (que muestran el desgaste del paso del tiempo y del uso durante la ocupación del inmueble como sede administrativa) para adecuar su imagen; cumplir con la normativa vigente con la construcción de nuevos aseos en la planta baja con compartimentos para personas discapacitadas; y la disposición de nueva iluminación, general y puntual de objetos en vitrinas y muebles, más apropiada para la exposición permanente de obras de arte.
La compra de la Casa Fabiola supuso un desembolso de 4,5 millones de euros después de una modificación presupuestaria que contó en un Pleno extraordinario con el apoyo de Ciudadanos, la abstención del PP y los votos en contra de Participa e IU. La operación para adquirir el inmueble se realizó a través de la empresa Lagobar S. L. Se desconoce aún dónde se instalarán los servicios de Hacienda, por cuya ocupación se pagaba hasta diciembre del año pasado un alquiler. Serán los turistas que visitan el Real Alcázar los que paguen la adquisición. La idea es subir el precio de la entrada y que parte de ese dinero se destine a pagar la compra de la casa. El Alcázar ya realizó algo parecido hace unos años, cuando aumentó la tarifa e incluyó en la misma el acceso a otros monumentos, aunque en este caso los fondos se destinarían directamente a la compra.
El inmueble que de momento acoge la delegación de Hacienda, dispone de 2.000 metros cuadrados distribuidos en varias plantas con numerosas estancias nobles que reúnen las condiciones adecuadas para acoger el notable conjunto de obras de arte entre las que destaca la fabulosa colección de pintura sevillana y andaluza del XIX y principios del XX.
La casa se encuentra en un estado de conservación excelente. Fue rehabilitada en su totalidad a principios de la década de 2000 tras ser adquirida a los marqueses de los Ríos por parte de la Fundación Lara. El inmueble presenta una planta de trazado irregular que se distribuye en torno a un patio central. Desde la magnífica portada de la casa ya se advierte la nobleza que aguarda en el interior. El zaguán está revestido por con un vistoso zócalo de azulejos sevillanos realizados mediante la técnica de artista en la prestigiosa fábrica de Ramos Rejano.
La casa destinada a acoger la Colección Bellver es en sí misma un museo. Azulejerías, artesonados en madera policromados, pinturas decorativas, estucos, suelos hidráulicos o cenefas de escayola jalonan cada una de las estancias de las plantas baja y primera. Todos estos elementos se encuentran en un magnífico estado de conservación al haber sido restaurados con minuciosidad durante la última rehabilitación. En la planta baja hay un buen número de despachos que se distribuyen alrededor del patio y desaparecerán tras la reforma. Sus techos altos y las amplias paredes son ideales para la colección Bellver, como el propio coleccionista reconoció en una visita hace algunos meses. En un patio secundario existe una bella fuente mural, con hornacina flanqueada por pilastras y rematadas por un frontón curvo que recuperó la policromía en la restauración.
La escalera principal está revestida de mármol blanco italiano con zócalo del mismo material. Por ella se accede a la primera planta, donde se encuentran las salas más nobles, como el antiguo salón de baile, la sala más espaciosa, que cuenta con grandes ventanales hacia la calle. En la segunda planta hay más salas multiusos y despachos. La ubicación, en pleno recorrido turístico, es también ideal para los foráneos y los propios sevillanos. Los turistas contarán con un nuevo museo en pleno casco histórico.
Una colección de más de mil piezas
3 La colección que Mariano Bellver y su mujer, Dolores Mejías, donaron a la ciudad de Sevilla está formada por 943 piezas de arte entre las que destacan 364 pinturas, 38 esculturas de madera, 19 esculturas de mármol, 156 piezas de cerámica y porcelana, 87 piezas de orfebrería y 105 piezas de mobiliario. La cronología de la colección comienza en el siglo XVI y llega hasta la presente centuria, aunque abundan las piezas relacionadas con la temática costumbrista sevillana. De todas las obras atesoradas por este bilbaíno nacido en 1926 y llegado a Sevilla con apenas 12 años, destaca la colección de pinturas del siglo XIX y primera mitad del XX. El núcleo principal lo forman los cuadros de autores sevillanos como Esquivel, Barrón, Grosso, Villegas, Jiménez Aranda, García Ramos, Gonzalo Bilbao, Rico Cejudo, Cabral Bejarano, Sánchez Perrier o García Rodríguez, entre otros. La primera vez que Bellver se dirigió a la responsable de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, Rosa Torres, y al delegado municipal de Cultura, Juan Carlos Marset, para poner a disposición de la ciudad su amplia colección de pintura fue en mayo de 2007. Tras la llegada al Ayuntamiento de Juan Ignacio Zoido, se retoma el contacto con el coleccionista. En julio de 2014 se firma el protocolo de intenciones en el que se acuerda que los fondos se expondrán en el Pabellón Real. El Ayuntamiento distinguió al matrimonio Bellver con la Medalla de la Ciudad en mayo de 2015. En 2010 recibieron de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría la medalla de oro como reconocimiento a su labor.
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