La cesión de las naves de Becas frustra los planes de la Policía Local en el centro
El inmueble que pasará a ser gestionado por Pasión sirve de almacén y parking de patrulleros y estaba previsto como futura comisaría. Vecinos del entorno de Santa Clara critican la medida.
La cesión gratuita de las naves municipales de la calle Becas a la Hermandad de Pasión causó este miércoles una profunda indignación en la Policía Local, cuyos agentes esperaban que en esta parcela se construyera la futura comisaría del distrito centro. Así se había comprometido el anterior gobierno municipal. El actual ha mantenido este inmueble adscrito a la delegación de Seguridad y, actualmente, el edificio sirve como aparcamiento para los coches y motos de la Policía Local en el distrito centro, así como para dejar los vehículos de los agentes que trabajan en este departamento durante el día, mientras los patrulleros están de servicio en las calles. Parte del inmueble está también cedido a Sando, que guarda material de obra en estas naves. Y hay también una vivienda deshabitada.
Los planes de la entidad concesionaria, que gestionará gratuitamente el inmueble por 25 años, pasan por construir en una primera fase un centro asistencial para inmigrantes y otros colectivos necesitados y, en una segunda fase, por levantar un complejo más ambicioso con una zona para enseñanza y otra lúdica, que incluye un spa. Estas obras, según consta en el expediente municipal, serían financiadas con la construcción de un parking de 160 plazas que la propia hermandad se encargaría de explotar.
De momento, el aparcamiento subterráneo es una iniciativa que está en el aire, pues ya los técnicos municipales han advertido que tendría que cambiarse el PGOU y que, actualmente, no se contempla la posibilidad de crear parkings rotatorios en el centro. No obstante, la cesión ya se ha aprobado y en el momento en que Pasión anuncie el inicio de las obras el Ayuntamiento deberá desalojar en dos meses dichas naves.
Los inmuebles presentan humedades y un estado general de deterioro avanzado. En la zona en la que se guardan las motos de la Policía, por ejemplo, una valla de tráfico hace de contrafuerte para evitar que se pueda abrir la puerta desde fuera. Los techos de uralita presentan huecos importantes, e incluso se han caído alguna vez en días de viento.
Esta parcela estaba destinada a ser la futura comisaría. Actualmente los agentes de esta unidad están divididos en dos sedes: una pequeña oficina en la que atienden al público en la misma sede del distrito casco antiguo, y otras dependencias en las que están oficinas y vestuarios en el mismo edificio de la piscina municipal. Ambos inmuebles están en la calle Crédito. En el caso del segundo, presenta importantes carencias en las medidas de seguridad necesarias para cualquier sede policial. Además, existe un grave problema de hacinamiento, puesto que un pequeño vestuario es compartido por 42 agentes. En el vestuario femenino hay filtraciones de agua y una policía se intoxicó hace unos meses al inhalar el cloro de la piscina.
El presidente del Sppme en Sevilla, Manuel Bustelo, llamó este miércoles por teléfono al delegado de Movilidad y Seguridad, Juan Bueno, para pedirle explicaciones por lo ocurrido y éste le transmitió, según su versión, que había tenido conocimiento de esta cesión por la prensa, pese a que el acuerdo fue aprobado el pasado viernes por la junta de gobierno del Ayuntamiento de Sevilla.
Bueno visitó en febrero de 2014 las instalaciones de la Policía Local en el distrito centro, pero desde entonces no ha habido ningún avance para mejorar las dependencias ni para buscar una ubicación alternativa a la comisaría.
La cesión también ha sido criticada por los vecinos del entorno de Santa Clara que este miércoles se reunieron para articular una protesta cuyo objetivo es presionar al Ayuntamiento para que revoque esta medida, que no consideran adecuada para la zona.
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