La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
La degradación del patrimonio público
Okupas en la isla de la Cartuja. Una familia malvive desde hace meses, como mínimo desde principios de 2021, en el Canal de los Descubrimientos de la Cartuja con dos perros de gran tamaño, dos tendederos portátiles, un sofá, bidones de agua e importantes cantidades de basura esparcidas por la zona, a la que acceden por varios huecos abiertos en la valla de barrotes blancos que separa este punto de la avenida de los Descubrimientos.
Sus integrantes, todos adultos, han ocupado la caseta situada frente al pabellón del Futuro (hoy sede también del Archivo General de Andalucía) que acoge las bombas de agua de este entorno y cuenta con una puerta metálica que también ha sido forzada. También hay un transformador de Endesa cuya pared ha sido destrozada para abrir un hueco de entrada, pese al peligro que ello supone.
El lunes 16, día festivo, no había nadie en esa caseta cuando se tomaron las fotografías que acompañan a este reportaje, pero durante el día y durante todo el verano, especialmente en las horas más frescas de la tarde/noche, la familia saca un viejo sofá de tres o cuatro plazas y una mesa al exterior para hacer su vida en el canal.
En los últimos meses, la familia ha colocado una valla metálica de las que se usan para cortar las calles y varios alambres para tratar de cerrar parcialmente el hueco abierto entre los barrotes, con vistas a que no se cuelen otras personas al lugar donde tienen su infravivienda.
La situación en la que sobreviven estas personas no puede ser más lamentable por la falta total de higiene en la que pasan sus días junto al canal repleto de jaramagos donde proliferan todo tipo de insectos y roedores, y sin agua corriente.
La caseta ocupada se localiza en un lugar público con una titularidad muy clara: la Junta de Andalucía. Es grave que la Junta, la administración responsable, no haya hecho nada para solucionarlo aun cuando en 2020 la dirección de Patrimonio de la consejería de Hacienda encargó a la agencia AVRA (dependiente de la consejería de Fomento) que contratara la limpieza y mantenimiento del canal y su entorno a una empresa durante dos años y con un coste total de 36.185 euros. La adjudicación se hizo finalmente por una cantidad mucho más reducida: 19.802,98 euros y esa limpieza y mantenimiento solo se llevaron a cabo a lo largo del año 2020.
La empresa adjudicataria fue Utremultigestión SL, según consta en el expediente que puede verse en el perfil de licitaciones de la Junta. Su cometido consiste durante 2020 y 2021 en el servicio de limpieza y desbroce del canal y de la bancada adyacente “así como un posterior mantenimiento en condiciones óptimas durante la vigencia del contrato de 2 años”. Parece claro, a juzgar por el estado del canal y su entorno, que no se ha cumplido el contrato.
Desde la asociación Legado Expo, su portavoz Alberto Martín señala que la ocupación de esta caseta del canal de la Expo es bien conocida por el servicio de seguridad del Archivo General de Andalucía, así como por la Policía Local del Ayuntamiento de Sevilla. Lamenta que supone un claro signo del absoluto abandono que asola esta parte de la Cartuja que genera un triple problema: de higiene, de seguridad (porque entran más personas por el hueco abierto en la valla), además de ofrecer una pésima imagen de la ciudad para los sevillanos que pasean por la Cartuja y para las personas que nos visitan.
Los destrozos de la zona del canal opuesta al pabellón del Futuro contrastan con el arreglo de la otra orilla que da justamente al Pabellón del Futuro que acoge el archivo andaluz citado. Los daños de la parte más próxima a la avenida de los Descubrimientos dan miedo desde hace años. Todas las farolas han sido vandalizadas a pedradas y no queda en pie la parte superior de ninguna de ellas donde van las bombillas, las arquetas están rotas o hundidas, las barandillas de las escaleras se hallan completamente oxidadas y la vegetación descontrolada cubre todo el canal. La limpieza y desbroce de vegetación que la empresa contratada por AVRA realizó en 2020 no ha servido de nada porque el mantenimiento no se llevó a cabo posteriormente.
El Ayuntamiento de Sevilla conoce la situación en la que está esta familia y sus servicios sociales le han llegado a ofrecer sin éxito un techo en el que vivir. Desde el gobierno local se aseguró este martes a este periódico que tanto la Policía Local de Sevilla como los Servicios Sociales Municipales “tienen conocimiento de la presencia de personas sin hogar en el citado emplazamiento” del canal de la isla de la Cartuja. “Desde los Servicios Sociales, a través de UMIES, se tiene contacto con estas personas y se les ha ofrecido y se les seguirán ofreciendo los recursos municipales disponibles para personas sin hogar (centros de acogida)”.
El Ayuntamiento aclara sobre esta situación que la Policía Local solo podría desalojar a esta familia de ese lugar si así lo pide la administración responsable con el respaldo de una orden judicial. “Se trata de personas que no están en ni en la vía pública ni en terrenos de titularidad municipal. Por tanto, la Policía Local de Sevilla sólo podría actuar, y siempre con respaldo judicial, a instancias del titular de los terrenos. Desconocemos si el titular de los terrenos ha iniciado proceso alguno de desalojo”, advirtió esta martes el gobierno local.
La Junta de Andalucía no ha dado su versión de los hechos. Este periódico ha pedido esta semana una respuesta al servicio de Patrimonio de la Junta que depende de la consejería de Hacienda y a la agencia AVRA que depende de la consejería de Fomento, pero ninguna de las dos ha ofrecido respuesta alguna.
Sorprende que la Junta disponga de este patrimonio y lo deje deteriorarse de forma tan galopante aun cuando podría poner en marcha algunas de las numerosas ideas que se han dado en los últimos años para revitalizar y recuperar este espacio tan valioso de la Cartuja.
Desde Legado Expo se recuerda que la única forma de sacar partido a esta parte del canal, con el auditorio como edificio fantasma, es que la Junta saque una concesión temporal de este lugar como se ha hecho con otras zonas de la Cartuja, mientras se aprueba el plan de ordenación urbanística de este enclave y de su entorno. Acabar con sus destrozos, que recupere el agua que tuvo en la Expo de 1992 y que se llene de vida es la única salida para este lugar y para la Cartuja que queda.
En la zona del Cohete (la reproducción a tamaño real de la lanzadera Ariane 4) del canal de la Cartuja se puede ver destrozada parte de la fuente llena de agua que rodeaba a este símbolo de la conquista espacial. Con las losetas y escombros de esos destrozos un grupo de jóvenes ha montado una pista de skate improvisada que utilizan cuando se cuelan por los huecos del vallado que da a la avenida de los Descubrimientos.
El abandono de esta parte del canal frente al pabellón del Futuro es impresionante y afecta a todos y cada uno de los elementos que jalonan este paseo que durante la Expo contaba con agua en el canal y en la fuente. Desde Legado Expo se recalca que es urgente devolver la vida a esta zona del canal bien con los huertos que se propusieron, o bien llevando a cabo un proyecto de ocio, comercial y de restauración alrededor de un vivero de claveles que serviría como reclamo.
Con la falta de piscinas y lugares con agua que tiene la ciudad de Sevilla sería muy interesante montar una piscina fluvial en el canal, otra de las ideas que se lanzó en su día para este emplazamiento. El agua del río llega de forma natural al canal cuando se abren las compuertas que se diseñaron para la Expo de 1992. Esto permitiría dotar a Sevilla de la playa fluvial de la que se viene hablando durante décadas y que no acaba de materializarse. La Junta y el Ayuntamiento harían bien en ponerse las pilas para acabar con el abandono de esta zona de la Cartuja cuando se cumplen casi 30 años del fin de la Expo92.
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