El Ayuntamiento busca inversores para San Nicolás Oeste tras su desbloqueo

Urbanismo

El plan parcial recoge la ordenación pormenorizada de unos terrenos junto al aeropuerto que suman casi 1,5 millones de metros cuadrados y contarán con usos terciarios y residenciales

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Estado actual de los suelos de San Nicolás Oeste, entre la barriada de Valdezorras y el norte de la autovía A-4.
Estado actual de los suelos de San Nicolás Oeste, entre la barriada de Valdezorras y el norte de la autovía A-4. / José Ángel García

San Nicolás Oeste regresa a la actualidad. El Ayuntamiento aprobó hace unas semanas de forma inicial el nuevo documento para la ordenación pormenorizada de una bolsa de suelo urbanizable de forma irregular situada entre la barriada de Valdezorras y el norte de la autovía A-4. Desde el gobierno municipal sostienen que “con este paso, desbloqueamos el futuro de esta zona de la ciudad como área de atracción de actividades económicas en las proximidades del aeropuerto”.

El plan parcial que se encuentra en tramitación con esta aprobación inicial ha sido elaborado y presentado por los propietarios de los suelos constituidos en junta de compensación, que asumieron la anulación en 2018 de otro anterior del 2013 por una sentencia judicial. Arrancado de nuevo el proceso, el nuevo documento ordena detalladamente unos terrenos que suman 1.431.254 metros cuadrados de superficie, cuyo uso global previsto es el de actividades productivas, si bien también incluye otros usos pormenorizados como industria y almacenamiento, servicios avanzados, terciarios, gran superficie comercial, estación de servicio y residencial.

En el documento se propone la ordenación detallada del sector con la definición de la estructura viaria, la calificación de los distintos usos y descripción de éstos, la definición de espacios libres, así como de los equipamientos y las dotaciones para aparcamientos. La ordenación se apoya en importantes elementos del sistema general viario y de espacios libres interiores del mismo, como son el distribuidor urbano Miraflores-Guadaíra, la Ronda Urbana Miraflores-Ranillas y el parque de San Nicolás. Estos espacios libres se sitúan precisamente como zonas de transición entre los usos de actividades productivas y los restantes.

El desarrollo más específico de los ámbitos con las parcelas que acogerán los distintos usos se realizará posteriormente a través de un estudio de detalle, en el que se establecerán también los volúmenes de la zona residencial y se definirán las parcelas destinadas a vivienda libre, vivienda protegida, zona verde y viario interior.

“La tramitación de este nuevo plan parcial que ahora se inicia pone de relieve el interés de propietarios y Ayuntamiento por desarrollar urbanísticamente la zona, que se encuentra en una disposición óptima para convertirse en una oferta cualificada de suelos para actividades económicas, reforzando el eje productivo que se está consolidando en torno al aeropuerto, cuya proximidad es una oportunidad para el desarrollo de actividades logísticas, terciarias y comerciales”, apunta el equipo del alcalde socialista Antonio Muñoz.

La maraña burocrática provocó que Ikea desistiera de abrir una segunda tienda en Sevilla

Este proyecto urbano se asienta también sobre un proyecto de trazado de un nuevo viario para acceder al sector, redactado y aprobado por el Ministerio de Fomento. Este nuevo enlace parte de la remodelación del nudo entre la carretera SE-20 y la Autovía A-4, planteando un nuevo trazado que resuelve la falta de conexión viaria adecuada habida hasta el momento para acceder a parcelas como estas de San Nicolás Oeste y otras como las del Buen Aire y el Higuerón Sur. Su coste está estimado en 21 millones de euros.

Tanto este proyecto de nuevo trazado viario como el propio plan parcial que se ha iniciado abren la puerta a la transformación de este ámbito en un nuevo polo de atracción de actividad económica y de captación de nuevas inversiones para la ciudad. Previamente a la aprobación inicial del documento se han solicitado y recibido todos los informes de los distintos organismos con intereses afectados por este futuro desarrollo. Tras este paso, el texto deberá someterse a aprobación provisional y definitiva en unas semanas.

La maraña burocrática fue el principal motivo para que Ikea enterrara hace más de un lustro el proyecto de abrir una segunda tienda en Sevilla. La multinacional sueca se cansó de esperar a que se den las condiciones adecuadas para abrir un centro de esas características. En su decisión, comunicada por escrito a los propietarios que forman la junta de compensación, planteaba su objetivo de llegar a acuerdo amistoso para resolver el pacto alcanzado en su día para explotar los terrenos. Fuentes relacionadas con la operación recordaron que el proyecto estaba empantanado desde 2011 y que no sólo no dejó de toparse con escollos administrativos, sino también con un cambio sustancial de las circunstancias.

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