Los autobuses de Tussam llevarán cámaras para reforzar la seguridad

Empresas municipales

Todos los vehículos de la flota contarán con videovigilancia para incrementar la seguridad de los conductores y usuarios

La medida es una petición de la plantilla ante los actos vandálicos

Presentación de diez autobuses que forman parte de la flota de Tussam en el Muelle de las Delicias.
Presentación de diez autobuses que forman parte de la flota de Tussam en el Muelle de las Delicias. / Belén Vargas

Aumentar la seguridad. Esa es la premisa de Tussam para instalar cámaras en todos los autobuses de la flota. La plantilla lleva tiempo reclamando medidas ante el incremento de los apedreamientos de vehículos, especialmente en el Polígono Sur. Desde la empresa municipal de transporte sostienen que el sistema de videovigilancia servirá para disuadir y evitar actos vandálicos o intentos de robos. Más adelante será utilizado para mejorar el servicio o conocer detalles, como el número de personas que se bajan en una parada en concreto.

El Ayuntamiento ha sacado a licitación un contrato que comprende el suministro, la instalación y puesta en funcionamiento de todos los equipos necesarios, así como el mantenimiento del sistema durante un año a partir de la recepción definitiva del mismo, prorrogable anualmente hasta un máximo de seis años más. Durante todo el periodo de la contratación, el adjudicatario estará obligado a instalar las cámaras en los nuevos vehículos que Tussam adquiera, conforme a los precios unitarios indicados en su oferta. En el expediente se admiten mejoras en el sistema de conteo de subida y bajada de viajeros; y la disponibilidad de audios en las cámaras y capacidad analítica de los mismos. Los técnicos estiman que el contrato tiene un coste de 3,4 millones (IVA incluido).

El sistema de videovigilancia será instalado en toda la flota de Tussam, formada por 410 autobuses desglosados en 284 vehículos de 12 metros; cuatro vehículos de 15 metros; 110 vehículos articulados de 18 metros; ocho midibuses de 10 metros; y cuatro microbuses de 7,5 metros. El plazo máximo para el suministro e instalación del sistema será de 15 meses a partir de la fecha de la firma del contrato.

Uno de los apartados más importantes de la colocación de cámaras en los autobuses es la protección de datos. El adjudicatario quedará obligado a garantizar la confidencialidad e integridad de los datos manejados. En este sentido, deberá sujetarse a los preceptos legales en materia de protección de datos personales recogidos en el reglamento del Parlamento europeo. La empresa no podrá sin autorización publicar noticias, fotografías o reportajes relativos a los trabajos, ni autorizar a terceros su publicación. Además, debe comprometerse a devolver los datos a la finalización o resolución del contrato; establecerá medidas de seguridad informática para que los datos no puedan conocerse por terceros; y que los empleados guardarán el debido secreto profesional con las responsabilidades inherentes a su incumplimiento.

No es la única medida aplicada para aumentar la seguridad. Hace once meses que Tussam incorporó un botón azul para que los conductores avisen en tiempo real de los ataques sufridos en sus trayectos. Una vez activado, se abre un micrófono de ambiente instalado en el autobús en el que tanto los operadores del Cecop como de Tussam pueden escuchar lo que ocurre en el interior del vehículo. La señal de alarma envía el número de autobús que ha sufrido el incidente y su localización exacta a través del sistema GPS. El aparato también permite a los operarios intervenir en la conversación si fuera necesario.

La inversión de Tussam será de 3,4 millones para instalarlas en los autobuses en 15 meses

Estas medidas de seguridad llegan después de que la Inspección de Trabajo, ante las denuncias de la plantilla sobre un repunte en los apedreamientos, suspendió provisionalmente el servicio de Tussam en las calles Luis Ortiz Muñoz, Padre José Sebastián Bandarán y Madre de Cristo (todas del Polígono Sur) hasta que se garantizara la plena seguridad para el tránsito de los autobuses. Otro altercado se produjo cuando un autobús circulaba por la avenida de las Letanías. Como consecuencia del lanzamiento de un objeto contra el vehículo, el conductor modificó el recorrido. A los pocos segundos, un viajero cogió uno de los extintores del vehículo para golpear las ventanas y la mampara delantera, causando heridas al trabajador.

Semanas más tarde, en San Jerónimo un autobús de la línea 10 detenido en la calle Corvina para la bajada de viajeros sufrió las pitadas del conductor de una furgoneta al no poder adelantarlo. Según el relato del chófer de Tussam, el conductor de la furgoneta golpeó con una pistola su ventanilla. La Policía Nacional detuvo a un varón de 37 años. En una de las reuniones celebradas este año, la Inspección de Trabajo pidió que se aplicaran las medidas reclamadas por la plantilla, como cristales laminados en las mamparas de los vehículos que presten servicio en el Polígono Sur o cámaras de vigilancia, ya en licitación.

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