El Ayuntamiento podará 69 palmeras del Alcázar ante el riesgo de desplome
Árboles Alcázar
Los técnicos detallan en un informe que todos los árboles presentan un exceso de peso que puede provocar la fractura del tallo
El Ayuntamiento podará todas las palmeras del Real Alcázar ante el riesgo que suponen para los numerosos turistas que acuden todos los días al segundo monumento más visitado de la ciudad tras un informe de los técnicos en el que se advierten que cuentan con un exceso de peso que puede provocar la fractura de su tronco con la consiguiente caída al suelo. El Patronato del Real Alcázar adjudica este contrato de mantenimiento de esta especie de arbolado dos semanas después de que ocho personas resultasen heridas tras desplomarse una rama de gran tamaño sobre un grupo de visitantes.
En el expediente redactado por el Patronato del Real Alcázar se justifica la intervención en que "dadas las fracturas por exceso de peso, particularmente significativo en la mayoría de ejemplares de palmeras de gran altura (con angulaciones y estrechamientos) nos encontramos con ejemplares con gran cantidad de hojas e inflorescencias en la corona, lo cual provoca por un lado la caída indiscriminada de hojas secas y por otro lado un exceso de peso que puede provocar la fractura del estípite y ocasionar graves accidentes". Los técnicos detallan que las roturas por exceso de peso son particularmente significativas en las palmeras con más altura y tallos estilizados, aunque en ocasiones con una acusada inclinación.
El Patronato del Real Alcázar sacó a concurso hace un mes la licitación al no disponer ni del personal ni los medios materiales necesarios para la poda de las palmeras. La actuación se centrará en la totalidad de las palmeras canarias (phoenix canariensis) y palmeras datileras (phoenix dastylifera) situadas en distintos puntos de los jardines del palacio. La empresa Grupo Solver S. L., adjudicataria del contrato por 3.337 euros IVA incluido, podarán 69 palmeras mediante el sistema bicicleta (16 phoenix canariensis y phoenix dastylifera). Los trabajos deben esta realizados en un plazo máximo de tres meses a partir del siguiente día en que se produzca la comunicación de la resolución de adjudicación.
Para cubrir los riesgos de responsabilidad civil de cualquier índole a su cargo, la adjudicataria suscribirá una póliza que deberá permanecer vigente durante la duración del contrato. Ésta deberá asegurar un importe mínimo de 200.000 euros (IVA excluido) y especificar expresamente que el Patronato y su personal dependiente son asegurados sin perder su condición de terceros. En el expediente se fijan unas normas generales para la poda: "Se procurará ejecutar los cortes desde abajo para arriba, éstos serán oblicuos procurando que los últimos realizados queden protegidos por un anillo de peciolos que eviten el desgaje y caída. Se retiraran las inflorescencias y frutos existentes. Dado que los troncos de las palmeras no tienen capacidad de rebrote, la poda de palmeras como tal se entiende como eliminación de hojas, hijuelos, inflorescencias e infrutescencias. Debe tenerse cuidado de no dañar el cogollo de la palmera".
A la espera del informe definitivo, el gobierno socialista cree que el accidente que provocó ocho heridos por la caída de la rama de un árbol fue un "episodio fortuito" e "imprevisible". Así lo confirmó el director general de Medio Ambiente, Parques y Jardines, Adolfo Fernández. No obstante, expertos y técnicos vinculados con la investigación no descartan que el desprendimiento de la rama esté relacionado con el calor. En total ocho personas de un mismo grupo, todos ellos vecinos del distrito Macarena, resultaron heridas cuando, antes de comenzar su visita al Real Alcázar, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1987, mientras estaban concentrados en el Patio del León, la rama de un árbol se desprendió, cayendo sobre ellos. El árbol afectado pertenece a la especie ceiba speciosao palo borracho, que fue donado por Argentina a la ciudad de Sevilla con motivo de la Exposición de 1929.
Más de un millar de árboles en mal estado
En Sevilla hay más de 1.000 árboles en riesgo de caída. Se trata de la cifra aportada a finales de febrero por el delegado de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz, cuando compareció para anunciar el nuevo contrato para el cuidado de las zonas verdes, que entró en vigor el pasado 1 de marzo. Cuando el PSOE llegó a la Alcaldía, hace ahora tres años, en la ciudad había 2.500 árboles en nivel 4, el estado más crítico y en el que la tala resulta obligatoria para evitar incidentes como el ocurrido hace dos semanas en el Patio del León del palacio mudéjar. Dicha cantidad se extrajo de un informe encargado por el equipo de Juan Espadas a los técnicos de Parques y Jardines. Desde entonces la caída de ramas y árboles ha sido una constante. Especialmente en verano. En 2017 el ahora candidato a la Alcaldía hispalense por el Partido Popular, Beltrán Pérez, convirtió este asunto en un motivo de constante enfrentamiento con el gobierno socialista. Unas críticas que tuvieron su culmen con la caída de una almena de la muralla almohade tras venirse abajo una rama de considerables dimensiones junto al bar Pastora, cerca del Arco de la Macarena.
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