Crónicas levantiscas
Juan M. Marqués Perales
Cohabitación y deslealtad (Federal)
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Dada la compleja situación económica y financiera que vive el planeta en la actualidad, es normal preguntarse por los beneficios que conlleva subrogar una hipoteca. El cambio y la mejora de las condiciones de una hipoteca es una realidad que se puede analizar, y la subrogación hipotecaria presenta una de las opciones más interesantes, por lo que estudiaremos sus beneficios.
La subrogación hipotecaria es un término que se utiliza para aquellos casos en los que cualquiera de las partes que conforman una hipoteca (entidad financiera y deudor) puedan ser sustituidas o reemplazadas. En él, intervienen factores como la modificación de las obligaciones, por lo que es un concepto algo complejo, el cual debe estudiarse con precisión antes de planteárselo. Existen dos tipos de subrogación hipotecaria:
Como hemos visto anteriormente, la subrogación de acreedor cuenta con interesantes ventajas de cara a mejorar las condiciones de la hipoteca para el deudor. Pese a que no se puede modificar ni ampliar el préstamo, ya que el capital de la hipoteca debe permanecer igual, existen ciertos factores muy atractivos para realizar una subrogación de hipoteca.
Desgraciadamente, muchas entidades bancarias aplican cláusulas que se consideran abusivas, las cuales pueden causar problemas importantes al deudor. Con la subrogación, estas se pueden eliminar sin perder el derecho a reclamar la devolución, por ejemplo, de la cláusula suelo.
Los tipos de interés son uno de los motivos principales por los que la gente acostumbra a subrogar sus hipotecas, con el objetivo de rebajarlo o cambiar la modalidad. Actualmente, la subida del Euribor ha provocado que los precios de las hipotecas a tipo fijo se hayan reducido, es interesante adoptarlos a través de la subrogación.
Si la entidad bancaria vinculada con la hipoteca actual es poco flexible con los plazos de reembolso, una subrogación puede ser ideal de cara a volver a negociarlos, ya sea ampliándolos y acortándolos en función de las necesidades del deudor.
Muchas hipotecas incluyen vinculaciones innecesarias o comisiones limitantes que lastran al deudor. Al igual que vimos en el apartado anterior, la subrogación es perfecta para negociar condiciones más beneficiosas con otra entidad bancaria, y eliminar este inconveniente.
Actualmente, nos encontramos en un momento perfecto para realizar una subrogación hipotecaria y buscar mejores condiciones con distintas entidades bancarias. Los tipos de interés son reducidos, especialmente a tipo fijo, por lo que optar por una subrogación hipotecaria puede suponer un amplio recorte de los gastos en la economía familiar. Con la diversidad de ofertas online que tienen las entidades bancarias, podemos tomar una decisión con mayor facilidad.
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