Cartuja Qnat, el aire acondicionado natural para Sevilla, lleva un año cerrado y sin uso

Parque Científico y Tecnológico de Sevilla

Se inauguró en falso en octubre de 2022 con obras y trámites pendientes que impiden su puesta en funcionamiento

En octubre, Europa viene a visitarlo al cumplirse el primer año tras su teórica inauguración, pero hasta final de año no se espera su apertura al público

El exalcalde Antonio Muñoz inauguró en 2022 el Cartuja Qanat: el aire acondicionado natural para Sevilla

Situación actual del proyecto Cartuja Qnat de Sevilla, inaugurado en octubre de 2022 y hoy vallado y sin uso.

El proyecto del aire natural para Sevilla, el Cartuja Qnat, en la calle Tomás Alva Edison, que recibió un 80% de fondos europeos y que inauguró el exalcalde socialista Antonio Muñoz en octubre de 2022, no ha llegado a abrirse al público y sigue cerrado desde hace un año. La obra civil está ejecutada, pero faltan varios detalles que deben completar la constructora Guamar (en periodo de garantía), Emasesa y el Ayuntamiento de Sevilla para ponerlo en funcionamiento. El proyecto cuesta 5 millones de euros, de los cuales Europa da 4 millones (la mayor parte para la obra -3 millones- y el resto para el personal). La obra está en proceso de recepción por parte del Ayuntamiento de Sevilla, que lidera el proyecto.

Esta parálisis del Cartuja Qnat preocupa porque los técnicos de Europa vienen a Sevilla a visitar el proyecto el mes que viene, en octubre de 2023, para ver cómo ha ido la ejecución cuando se cumple un año de su inicio. La valoración de Europa es muy importante para demostrar que se han hecho bien las cosas el primero de los cinco años que dura el desarrollo del proyecto. Europa repetirá sus visitas cada año.

Los científicos de la Universidad hispalense acuden cada semana allí para trabajar en pruebas y experimentos con el agua. El elemento puntero de este proyecto es la innovación científica que se ha hecho de la refrigeración natural de un espacio abierto.

Una de las fuentes con agua pulverizada en la que los científicos hacen pruebas a diario.
Una de las fuentes con agua pulverizada en la que los científicos hacen pruebas a diario. / Juan Carlos Vázquez

"Nos lo encontramos en situación deplorable"

Con toda seguridad el proyecto Cartuja Qnat no estará en funcionamiento cuando Europa venga a visitarlo en octubre. El equipo del alcalde José Luis Sanz (PP) lamenta que cuando llegó al gobierno se encontró el proyecto en una situación "deplorable": sin los suministros básicos para su funcionamiento porque faltaba registrarlo en Patrimonio y con buena parte de la vegetación perdida. Incluso había riesgo de perder la financiación europea. La mayor parte de los fondos europeos se han destinado a hacer la obra.

"El anterior equipo de gobierno, tras la presentación del proyecto a la prensa en octubre, no había realizado el registro en Patrimonio por lo que no se podían dar de alta los suministros básicos necesarios para su funcionamiento. El estado era deplorable, con gran pérdida de vegetación. Tampoco funcionaba la instalación hidráulica que es la base sobre la que se sustenta todo el proyecto. Se podía haber perdido la financiación por la dejadez del PSOE, pero gracias a esta agilización no se ha perdido", detalla el gobierno local.

El equipo de Sanz estima que a finales de año podrá ponerlo en marcha. Asegura que "se está trabajando desde el primer día en que se tuvo constancia de esta situación para replantar, solucionar su inscripción y poner a punto toda la instalación". El ingeniero Fernando Mañes Izquierdo, director general de Economía, Cartuja y Parques innovadores, es la persona que el alcalde designó el 27 de julio para acelerar la puesta en marcha del Cartuja Qnat. La concejalía de Cartuja está en manos de Álvaro Pimentel.

Fuentes de la Universidad esperan que pueda estar listo al final de este año.

Las pérgolas ajenas al proyecto que rodean al Cartuja Qnat, este mes de septiembre.
Las pérgolas ajenas al proyecto que rodean al Cartuja Qnat, este mes de septiembre. / Juan Carlos Vázquez

Sobrecostes y obras pendientes

Guamar, la constructora, ha tenido problemas y dificultades para llevar a cabo el proyecto, lo cual ha encarecido las obras. La licitación fue previa al Covid y a la guerra de Ucrania, aspectos que complicaron la ejecución y han elevado el coste final. Los casi 3 millones presupuestados se han incrementado casi 1 millón más.

La ejecución del proyecto acabó en octubre de 2022, pero "la obra se cerró a la carrera" tras superar no pocos obstáculos. Unas vallas provisionales de obra cercan la parcela porque quedan detalles pendientes de acabar en el periodo de garantía de la constructora Guamar, que pagó 800.000 euros de fianza. El Ayuntamiento tiene que recepcionarlas.

Las obras pendientes no son de ejecución del proyecto, sino para activar el funcionamiento del espacio y poner en marcha el sistema. Sobre todo, están vinculadas "a la operación del sistema y al elemento de mantenimiento y seguridad del mismo", explican fuentes de la Universidad.

Emasesa ha tramitado los trabajos pendientes. El Ayuntamiento está obligado a tratar con la Entidad de Conservación del Parque y con los socios.

Otro detalle que retrasó la apertura del proyecto es el cerramiento inicial, cuya obra iba a licitarse en mayo por 400.000 euros, un proyecto que se ha descartado y quedará con un vallado mínimo para reducir los posibles actos delictivos. De momento hay seguridad privada. El gobierno anterior del Ayuntamiento quería cerrar la parcela con un vallado de los tubos típicos de la Cartuja y un horario de apertura al público de 8:00 a doce de la noche. El nuevo gobierno de Sanz ha rechazado este cerramiento total por considerarlo un paso atrás

Parte de la vegetación se ha secado

Parte de la vegetación de la parcela que forma parte del proyecto, situado junto al pabellón de México, se ha secado por un fallo, ya reparado, en la tubería de riego. También hubo fugas de agua en las pérgolas vegetales del entorno de la avenida ajeno al proyecto. La paradoja es que estos problemas con el agua se han dado pese a que el proyecto cuenta con agua de sobra del río. Se trata de la red de agua bruta. En Barqueta está la zona de bombeo, que coge agua del río y se distribuye por una red interna por Cartuja.

Sobre la vegetación en la parcela del Cartuja Qnat, Emasesa se ha comprometido con el Ayuntamiento a devolver la vegetación a su estado original y ya ha contratado la rehabilitación vegetal. El problema se dio al detectarse un fallo en el riego. La constructora lo arregló, pero dejó apagado el sistema. El resultado es que el riego se ha pasado un mes y medio apagado. Los científicos alertaron de la situación y ya se ha activado el agua de riego.

Ajena al proyecto, la pérgola vegetal de la avenida se secó porque quedó dentro del vallado provisional de la parcela. La Entidad de Conservación se encontró con un candado que le impedía el acceso a estas pérgolas y daba por hecho que la obra no había terminado. A ello se sumó la rotura de una tubería que se reparó con un tapón que impedía la salida de agua.

Las elecciones y el cambio político en el Ayuntamiento

El proyecto Cartuja Qnat lo lidera el Ayuntamiento de Sevilla con la participación de seis socios: Emasesa, la Gerencia de Urbanismo, el Parque Científico y Tecnológico (PCT) Cartuja, la Universidad de Sevilla, el Instituto Eduardo Torroja del CSIC y la Fundación Innovarcilla. El cambio político en el Ayuntamiento (salida de Muñoz y entrada de Sanz) y el inmovilismo previo a las elecciones municipales ha perjudicado la supervisión de todos los detalles del proyecto. De agosto de 2022 a julio de 2023 no ha habido una persona para dirigir los trabajos, llamar a la constructora y exigirle que arregle esas cosas que han quedado pendientes.

El cambio político es la mayor clave que pueda explicar lo sucedido. En la empresa metropolitana Emasesa también se da un momento de vacío por el cambio de consejero delegado. Jaime Palop y su equipo son sustituidos por Manuel Romero, a quien se le transmiten todas las necesidades que hay que hacer y las que han quedado pendientes porque la obra se cerró a la carrera.

Hay un compromiso por parte de Emasesa y de la constructora de ejecutarlas. El 27 de julio se tuvo una reunión en la que todo más o menos quedaba resuelto.

Que enfríe con la mínima cantidad de agua

Aunque sigue cerrado al público, los científicos no han dejado de trabajar en el Cartuja Qnat a diario, haciendo experimentos internamente a nivel de Universidad, dado que el proyecto dura cinco año, de 2022 a 2027. Hasta el 31 de octubre de 2027 van a estar los socios: Emasesa, la Gerencia de Urbanismo, el Parque Científico y Tecnológico (PCT) Cartuja, la Universidad de Sevilla, el Instituto Eduardo Torroja del CSIC y la Fundación Innovarcilla.

Lo esencial cuando se ponga en marcha es que durante estos cinco años atraiga la demanda de reservas de este espacio que justifiquen que es un bien que hay que mantener. Cualquier entidad o persona individual puede reservar el espacio para organizar actividades. Hay anfiteatro, zoco, etc. No hay que pagar alquiler, sino sólo que cada organización prepare lo que va a hacer en el edificio y dejarlo después como estaba.

Otro punto esencial del Cartuja Qnat es que enfríe con el mínimo gasto de agua, que el consumo de agua del sistema sea mínimo. En los 5 años que va a estar funcionando debe ser capaz de generar sostenibilidad.

La diferencia del Qnat con el microclima de la Exposición Universal de 1992 de Sevilla es que el microclima se basaba en agua pulverizada, mientras el proyecto Qnat mantiene que no consume tanta agua porque bajo tierra no libera tanta pérdida.

Detalles del proyecto Qnat

  • Qué es. Un sistema natural de enfriamiento que produce agua fría y la almacena en qnats (término persa, galería subterránea que capta agua y la transporta) durante la noche y durante el día produce aire frío para enfriar las superficies con ese agua almacenada. Zonas verdes, cubiertas vegetales, jardines verticales y un pavimento de adoquín jardinera. Una avenida transformada y adaptada al cambio climático, una "zona atemperada" donde el termómetro no subirá por encima de los 25 grados.
  • Dónde. En la calle Thomas Alva Edison, Parque Científico y Tecnológico (PCT) Cartuja Sevilla. Aspira a convertirse en un referente mundial en la lucha contra el cambio climático y la mejora de la habitabilidad.
  • Financiación: 5 millones, cofinanciados por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional a través de la Iniciativa Urban Innovative Actions, quien aporta el 80%. Europa da 4 millones (la mayor parte para la obra -3 millones- y el resto para el personal).
  • Liderazgo y socios. El proyecto va de 2022 a 2027. El Ayuntamiento de Sevilla lidera el proyecto. Los socios son Emasesa, la Gerencia de Urbanismo, el Parque Científico y Tecnológico (PCT) Cartuja, la Universidad de Sevilla, el Instituto Eduardo Torroja del CSIC y la Fundación Innovarcilla. Hasta el 31 de octubre de 2027 estarán presentes los socios.

Más información en la web de Cartuja Qnat.

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