La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
Unas obras de urgencia que se acometerán previsiblemente antes de que acabe el año. Los frailes capuchinos y la asociación Areca, que promueve la restauración de la Capillita de San José, continúan trabajando para que la rehabilitación integral del templo sea una realidad más pronto que tarde. La Inspección Técnica de Edificaciones (ITE), realizada antes del verano, reveló que es necesario cambiar las vigas de hierro del forjado de uno de los dormitorios de los frailes que se encuentra justo encima del coro. La intención es acometer esta obra urgente junto con el proyecto de emergencia para frenar el deterioro de las pinturas murales. Estas intervenciones tendrían un coste de unos 115.000 euros y una duración de cuatro meses.
Realizar la ITE era uno de los requisitos que puso el Ayuntamiento para dar licencia de obras y una ayuda económica a la restauración, como explica Juan Carlos Hernández, presidente de la Asociación Pro Restauración Capilla San José: "Han salido problemas en lo que no se había tocado hasta ahora, las habitaciones pegadas a la capilla". Fueron construidas a principios del siglo XX. Los forjados están hechos con vigas de hierro que se han oxidado y partido. La intención es ir cambiando los forjados según la disponibilidad económica: "El más preocupante es uno que se encuentra encima del coro. Esa obra se hará junto con la intervención de urgencia en las pinturas murales". El arquitecto Lucas Espinosa presentará en los próximos días el proyecto de intervención en la Gerencia de Urbanismo. Mientras tanto, Areca ha mantenido reuniones con los miembros de la Comisión provincial de Patrimonio para saber qué requisitos les iban a pedir y agilizar los plazos todo lo posible.
Del coste total de la obra, 83.000 euros corresponden a la intervención en las pinturas murales para frenar su alto grado de deterioro. El criterio, como se explica en el proyecto, es "recobrar las condiciones físicas de los estratos originales que están amenazados con un desprendimiento inmediato en todos los conjuntos decorativos de las pinturas murales. Así será necesaria antes la limpieza superficial de los estratos de suciedad, ya que sería contraproducente su consolidación para una futura limpieza".
Tras la elección de fray Eduardo Rodríguez Márquez como nuevo guardián del convento, los capuchinos están a la espera de firmar un convenio de colaboración con el Ayuntamiento, que ha consignado en los presupuestos una cantidad para la intervención de urgencia. Areca se haría cargo de otra parte, ya tiene recaudados 25.000 euros, y la comunidad de frailes del resto. "Si hay dinero para restaurar completamente uno de los lunetos se haría para que las personas puedan ver cómo quedaría la iglesia", apunta Hernández. Mientras dure la intervención no será necesario cerrar la capilla y se mantendrían los cultos diarios y las actividades organizadas por Areca para recaudar fondos. "Intentaríamos también hacer visitas guiadas a la restauración, pero es más complicado".
El presidente de Areca asevera que llevan cuatro años trabajando para restaurar la capilla, aunque a veces no se vea el resultado de manera directa o inmediata: "Todo esto es un trabajo previo que no se ve, pero son muchas las reuniones y gestiones que estamos haciendo, con Urbanismo, Cultura, etcétera". Hernández agradece la implicación del Arzobispado, personalizada en el arzobispo, monseñor Asenjo, de Adepa, con Joaquín Egea al frente, o de la Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría, cuya presidenta es Isabel de León. También da las gracias a todas las instituciones y empresas que colaboran desinteresadamente y a los grupos políticos de PSOE y Ciudadanos que se han interesado por colaborar en la rehabilitación.
Una vez concluidas las obras de urgencia para frenar el deterioro de las valiosas pinturas murales de la capillita, se elaborará el Plan Director y de ejecución para poder solicitar una ayuda económica al Estado. Para ello, los capuchinos ya inmatricularon la capilla en el Registro, que estaba anteriormente a nombre del Arzobispado de Sevilla. La intención es adherirse al programa del 1,5% Cultural del Ministerio de Fomento para catedrales, abadías, monasterios y conventos. Los capuchinos tendrían que presentar la solicitud oportuna y la Junta de Andalucía informar de manera favorable. El coste de la restauración integral es de 1,4 millones de euros y la duración de la obra de 18 meses, aunque probablemente se haría por fases. El arzobispo, monseñor Asenjo, se comprometió a ir con los miembros de Areca a Madrid para interesarse por la ayuda estatal.
Otra manera de concienciar a los fieles y de llamar la atención para la restauración del templo. El Cristo de Medinaceli que recibe culto en la capillita de San José, y que cuenta con una gran devoción, saldrá en procesión por las calles de la feligresía el primer viernes de marzo. Así se acordó con el anterior guardián del convento y que el próximo regidor deberá refrendar. El Cristo de Medinaceli, realizado por Agustín Sánchez Cid y colocado en la capilla el 1 de marzo de 1933, fue un regalo de Consuelo Fantoni de los Ríos, condesa de Jimena. De toda la logística y los preparativos del paso se encargaría la Divina Pastora de Capuchinos, que ya hizo lo propio con la salida procesional de San José, que tuvo lugar este mismo año. Sería la primera vez que este Cristo salga en procesión.
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