Ayuntamientos solventes
Los municipios que han llegado a la crisis en una situación de solvencia coinciden en que no hay una receta mágica y que las medidas urgentes no son la clave. No se trata de cómo lo hacen, sino de cómo lo han hecho en los años de bonanza.
Con la avalancha de noticias sobre ayuntamientos que no pagan nóminas, que preparan expedientes de empleo o que para afrontar la deuda con proveedores se han reducido a lo mínimo, los que sortean la crisis sin grandes incidencias pasan desapercibidos. Pero poniendo el foco en la situación económica de algunos, queda claro que no es fruto de decisiones precipitadas, sino de una gestión de años. Han tenido estabilidad y si ha habido cambio de gobierno, la herencia económica no ha sido un hándicap o han tomado decisiones a tiempo. Tienen convenios de personal moderados y cumplen con que el dinero del urbanismo fue a inversiones.
A veces a equipamientos costosos que les obligarán a replantear proyectos insuflados en años de bonanza. El recurso a los créditos -los intereses asfixian a municipios de distinto tamaño y comarcas- ha sido moderado. Hacen frente a los mismos problemas -menos dinero y una ingente población en emergencia social que les reclama ayuda-, aunque han podido mantener el empleo y los servicios. Como se resume desde La Rinconada, el Ayuntamiento logra mantenerse como "motor y no como un lastre" para el municipio.
Dos Hermanas
Con 137.000 habitantes, la segunda ciudad de Sevilla no ha tenido que ir al plan de pago a proveedores. Cierra presupuesto con superávit. No es sólo una cuestión de que Dos Hermanas sea grande. Hay municipios con un peso similar y una situación económica mala o crítica. Sus gastos son acordes a los recursos que genera. Según el edil de Hacienda, Francisco Rodríguez (PSOE), el 96% de los ingresos proceden de impuestos directos o indirectos y algo más de un 32% de las transferencias corrientes del Estado y de la Junta. Esta moderada dependencia es inusual. El Impuesto de Actividades Económicas no es la clave, sólo lo pagan empresas que facturan más de un millón de euros al año y con domicilio fiscal en el municipio.
Tiene créditos a largo plazo, unos 21 millones, pero los intereses suponen el 0,57%. El edil insiste en que el equilibrio no es fruto de un día, sino de una gestión "rigurosa" de años. El ser unos pagadores eficaces -a 40 días- les ha ayudado, por ejemplo, a contratar servicios a la baja, con ofertas rebajadas del 30% y el 40%, que han aumentado con la crisis.
En personal -hay unas 1.400 personas de forma estable en el Consistorio-, salarios y convenios han sido comedidos con subidas que rara vez superaban el IPC. Lo que era un agravio con otros les ha favorecido. La mayoría de los ingresos por urbanismo se cobraron con suelos en zonas de expansión. En dinero, se han quedado por debajo del millón de euros, al margen de los ingresos por licencias de obras, que se han reducido a cero y, con ellos, las inversiones.
Con tanto suelo público, la apuesta política del gobierno ha sido implicarse de forma directa en planes urbanísticos ambiciosos, para favorecer la VPO o alentar la llegada de empresas. Un ejemplo es Entrenúcleos (el área en el que se deben unir el núcleo histórico y Montequinto) cuyo bulevar, con el nombre de Felipe González Márquez, está terminado y es una ciudad fantasma. Sin viviendas. Es ahí, donde pone el acento la oposición pensando en los problemas que se darán si la situación no mejora. IU recuerda que los créditos del Ayuntamiento proceden de esas inversiones, que el resto de promotoras no están respondiendo y que se tendrá que plantear un cambio de modelo. Los vecinos que iban a contribuir a mantenerlos no han llegado. Para el PP estos "proyectos faraónicos", como la Ciudad de la Energía, serán un lastre que va a obligar a subir impuestos y tasas. Dos Hermanas tiene uno de los niveles impositivos más bajos. Modificarlos cuando la situación para las familias es peor y en una ciudad muy castigada por el desempleo en la construcción, puede ser controvertido ahora.
La Rinconada
La Rinconada tampoco tiene deudas con sus proveedores. Ni bancarias. Sus cuentas de 2011 arrojan un remanente positivo de 700.000 euros, a pesar de que su presupuesto pasó de 71 millones en 2008 a 49 este año. Mantiene a unas 500 personas en nómina. No hay previstos despidos y el convenio de personal "contenido" sigue en vigor, cuando otros ayuntamientos han tenido que echar por tierra las prestaciones que recogieron y no pueden pagar. El alcalde, Javier Fernández (PSOE), pone el acento en la estabilidad política y en que llevan mucho tomando decisiones, con la "eficacia y la eficiencia" como premisa. Se han analizado el coste de los servicios, cómo abaratarlos y han intentado un equilibrio entre lo que valen y lo que se cobra, antes de tener que hacer una subida desproporcionada. El urbanismo ha ido a inversiones, no a gasto estructural. Incorpora además el término "realismo" a la hora de elaborar cuentas, según los ingresos que se iban recibiendo, para evitar descuadres. Todo ello, "sin echar las campanas al vuelo", porque la situación es difícil y habrá que seguir actuando.
En La Rinconada la oposición pone el acento en que las políticas urbanísticas ambiciosas pasarán factura. IU cree que en la situación desahogada han influido los "buenos convenios" firmados, aunque desde su perspectiva terminen repercutiendo en el precio de las viviendas, y considera que proyectos como el Pago de En Medio -el equivalente rinconero Entrenúcleos, que unirá su casco histórico con San José- es una losa. Desde el PP se habla de que "se ha soplado la burbuja" y hay pendiente una sentencia sobre el precio de las expropiaciones de la zona, que le podría costar al Consistorio 18 millones, a medias con la Junta. La espada de Damocles de la economía municipal.
El gobierno local dice que puede afrontarlo. Y que La Unión es un proyecto de futuro, aunque haya que redimensionarlo en el tiempo. "Se han invertido 20 millones en esa urbanización, que debía estar antes que las viviendas, que ya usan muchos vecinos, no vamos a abandonar por 60.000 ó 70.000 euros al año que cueste mantenerla, aunque intentando ajustarlo al máximo".
Tomares
El Ayuntamiento de 21.000 habitantes sí ha tenido que presentar un plan de ajuste para pagar cinco millones a proveedores, con la ventaja de que no tenía otras deudas financieras, las liquidó en 2011. A pesar de que ha aumentado su plantilla desde 2007, cuando el PP recuperó la Alcaldía, no hay previstos despidos ni ajustes dramáticos. Recibió una herencia en positivo cuando se hizo con el gobierno -según recuerdan el PA y el PSOE- 18 millones de euros por el PGOU. Pero también, puntualiza el edil de Hacienda, Miguel García, 2,7 millones de liquidación negativa en el presupuesto y 1,5 millones en créditos. El dinero del PGOU fue a inversiones, muchas competencias de la Junta, como el comedor en los colegios. Sigue manteniendo conserjes, logopedas de apoyo, profesores de inglés o transporte escolar.
Entre las fortalezas de Tomares está la elevada recaudación vía impuestos, que garantiza unos ingresos determinantes ahora. Una revisión catastral colocó el precio de las viviendas entre los más caros de Sevilla, aunque el gravamen municipal es bajo. García confía en que no habrá que hacer grandes sacrificios de cara al futuro, a pesar de que la oposición le reprocha el que haya nueve ediles liberados. El plan de saneamiento calcula que lograrán 4,5 millones de superávit al año.
Salteras
Salteras tuvo que acudir al plan de proveedores con una cantidad casi simbólica en comparación con otros, 300.000 euros y por problemas de tesorería. Las administraciones, sobre todo la Junta, se retrasan en el pago de servicios que asume el Ayuntamiento. La situación económica es mala, "estamos bien sólo en la comparación", insiste en alcalde, Antonio Valverde (PSOE), que cita como claves de esa ventaja que el dinero por urbanismo fuera a inversiones necesarias. El Plan E se usó ya para abaratar los costes de la piscina climatizada. Esa misma visión de futuro es lo que ha llevado al Consistorio de 5.300 vecinos a hacer cuentas y ver que son necesarios ajustes más allá del plan ya aprobado para mantener la solvencia, los servicios y el personal, sin comprometer las nóminas. Se va a proponer a los laborales volver a las 35 horas con una rebaja salarial del 6%.
Junto a los citados, hay otros municipios más pequeños, como Alcolea, Pruna, Villanueva de San Juan o El Ronquillo, que en 2011 no tenían deudas bancarias. Algunos no han tenido que ir al plan de pago a proveedores. Pero la situación sigue siendo minoritaria.
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