La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La lección de Manu Sánchez
La Guardia Civil detuvo el pasado viernes a nueve personas en una operación antidroga que se ha cerrado con el decomiso de 175 kilos de cocaína, el segundo mayor alijo del año después del de la banda dirigida por el torero Canito. Uno de los responsables de la organización que ha quedado desarticulada es el dueño del restaurante Los Arroces de Sevilla, situado en Sevilla Este, cuya cocina funcionaba como laboratorio en el que se cortaba la droga con otras sustancias y se preparaba para su distribución.
Este hombre, identificado mediante las iniciales P. C. P., era supuestamente el enlace en Sevilla de una organización internacional dedicada al tráfico de cocaína que importaba la droga desde Paraguay. Entre los detenidos hay dos médicos paraguayos, uno de los cuales, identificado como C. S. S., es un obstetra conocido en Iberoamérica por su experiencia en el campo de la cirugía fetal.
La droga venía a la capital andaluza desde Paraguay oculta en palés de madera y entró en España a través del puerto de Algeciras. De los diez palés que se enviaron a nombre del dueño del restaurante, sólo dos -los dos situados al fondo- venían cargados de cocaína. De esta forma, los narcotraficantes se aseguraban no ser descubiertos en las inspecciones aduaneras. La carga venía en paquetes de 250 y 400 gramos que se encontraban entre las tiras de madera que se usan como parqué para los suelos.
La droga, de una pureza próxima al 100% y de la que se podrían haber obtenido 2,1 millones de dosis, se preparaba en la cocina del restaurante, donde se mezclaba con otras sustancias. Desde aquí, parte se distribuía en Sevilla y otra parte seguía su camino hacia otras zonas de España. El restaurante servía además como tapadera y para blanquear el dinero obtenido con el tráfico de drogas. El negocio era bastante conocido en el barrio y los arroces que se servían en él habían adquirido cierta fama.
Mientras investigaban al dueño de este local, los agentes supieron que cuatro personas se habían desplazado a España desde Iberoamérica para vigilar la mercancía y controlar la entrega. Uno de ellos era el ciudadano italoargentino al que se considera el líder de la banda y los otros tres eran paraguayos. La entrega de la mercancía se hizo en una nave del polígono La Espaldilla, en Alcalá de Guadaíra, el pasado viernes. La Guardia Civil estaba controlando el polígono industrial y detuvo a nueve personas: el italoargentino, los tres paraguayos, el dueño del restaurante, tres hombres de confianza que realizaban funciones de vigilancia y el transportista de la droga. Los agentes registraron la nave, el restaurante y tres viviendas, una en el Polígono Sur, otra en la carretera de Carmona y otra en Osuna.
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