El Ayuntamiento planea una nueva peatonalización en el centro
Un esbozo del proyecto para la Magdalena ha sido ya mostrado a los afectados con la idea de iniciarlo en unos meses. La clave: ordenar los usos de la plaza y crear un eje para revitalizar la zona.
El Ayuntamiento ha iniciado ya las conversaciones con vecinos y comerciantes para poner en marcha una importante reforma urbanística y paisajística en la plaza de la Magdalena, en pleno centro. El proyecto supone la peatonalización de la zona, una política iniciada en los anteriores mandatos y de la que, hasta la fecha, había huido el actual gobierno municipal del PP.
Según ha podido saber este periódico, aunque la restricción al tráfico rodado no sería total, por la necesidad de mantener las dos paradas de Tussam que actualmente ocupan la plaza y por el paso obligado a garajes de la calle Murillo, el tráfico sería muy limitado y el espacio cambiará de estética, pues la idea es unificar con un pavimiento único, un único nivel de solería, el espacio delimitado entre las entradas de Méndez Núñez, San Pablo, Murillo, San Eloy, O'Donnell y Rioja.
La intervención daría realce a la fuente que se sitúa en el centro de la plaza y que ya ha sido objeto de anteriores restauraciones por parte del Ayuntamiento. Este elemento data de 1844 y tiene un evidente valor patrimonial. Y, sin duda, también permitiría ordenar los usos de este espacio céntrico, pues la intención del gobierno local es situar en un lateral las paradas de buses y la zona de carga y descarga para despejar la zona y convertirla en una prolongación de la ya peatonalizada O'Donnell, una vía que necesita ser revitalizada, y también San Eloy. Quedaría incluso espacio para una zona de ocio y para mantener otra ajardinada.
El gobierno local inició hace algo más de un mes la toma de contacto con los principales afectados, básicamente, comerciantes, pues su intención es consensuar este proyecto y evitar protestas como las que se produjeron en la cercana calle O'Donnell hace ahora una década. Uno de los principales obstáculos con los que se topa el proyecto es la necesidad de mantener una zona importante de carga y descarga en la plaza, desde donde se reparte a numerosas calles comerciales del casco antiguo. Además, el objetivo sería minimizar el impacto de las obras. Para ello, la fecha ideal para acometerlas sería en verano, pues se supone que éstas se prolongarán varios meses.
De cualquier manera, tanto el proyecto definitivo como los plazos aún no están definidos, pues el proyecto está en fase muy embrionaria, según fuentes de Urbanismo. Pero también es cierto que la intención municipal sería llevarlo a cabo en este mandato.
La idea inicial, según ha podido saber este periódico, era proyectar una peatonalización mayor, que abarcaría también la calle Méndez Núñez, desde la Plaza Nueva, y la calle San Pablo, hasta la altura de la iglesia de la Magdalena. Ello permitiría la creación de un eje peatonal para unir Triana con el centro y aliviar el colapso de tráfico que sufre en determinadas franjas horarias Reyes Católicos. La intervención en la Magdalena sería, por tanto, una especie de puerta de entrada desde Triana, a través de esta avenida, al casco antiguo.
No obstante, este ambicioso proyecto se escapa de las posibilidades actuales del gobierno local, que no podría embarcarse en una obra de esta envergadura en estos momentos, sobre todo, por el montante económico que supone y por la negociación previa que requiere también este tipo de restricciones al tráfico y la reordenación de la circulación que conlleva.
La idea, no obstante, no es nueva ni exclusiva del gobierno de Juan Ignacio Zoido. El proyecto forma parte de las peatonalizaciones que quedaron pendiente en el anterior gobierno de Alfredo Sánchez Monteseirín, que sí acometió la transformación de la Avenida de la Constitución y la calle Asunción, pero no la prevista en el eje Magdalena-Méndez Núñez-O'Donnell. Ésta última se planteó exactamente en 2001. Lo único que se llevó a cabo en los anteriores mandatos fue la semipeatonalización o peatonalización flexible de esta última vía, un proceso que no estuvo tampoco exento de críticas: los comerciantes acabaron por oponerse a la reapertura al tráfico después de muchos tiras y aflojas, pero los mayores opositores fueron los taxistas, que no veían alternativa viable para llegar a la Campana.
De hecho, la intención al cerrar O'Donnell era posibilitar la aparición de un nuevo centro comercial abierto. Es más, la idea primitiva preveía la celebración de desfiles de moda, teatro y conciertos en plena vía, como se hace desde hace unos años en la calle Asunción, en Los Remedios. Y ahora, el gobierno local del PP, perseguiría lo mismo con esta céntrica vía, donde se suceden las apertura y cierres de comercios. En definitiva, como se hizo en anteriores mandatos, humanizar calles y zonas de la ciudad que están perdiendo cotización en los últimos años.
Hasta ahora, éste no es el único proyecto de peatonalización anunciado por el gobierno de Zoido. Ya antes se programó la reurbanización de Almirante Lobo y del entorno de la Macarena. Y se abrió tímidamente el debate sobre el cierre de la calle Betis.
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