Calma tensa en los autobuses

La empresa decidirá, tras estudiar los justificantes médicos de baja, si sanciona a los 200 empleados que paralizaron el servicio el martes · Las líneas de Tussam funcionaron ayer con teórica normalidad

Entrada de viajeros, ayer, a una de las líneas de Tussam con parada en la confluencia de José Laguillo con la ronda histórica.
Entrada de viajeros, ayer, a una de las líneas de Tussam con parada en la confluencia de José Laguillo con la ronda histórica.
A. S. Ameneiro

20 de noviembre 2008 - 05:03

En un ambiente de calma tensa, los autobuses urbanos de Tussam volvieron ayer a una teórica normalidad en el servicio un día después de la huelga encubierta de 200 conductores, en protesta por el suicidio de uno de los ocho compañeros expedientados por los incidentes de mayo de 2007. La tensión también se ha generado entre la familia del fallecido y la dirección de Tussam. José Luis A., que residía en Gines, fue enterrado en la localidad familiar de El Real de la Jara con la asistencia de medio centenar de compañeros.

La empresa no sabe aún si sancionará a los dos centenares de empleados que se dieron de baja al mismo tiempo, pero admite que tomará una decisión en frío cuando revise los justificantes médicos que ha exigido a todos y cada uno de los que se ausentaron de su puesto el martes18. La mayoría de los sindicatos de Tussam esperan que la cosa no vaya más allá de un descuento de un día de sueldo en la nómina.

La determinación voluntaria de tantos empleados para no ir a trabajar tuvo que ver con una invitación directa de la Agrupación Sindical de Conductores (ASC), vía octavillas y vía mensajes de móvil la tarde anterior al día del paro, recomendando darse de baja a los que "seguramente" no estaban en disposición de conducir un autobús con 150 personas después de la muerte del compañero.

La misma afirmación se trasladó la mañana del 18 a los conductores que iban a recoger su ticket y su autobús para trabajar, según fuentes de la plantilla. Este hecho demuestra que la influencia de ASC, el sindicato más votado en las recientes elecciones de la empresa, sigue siendo muy fuerte entre los conductores por más que CCOO le aventaje en delegados: ASC logró 489 votos y ocho delegados en el comité, frente a los 475 votos y nueve delegados de CCOO.

Lo peor de la huelga encubierta es que ha tensado aún más el clima laboral ya enquistado entre la plantilla y la dirección de la empresa por los incidentes de 2007, en los que 200 autobuses resultaron con las lunas rotas. Según CCOO, "la huelga ha sido peor, ha abierto brechas más grandes pese a que el diálogo hubiera dado muchos más frutos que la pura confrontación. ASC ha hecho acusaciones muy graves contra la dirección y, de forma velada, contra nosotros", lamenta el secretario general Miguel Pereira, quien asegura que una protesta pacífica habría tenido adhesiones solidarias por parte de los ciudadanos, quienes al final fueron los sufridores.

La mayoría de los sindicatos de la plantilla consultados critican la incertidumbre, el malestar y los rumores de despido que la empresa ha dejado que se extiendan durante año y medio mientras mantiene sin resolver los ocho expedientes abiertos -siete ya, tras la muerte del compañero- por la rotura de lunas de 2007. La dirección de Tussam decidió en su día congelar la solución de estos expedientes hasta que los juzgados de lo Penal den un veredicto definitivo al respecto, algo que exaspera a los afectados y alarga en exceso el logro de una paz social en la empresa. La renovación de la presidencia del comité de empresa el próximo 27 puede ser clave. De los pactos sindicales depende que ASC sea relevada en favor de los tres sindicatos restantes.

Según fuentes consultadas, el trabajador que se quitó la vida esta semana, afiliado a ASC, se hallaba sometido a una gran presión por ser uno de los tres empleados que detuvo la Policía en los incidentes de 2007 y porque su nombre constaba en el atestado policial que investiga el juzgado de lo Penal. Según las mismas fuentes, la imagen personal de José Luis ha sido utilizada por ASC en sus actos de protesta para reivindicar el archivo de los expedientes, ya que la mayoría de afectados pertenecen a este sindicato de conductores. José Luis estuvo un año de baja tras los incidentes de 2007, trabajó seis meses y volvió a darse de baja. Llevaba trabajando unos 10 días cuando decidió quitarse la vida. Sus compañeros ignoran si tenía otros problemas personales, pero coinciden en que su situación de provisionalidad tantos meses es difícil de sobrellevar. El viernes sus compañeros convocan a una marcha ciclista en su homenaje.

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