'Batalla policial' por las multas

Las multas que la Policía Local ha impuesto en las últimas semanas a una treintena de vehículos oficiales de la Policía Nacional y de agentes particulares ha desatado una guerra entre las organizaciones sindicales de ambos Cuerpos, que ayer cruzaron reproches mutuos por las actuaciones de unos y otros.

La chispa que encendió la polémica partió de la Unión Federal de la Policía (UFP), que emitió un duro comunicado en el que denunció el "acoso" y "hostigamiento" que, según sostiene, está sufriendo la Policía Nacional por parte de determinados policías locales que están multando de manera "masiva" a los vehículos oficiales y particulares de los agentes, en una actitud que este sindicato achaca a una represalia por las últimas detenciones de policías locales.

La reacción de este sindicato tiene su origen en las 30 infracciones denunciadas por el coche ponemultas el pasado día 4, cuando la Policía Local sancionó a estos vehículos por estacionar de manera indebida en las inmediaciones de la Jefatura Superior de Policía de Blas Infante. Una vez que se recogieron estas infracciones, los policías locales recibieron presiones de sus jefes para que borraran las fotografías de estos coches, pero los agentes se negaron a ello y tramitaron las multas como las de cualquier ciudadano.

La Unión Federal de la Policía (UFP) se mostró "atónita" ante la forma de proceder de los agentes locales, quienes "ocultos y prevaliéndose de los medios técnicos que los ciudadanos proporcionan para su labor de protección, se encuentran en una espiral de hostigamiento a los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía".

El sindicato recordó el dicho de "no puede haber más tontos, de haberlos, nos caeríamos al agua" para afirmar que "los más listos de esta casta de municipales se han dedicado a denunciar a troche y moche a todo vehículo existente en las cercanías de los centros policiales de la capital andaluza, por si pudieran pertenecer a miembros de esta corporación, pero, como se decía, los tontos no han reparado en que se trata de vehículos oficiales".

La UFP cree que esta forma de actuar puede ser la "manifestación del malestar reinante en el Cuerpo por las últimas detenciones de determinados presuntos delincuentes", en alusión a los arrestos producidos en diciembre pasado de tres municipales, uno de ellos por el lanzamiento de un petardo a las puertas del Ayuntamiento, que hirió a dos periodistas, y los otros dos por una presunta omisión del deber de perseguir los delitos.

El sindicato entiende que, frente a la lacra de las corruptelas policiales, los agentes de la Policía Local intentan "limpiar sus maltrechos egos sancionado a quienes los detienen y ponen a disposición judicial" mientras en la Policía Nacional se crean Unidades de Asuntos Internos para perseguir a "estos delincuentes vestidos de policías".

Las denuncias "masivas" a los coches patrulla llevan al sindicato a reflexionar sobre la "desprotección que sufre la ciudadanía en manos de municipales como los descritos, quienes sin ningún tipo de escrúpulos o deontología profesional, utilizan su capacidad sancionadora para solventar y vengar sus cuitas personales".

El episodio de las multas de tráfico no ha sido el único enfrentamiento reciente entre miembros de ambos cuerpos, ya que a finales de agosto pasado, coincidiendo con una protesta del Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (Sppme-A) al inicio de la etapa prólogo de la Vuelta Ciclista a España, se produjo un altercado con un policía local que fue denunciado porque, según la Policía Nacional, estaba grabando sus rostros con una videocámara.

El presidente del Sppme-A en Sevilla, Manuel Bustelo, defendió ayer que los policías locales no han emprendido "ninguna campaña" contra la Policía Nacional a través de las multas. Bustelo aseguró que desde hace varios meses vienen observando la "inutilidad de la UFP para subir el sueldo a los policías nacionales y dotarles de mejores medios materiales", por lo que, en su opinión, con estas críticas el sindicato sólo pretende "tapar sus frustraciones echándole porquería a la Policía Local".

El responsable del Sppme-A, que no entró a valorar el calificativo de "tontos" que empleó la UFP, negó rotundamente que los policías locales actúen en represalia porque, según dijo, "el coche ponemultas no discrimina si el vehículo que infringe la ley es de un policía nacional o no". Bustelo aseguró que incluso este vehículo ha sancionado a coches de compañeros de la Policía Local. "Nosotros ni pretendemos ni deseamos un enfrentamiento con la Policía Nacional, un Cuerpo con el que tenemos que convivir a diario por motivos profesionales", aseveró el representante sindical, que añadió que son los agentes nacionales los que llevan desde hace algún tiempo provocando a los municipales. Bustelo recordó que a mediados del mes pasado se produjo otro incidente porque un policía nacional que estaba tomando café en un bar se negó a retirar un coche que estaba mal estacionado cuando fue requerido por un policía local que estaba sancionando a otros coches particulares. Según el responsable del Sppme-a, el policía nacional respondió de una manera airada, animando al policía local a que llamara incluso a la grúa. "No hay ninguna campaña contra la Policía Nacional porque también hay policías locales multados", concluyó Bustelo.