La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Una noche también amenazada por el confort
Cáritas Diocesana alertó ayer de la situación de precariedad que viven numerosas personas en Sevilla a las que el paro y la pobreza está "arrasando". Según la organización de la Iglesia "hay familias al completo que están subsistiendo actualmente sólo con las pensiones que reciben los abuelos, tras no existir posibilidad alguna de obtener otras ayudas". El vicepresidente y responsable de Comunicación de Cáritas, Félix Quijada, señaló que desde 2007 están alertando de un "importantísimo" proceso de deterioro en las condiciones de vida de cientos de familias sevillanas, que "lejos de aplacarse, parece incluso recrudecerse en los últimos tiempos".
En tres años, el número de solicitudes de ayuda atendidas por los grupos de Cáritas se ha duplicado, con una impresión de deterioro social generalizado que está provocando un ensanchamiento del espacio social de la pobreza y la exclusión, ya que se está "endureciendo" las condiciones de vida de las familias más pobres y vulnerables. Esta circunstancia también estaría arrastrando a otras muchas familias que "no responden de manera tan clara a la imagen de la pobreza y la vulnerabilidad que tenemos instalada en nuestro imaginario".
Quijada indicó que son muchas las familias normalizadas, integradas, con mayores niveles de formación, que comienzan a "pagar la factura de la sociedad de consumo" hasta verse sumergidas, hasta cierto punto de modo "inesperado", en la tragedia del paro de larga duración y las limitaciones del sistema de protección social. Cáritas también constata como se han multiplicado las ayudas en concepto de pagos de recibos de luz, agua, comunidades de vecinos, e, incluso, alquileres de vivienda: "A veces no llegamos. Los grupos de Cáritas están alertando y denunciando las crecientes carencias de muchas de las familias atendidas, cuyas necesidades tienden a hacerse cada vez más básicas y acuciantes, así como el incremento de las derivaciones procedentes de unos servicios sociales municipales, que, en no pocos casos, están "instrumentalizando" a los grupos como un recurso subordinado con que afrontar su situación de colapso y desbordamiento".
Por otro lado, reiteró que Cáritas en la situación actual "no tiene posibilidades ni recursos para afrontar las deudas hipotecarias de las familias", sobre todo, porque hay que atender "los aspectos más básicos, teniendo en cuenta que hay familias que subsisten con las pensiones de los abuelos".
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