Cáritas de Sevilla denuncia el drama de la vivienda: 800 euros al mes por un piso en barrios obreros
Iglesia de Sevilla
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La vivienda se ha convertido en un auténtico drama -por no hablar de tragedia- para muchas familias sevillanas. Cáritas Diocesana ha sido la última entidad en dar la voz de alarma ante el encarecimiento que registra desde hace años el alquiler y la venta de inmuebles residenciales. El presidente de la ONG católica, Mariano Pérez de Ayala, ha ofrecido este viernes, en la rueda de prensa en la que se ha dado a conocer el balance de 2023 en la provincia, un dato bastante preocupante: en barrios obreros el precio del arrendamiento de un piso alcanza ya los 800 euros, coste inasumible en muchos hogares.
Además de Pérez de Ayala, a la presentación de la memoria de Cáritas en Sevilla han acudido el arzobispo don José Ángel Saiz y el delegado episcopal de la ONG, Salvador Diánez Navarro. En líneas generales, los principales indicadores económicos y sociales muestran una mejoría respecto a los ejercicios posteriores a la pandemia del Covid. El dato más esperanzador viene del número de parados en la provincia, que se reduce. Disminución que, sin embargo, no va acompañada de empleos de mayor calidad y mejor remunerados.
La mínima recuperación registrada en 2023 de nada sirve, en palabras de Pérez de Ayala, en comparación con la inflación que sufren los precios. Tanto en alimentación como en vivienda, bienes básicos para cualquier ciudadano. A tal punto ha llegado el encarecimiento del alquiler, que más de un 13% de la población sevillana tiene problemas a la hora de afrontar este gasto.
Hacinamiento
"Muchas familias se ven abocadas a vivir situaciones de hacinamiento o a habitar viviendas o espacios inadecuados", refleja el informe de Cáritas Diocesana, que alerta de que, a raíz de este problema, "se ha detectado un incremento significativo de personas sin hogar, sobre todo de los jóvenes migrantes". Pero este drama también lo sufre mucha población autóctona: familias monoparentales, aquellas con varios hijos a su cargo, ciudadanos con escasa formación o empleos precarios y parados de larga duración.
Desde la ONG católica se hace un llamamiento a las administraciones públicas a "moderar de alguna forma los precios, especialmente aquellos relacionados con la vivienda". En este punto, Pérez de Ayala, en su habitual estilo directo, no ha tenido tapujo alguno a la hora de dirigirse a los políticos. "En política de vivienda social se hacen muchos anuncios, sobre todo en campaña electoral, pero luego caen en saco roto. Los anuncios y los hechos no se corresponden mucho", lamenta el presidente de Cáritas Diocesana de Sevilla.
Ejemplo del encarecimiento del mercado inmobiliario son las cifras que llegan a esta entidad. "El alquiler de un piso en barrios populares de Sevilla alcanza ya los 800 euros al mes, un gasto inasumible para los sueldos que se pagan y los ingresos familiares", refiere Pérez de Ayala, quien pone otro caso más concreto: "Se están pagando 300 euros por una habitación". El presidente de Cáritas hace hincapié en que la vivienda no es sólo "un recinto físico", sino un bien fundamental para la dignidad de la persona y el crecimiento familiar.
Y ello sin olvidar otro desembolso no menos considerable, el de la alimentación, donde los precios se han disparado, por lo que suponen una importante mordida en la economía doméstica.
Casi 50.000 asistidos
Con todo este panorama, Cáritas Sevilla acompañó en 2023 a 49.117 personas, cifra similar a la de 2022. La atención se tradujo en más de 109.000 acciones, por lo que la mayoría de los atendidos requirieron de más de una asistencia. Si se presta atención al número de familias, el dato llegó a las 14.457. De ellas, el 61% acudió a las Cáritas parroquiales de los pueblos.
La demanda de asistencia en Sevilla capital dibuja la radiografía de la pobreza en la ciudad. Las parroquias que registraron las cifras más abultadas fueron las de la Candelaria y Blanca Paloma, en Tres Barrios-Amate (donde la Hermandad del Gran Poder desarrolló su Misión); Jesús Obrero y San Pío X, en el Polígono Sur, adonde acudirá la Esperanza de Triana, también en Misión, en 2025; Sagrado Corazón de Jesús, en Bellavista; San Antonio de Padua, en Torreblanca; y la parroquia El Rosario, en San Jerónimo.
Un millón de euros en vivienda
Otro ejemplo más de la dificultad que supone para muchos hogares hacer frente a los gastos de vivienda y alimentación lo constituye la inversión destinada las necesidades familiares. En 2023 tal cantidad rozó los cinco millones de euros, de los que 4,3 se dedicaron a esa atención primaria. Un millón de euros se empleó en los costes derivados de la vivienda, mientras que 2,5 millones sirvieron para sufragar la compra de víveres.
En términos globales, la inversión de Cáritas el pasado ejercicio se elevó a 10.620.316 euros. El 89% de este montante se emplea en acción social y poco más de 10% a mantener la estructura de la ONG. Los ingresos logrados, 6,7 millones, proceden en un 77% de fondos privados y el resto de socios, donaciones y legados.
Cáritas Sevilla cuenta con un voluntariado formado por 2.695 personas, de las que el 67% son mujeres. Tiene a 87 trabajadores contratados. La red de ayudas se completa con 7.696 socios y donantes, así como con 150 entidades colaboradoras.
Cuestación con motivo del Corpus
Cáritas Diocesana ha presentado la Memoria de 2023 en vísperas de una nueva Solemnidad del Corpus Christi, que en Sevilla se celebrará el jueves 30 de mayo. El lema de esta campaña es Allí donde nos necesitas abrimos camino a la esperanza. Se trata, en palabras de monseñor Saiz, de "un mensaje directo a las personas vulnerables que tienen que saber dónde encontrar a Cáritas". En este sentido, el arzobispo recuerda las palabras del papa Francisco, que define esta ONG como "la caricia de la Iglesia a su pueblo".
El mensaje se hará realidad en las calles sevillanas a través de una cuestación. De esta forma, muchos voluntarios de la entidad saldrán estos días por las feligresías de sus parroquias, con huchas en mano y ataviados con petos rojos, a pedir la colaboración de los ciudadanos. "Una llamada al compromiso humano que hace posible ayudar a tantas personas necesitadas", precisa el prelado hispalense.
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