Obras urgentes en La Carbonería
Patrimonio
Urbanismo ordena al dueño del BIC revisar las cornisas, reparar las puertas y bajantes, e inspeccionar la estructura del inmueble
Obras urgentes en La Carbonería. La Gerencia de Urbanismo ha ordenado a la propiedad del inmueble ubicado en el número 18 de la calle Levíes una serie de medidas en una casa señorial del siglo XVI que fue construida sobre la anterior residencia del linaje de los Levíes. Una de ellas es la revisión de las cornisas y vuelos (incluso el alero de teja y del canalón) de la fachada, con la eliminación de la vegetación y la reparación de los elementos dañados y sueltos con soluciones a decidir por el técnico director de los trabajos para su estabilización y protección.
El expediente sobre la taberna se inicia por un parte urgente elaborado por el Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento. Entre las medidas requeridas a los dueños se encuentra la reparación de las puertas de acceso con la colocación de nuevas cerraduras y habilitación de los medios necesarios para garantizar el cierre adecuado con el objetivo de impedir la intrusión de personas ajenas a la propiedad.
Los operarios deberán picar los revestimientos sueltos y dañados de la fachada del edificio con el posterior enfoscado de las zonas saneadas y descarnadas, y pintura del conjunto. Otra de las órdenes de la Gerencia es reparar o sustituir los bajantes embutidos en la fachada que presenten rotura para garantizar la correcta evacuación de las aguas, incluso la impermeabilización provisional de las zonas de cubiertas que están generando filtraciones si fuera necesario.
Los técnicos de Urbanismo exigen la inspección de la estructura del edificio para valorar los daños mediante la apertura de calos en los falsos techos y catas para descubrir los elementos ocultos (incluyendo los dinteles de los huecos) en todas las dependencias. Después se procederá a la demolición completa del falso techo si durante esa revisión se determina que sea necesario. Una vez realizada la inspección, se efectuará el apuntalamiento de los elementos que así lo requieran por la existencia de daños, realizando la correspondiente transmisión de cargas al terreno, de forma que queden garantizadas las condiciones de seguridad de la finca hasta que se proceda a su reparación definitiva.
Situado en el barrio de San Bartolomé (en plena judería), el inmueble cuenta con un nivel de protección y catalogación C y una Protección Parcial en Grado 1. Los elementos a proteger son la fachada y los restos tipológicos del edificio original. Está inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural (BIC). Su configuración actual es el producto de la transformación de las cuadras, entradas de carruajes y dependencias auxiliares del antiguo palacio. Tras el cese de la actividad carbonera, la primera rehabilitación mantuvo tanto la estructura como muchos elementos del almacén y la tienda.
Las obras llevadas a cabo en los años noventa se limitaron al adecentamiento de la fachada. El segundo de los espacios de La Carbonería, abierto a la calle Céspedes, lo ocupa el amplio patio que sirve de escenario a las actuaciones y es el resultado de la demolición de un antiguo corral en los primeros años de la década de los 70 del pasado siglo.
Una taberna Lugar de Interés Etnológico
El consejo del gobierno de la Junta de Andalucía acordó hace año y medio inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la tipología de Lugar de Interés Etnológico, La Carbonería. Este edificio, que debe su nombre a su uso de almacenamiento y venta de carbón que mantuvo hasta 1974, alberga desde hace cuatro décadas una singular actividad hostelera, social y artística que lo han convertido en un referente fundamental de la vida cultural de la ciudad, con marcada proyección internacional. La actividad desarrollada en La Carbonería tiene sus antecedentes en la labor de dinamización que el grupo denominado ‘La Cuadra’ inició en la Sevilla de los años cincuenta como alternativa a la cultura oficial. Centrado en el flamenco y vinculado al incipiente movimiento literario de los ‘narrandaluces’ el grupo se trasladó al inmueble del barrio de San Bartolomé.
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