Cáritas acompañó el año pasado a cerca de 500 personas sin hogar en Sevilla
Sociedad
EL perfil de los 'sin techo' se repite: hombre de entre 36 y 60 años, español y con estudios primarios
La ONG católica invierte casi un millón a la ayuda de este colectivo
El balance de Cáritas en Sevilla: Más de 40.000 personas atendidas por exclusión social en 2021
Todo pasa por algo. Y la casualidad ha querido que este martes la presentación de la campaña de personas sin hogar de Cáritas Diocesana haya coincidido con un momento de caída mundial de Whatsapp con el que los millones de usuarios de este servicio de mensajería en todo el mundo se ha quedado durante un par de horas fuera de cobertura. Como el lema elegido este año por la ONG católica para dar voz a las personas que viven en la calle y con el que se hace referencia a todos aquellos que se encuentran "fuera de la red" y que necesitan "una ayuda integral" para regresar a ella y "volver a entrar en la sociedad".
Una de las formas más crudas de pobreza es la que viven las personas sin hogar. El acceso a una vivienda digna se ha convertido en un derecho inaccesible para muchas personas y familias y esto tiene graves consecuencias para la salud, pero también para los proyectos vitales de estas personas. Las causas del sinhogarismo son diversas y normalmente incluyen una acumulación de factores: estructurales (vinculados a la situación económica, al precio de alquiler, desahucios…), pérdida de trabajo, separaciones o rupturas familiares.
El último informe de Cáritas presentado este martes con motivo de la puesta en marcha de la nueva campaña de personas sin hogar alerta de que la pandemia sanitaria ha hecho que muchas personas más acaben en la calle, unido a una cronificación de un problema que suele causar "cierta indiferencia" a una ciudadanía que ha "normalizado ver gente durmiendo en la calle", ha apuntado durante la presentación del mismo Mariano Pérez de Ayala, presidente de Cáritas Andalucía y director de Cáritas Diocesana de Sevilla. "Las calles de las ciudades se llenan de personas que son invisibles para sus propios conciudadanos", ha añadido.
El perfil de los 'sin techo'
En Sevilla, el perfil mayoritario de los sin techo es el de un varón de nacionalidad española -en un 80%-, soltero, con una edad media de entre los 36 y 60 años, con pocos estudios y sin vínculos cercanos. El patrón es similar al resto de Andalucía, aunque advierte Pérez de Ayala, de un aumento en los últimos años del sin hogarismo en mujeres y personas extranjeras.
Este motivo es el que hace que Cáritas Diocesana realice desde hace 30 años su campaña para dar voz a las personas sin hogar. "Nos hemos acostumbrado a ver a personas en la calle, parece que son parte del paisaje, que es algo que siempre está ahí, pero el sinhogarismo no es inevitable”, ha insistido Pérez de Ayala.
La entidad eclesiástica, que realiza las atenciones en la provincia a través de un doble nivel, mediante un programa de atención en la calle y con recursos residenciales, prestó su ayuda a lo largo del 2021 a 487 personas, un 5,2% más que en el mismo periodo del año anterior cuando fueron 462.
La red de atención a personas sin hogar de Cáritas en Sevilla cuenta con cuatro proyectos parroquiales de asistencia en calle, donde los voluntarios prestaron su ayuda el año pasado a 448 personas, el grueso de las atenciones. La mayor parte en el centro de la ciudad, en la Cáritas parroquial de San Vicente Mártir, con 185 sin techo atendidos. 136 personas recibieron ayuda por parte de los voluntarios de la Cáritas Parroquial del Santísimo Redentor en Nervión; 78 en el Porvenir y 49 en el proyecto Emaús del Arciprestazgo de Los Remedios. "Necesitamos un incremento significativo de estos recursos, cada año tenemos una nueva realidad que atender y tenemos que poder dar respuesta", apunta Pérez de Ayala.
En cuanto a la oferta de recursos residenciales, Cáritas Diocesana cuenta por un lado con el Centro Amigo, donde el pasado año se acogió a 39 personas, ofreciendo acompañamiento socioeducativo y apoyo a la incorporación social; además de los dos pisos de transición a la vida autónoma que Cáritas posee para facilitar el paso del centro a la integración de nuevo en la sociedad ayudándose de sus propios medios. "En total, seis personas finalizaron su proceso de integración durante 2021", apuntan desde la entidad.
Por otro lado, Cáritas ha dado cuenta de los recursos, tanto económicos como humanos, que están detrás de esta asistencia integral. Cáritas Diocesana de Sevilla invirtió el año pasado un total de 985.729 euros, de los cuales, 899.382, se emplearon en Centro Amigo. Esta cantidad se obtiene gracias a la inversión de subvenciones públicas, privadas, legados, de donaciones y, por supuesto, de las aportaciones de las Cáritas Parroquiales. Pero el desarrollo de la acción y la inversión de Cáritas no sería posible sin el factor humano que hace posible que la entidad esté al lado de quienes más lo necesitan. Cáritas Sevilla contó en 2021 con la ayuda desinteresada de 245 voluntarios en calle, 35 en Centro Amigo y el trabajo de 20 técnicos.
En cuanto a la nueva campaña, Francisco Sánchez, vicepresidente de la institución, ha comentado que las entidades que realizan acompañamiento a personas y familias en situación de calle y sin vivienda, están viendo "cómo aumentan y se diversifican las situaciones de exclusión". "Somos testigos del aumento del riesgo de que muchas más personas puedan terminar en dichas situaciones; pero también de que cuando se dedican recursos, atención y cuidado a las personas, se puede contribuir a dignificar su existencia y a que puedan recuperar espacios, derechos y afectos", ha dicho.
Así, las Cáritas andaluzas contaron el pasado año con doce centros residenciales, cinco viviendas tuteladas o semituteladas, seis centros de día, cuatro centros sociales, un dispositivo de noche permanente, un dispositivo de emergencia, siete proyectos de atención en calle y un proyecto de atención en asentamientos.
Desde estos recursos, se pudo atender a 5.237 personas en situación de sin hogar, gracias a la labor de 665 agentes voluntarios, al trabajo de 115 personas contratadas y a una inversión económica de 4,5 millones de euros para el mantenimiento de la red de centros y servicios de atención a las situaciones de sinhogarismo. De estos recursos, el 42% procede de fondos propios de las distintas Cáritas y un 58% de fondos públicos.
"De la calle se sale, pero se necesita una ayuda integral. De ahí la labor de nuestros voluntarios en calle. Escuchando a estas personas, ofreciéndole ayuda física pero, sobre todo, de acompañamiento. Es crucial crear vínculos con ellas para que puedan entrar en el proceso", ha concluido Pérez de Ayala.
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