El Ayuntamiento revela un desfase de 34 millones en las obras de Fibes
El desencuentro entre Urbanismo y la UTE por la justificación de una partida de 12 millones tiene los trabajos casi paralizados · El gobierno local advierte que sólo pagará facturas que estén "conformadas".
Las obras de ampliación del Palacio de Congreso y Exposiciones (Fibes) están suponiendo un verdadero quebradero de cabeza para el nuevo gobierno municipal. El delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, aseguró ayer que existe un desfase de 34 millones de euros en el coste de los trabajos, un incremento que el Ayuntamiento no está dipuesto a asumir sin justificación. La fecha de terminación del nuevo pabellón y auditorio está en el aire debido a la ralentización que sufre la obra que, según Vílchez, no se ha paralizado en ningún momento.
El proyecto del arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra se adjudicó por 66 millones de euros a la UTE constituida por Acciona, Heliopol e Inabensa. Dicho coste, según el Ayuntamiento, se ha elevado a los 100 millones, es decir, un 51,52% más de lo presupuestado. Los últimos incrementos de este desfase están relacionados con varias certificaciones que debe el Consistorio a la adjudicataria de las obras. La cantidad exigida por la UTE difiere bastante del incremento fijado en su día por Vázquez Consuegra, que limitó el coste adeudado a tres millones. Sin embargo, la adjudicataria exige que se le paguen 12 millones.
Urbanismo solicitó en julio a la UTE un informe donde se detallara exhaustivamente dicho incremento, análisis que aún no ha sido recibido en dependencias municipales, según aseguró ayer Vílchez en un comunicado. Estos 12 millones son la causa del enfrentamiento entre el Ayuntamiento y la adjudicataria, motivo que ha ralentizado el ritmo de los trabajos hasta casi paralizarlos.
Por contra, la versión ofrecida ayer por fuentes técnicas de la obra a Europa Press difiere de la municipal. En este sentido, se ratifican en los 12 millones que están "pendientes de resolver", pero añaden otra cantidad que es la que habría provocado que los trabajos hayan disminuido su ritmo de ejecución. Se trata de una deuda de ocho millones en certificaciones de obras ejecutadas y autorizadas por los técnicos que el Ayuntamiento ha dejado de pagar a la UTE. Este impago es lo que ha provocado la ralentización al no poderse hacer frente a la nómina de los trabajadores, por lo que ha descendido el número de operarios que intervenían en dichas labores.
El Ayuntamiento, por su parte, añade que se han solicitado dos informes más a la UTE para un mejor control de las obras. Uno de ellos está relacionado con el desprendimiento de varias planchas de aluminio que recubren el techo y paredes del nuevo auditorio, un desperfecto del que se pide una explicación por escrito. El otro informe está encaminado a disminuir los gastos que se puedan originar hasta el final de la obra. El titular de Urbanismo señala que se ha pedido a la adjudicataria "que detalle en un informe de qué partidas se puede prescindir porque realmente no sean necesarias y en cuáles se pueden abaratar costes".
Víchez advierte que la corporación local "no está dispuesta a pagar facturas que no estén conformadas". No obstante, la Delegación de Urbanismo hace hincapié en "la apuesta decidida por Fibes", razón por la cual desde que Zoido tomó la Alcaldía hay un técnico municipal supervisando el desarrollo de la obra a diario.
En el comunicado, no obstante, se evita fijar una fecha de terminación de los trabajos. A las pocas semanas de que el PP llegara a la Alcaldía se habló de que las obras concluirían a finales de año, objetivo que el delegado de Economía y Empleo, Gregorio Serrano, puso en entredicho días después. Lo que está claro es que a día de hoy no se sabe cuándo el auditorio y el nuevo pabellón de Fibes estarán disponibles, con el perjuicio que esta incertidumbre ocasiona en el sector turístico.
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