La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
caso marta del castillo
"Siento no haber llegado a tiempo de agradecer a los buzos de los GEOS su esfuerzo, venía de camino de hablar con Miguel Carcaño". Antonio del Castillo publicó este sorprendente mensaje en su cuenta de Twitter minutos después de las cuatro de la tarde del viernes. Pronto superó el centenar de retuits y, casi inmediatamente, despertó de nuevo la curiosidad de los medios de comunicación, que acribillaron a llamadas al padre de Marta del Castillo tratando de obtener algo más de información de ese encuentro con el asesino de su hija. Del Castillo rehusó hacerlo y emplazó, en otro mensaje, a todos los periodistas que quisieran a que acudieran a la puerta de su casa a las once de la mañana de hoy.
Diez minutos antes de la hora fijada, Antonio del Castillo ha salido de la puerta de su casa, solo. Se ha fumado un cigarrillo mientras departía amistosamente con los informadores que le esperaban, con los que ha intercambiado alguna opinión mientras esperaba unos minutos de cortesía por si llegaba algún periodista rezagado más. Mientras, ha mirado su teléfono móvil un par de veces. No había tanta expectación como antaño. Hace ocho años había que pedir prestadas una mesa y una silla a un bar cercano, para que así pudieran colocarse todos los micrófonos de las cadenas de televisión desplazadas a la puerta del número 3 de la calle Argantonio. Los plumillas de los periódicos, esos que sólo van con libreta y bolígrafo y tienen que ceder siempre su espacio a los de los medios en los que prima la imagen y el sonido, acababan irremediablemente sentados, o incluso tendidos en el suelo.
Hoy ha bastado con un simple corro, de pie, lo que en el argot se conoce como canutazo. “Estoy aquí para lo que me queráis preguntar”, ha empezado Antonio del Castillo, que ha admitido en un primer momento su "decepción" por el nuevo fracaso en la búsqueda del cuerpo de su hija, que los buzos de la Policía han buscado durante toda la semana en la dársena. "Hay decepción sí, claro, se ha hecho un operativo, la que se ha montado y después de una semana no ha habido nada... no ha habido suerte... Decepción hay, lógicamente".
Inmediatamente ha pasado a explicar su encuentro con Miguel Carcaño, a quien decidió visitar ayer en la prisión de Herrera de la Mancha (Ciudad Real), donde cumple una condena de 21 años por el asesinato de su hija. Lo hizo pese a que sobre Carcaño está vigente una orden de alejamiento de la familia de Marta. "Fui a la aventura. Como todos sabéis, si Miguel no me quiere recibir no me recibe. Era lo último que me quedaba, después de ver a estos hombres una semana metidos en agua. No tenía nada que perder. 800 kilómetros y un día es lo único que pierdo. Con el móvil por delante, llegué hasta la puerta (de la cárcel), me identifiqué, pregunté si querría Miguel Carcaño verme, y una vez que accedió, me dejaron entrar y pude hablar con él", ha explicado.
Del Castillo no puede aclarar cuánto tiempo estuvo con Carcaño –"no miré el reloj"--, pero sí expuso que éste le insistió de nuevo en la versión de Majaloba, la finca de La Rinconada que ya se revisó en el año 2013. "Me dijo que su hermano la ha tenido que cambiar de sitio. Son palabras textuales. Me contó que su hermano se hizo cargo de todo, que él se quedó paralizado, que el hermano fue a por el coche de su ex mujer, Rosa, que cogieron la silla para montarla en el vehículo y que su hermano fue a tiro hecho".
El padre de la víctima dialogó con el asesino. "Le dije que estaba cumpliendo una pena y que el juez no se creía la última declaración suya a causa de sus mentiras anteriores. Se encogió de hombros y me dijo que había seguido las indicaciones de su hermano cada vez que hablaba con la Policía". Del Castillo detalla que Carcaño estaba "con la cabeza gacha y la voz entrecortada". “Yo lo vi un poco demacrado, pero la situación en la que está tampoco es para estar tirando cohetes”. A pesar de todo, admite que le saludó dándole la mano. "Es mi manera de presentarme. No le iba a dar un abrazo, pero sí la mano respetuosamente".
Sobre la posibilidad de que se estuviera confundiendo de carretera, como sostiene el oficial de Policía jubilado Ricardo Morente, Del Castillo aclara que Carcaño nunca dijo la palabra Majaloba. "Él no sabía como se llamaba la finca, se enteró después, pero cree que es ese sitio. Él dijo el tanatorio palante, y que el hermano fue a tiro hecho". Morente, el agente del Grupo de Homicidios de Sevilla que resolvió el doble crimen de Almonaster la Real (Huelva) 18 años después de los hechos, asegura que Carcaño dice la verdad en esta última versión en la que ha dejado de encubrir a su hermano, Javier Delgado, pero que pudo confundirse de carretera y que en realidad se tratara de la vía que va hacia La Algaba, que también parte de San Jerónimo y tiene un trazado casi idéntico a la de la Rinconada.
El padre de Marta también le preguntó por la teoría de Camas, a lo que el asesino le explicó que eso fue porque lo llevaron a Zaragoza, a practicarle la prueba del P300 o test de la verdad, "pero que él nunca dijo nada de Camas". "Pienso que se arrepiente de haber dicho tantas mentiras". Carcaño también le confirmó a Antonio del Castillo que Francisco Javier García Marín, el Cuco, también "estuvo allí". "El hermano (de Miguel Carcaño) lo amenazó, él ayudó poca cosa y salió corriendo".
Del Castillo ha concluido su comparecencia afirmando que seguirá buscando a su hija, "como pueda", pero ha aclarado que no le pedirá a la Policía que vuelva a trabajar sobre la teoría de Majaloba. "Yo a la Policía no le voy a pedir nada, yo buscaré como pueda", ha concluido.
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