El Ayuntamiento se impone y logra más servicios mínimos
Huelga indefinida en Lipasam
La negociación sigue en punto muerto, El gobierno descuadra a los sindicatos y les exige responsabilidad para que asuman el preacuerdo firmado en abril y para que cese el vandalismo
Las calles de Sevilla siguen acumulando basura, más de 3.000 toneladas, a la espera de una solución a un conflicto que se inició hace seis días y que continúa sin visos de solución. La dirección de la empresa municipal Lipasam mantiene una postura firme e inflexible que ha descolocado a los propios sindicatos que no tenían previsto que la huelga se dilatara tanto tiempo, pues nunca antes había ocurrido. De hecho éste es ya el paro más largo que se recuerda en el servicio de limpieza de Sevilla.
La negociación no se ha retomado oficialmente desde que el pasado sábado el comité de empresa se levantara de la mesa y optara por iniciar la huelga. El Ayuntamiento de Sevilla cree que no hay motivos para hacerlo, lo que explica su postura de extrema firmeza. Y su argumento es muy claro: los trabajadores firmaron el pasado 2 de abril un preacuerdo que contemplaba la aplicación de las 37,5 horas de jornada semanal en Lipasam y una reducción del 5% de gastos de personal, requisitos exigidos por el plan de ajuste acometido por el Ayuntamiento de Sevilla; y nada ha cambiado hasta la fecha. Así, el gobierno local insiste en que no aceptará otras condiciones que las que ya se pusieron hace diez meses sobre la mesa. Y que lo único que se puede negociar, y en eso está abierto al diálogo, es en ver de qué manera se ejecutará ese recorte salarial, una cuestión que quedó abierta. Los trabajadores rechazan esa reducción salarial porque consideran que la empresa ya ha ahorrado costes y se oponen también a que la ampliación de la jornada laboral repercuta en los descansos programados en Semana Santa, la Feria de Abril o la Navidad, porque eso afectaría a las contrataciones eventuales que Lipasam promueve en estas fechas.
Pero hay otra condición más que impone el Ayuntamiento de Sevilla para sentarse con el comité de huelga: que cesen los actos vandálicos registrados en los últimos seis días y que han ido agravándose hasta el punto de que algunos días, como el jueves, ardieron a plena luz del día hasta seis contenedores, con el riesgo que supone para las personas. El gobierno cree que este vandalismo es obra de la plantilla de Lipasam y ha llegado a asegurar que tiene identificado a tres trabajadores, un extremo que niega el comité de empresa.
Según esto, la negociación se retomará el día que el parte que elabora a diario Lipasam no recoja ninguna incidencia y demuestre que se han podido cumplir todos los servicios mínimos.
En este sentido, el Ayuntamiento de Sevilla celebró ayer que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía le haya dado la razón y le haya autorizado a aumentar hasta el 30% los servicios mínimos en los talleres, frente al 3% estipulado por la Junta. Esto permitirá que se subsanen todas las incidencias y que se aumente la cantidad de residuos retirados a diario de la vía pública, atendiendo las zonas más prioritarias y los avisos. Hasta ahora se ha retirado una media del 22,7% de la basura acumulada en la calle y, según los informes de los técnicos, aún no hay un riesgo para la salud, pese al desagradable olor que inunda algunos barrios.
Frente a la postura inflexible de Lipasam, el comité de empresa advirtió ayer que no se "doblegará" y recordó que sigue esperando una llamada. "Nadie se ha dirigido a nosotros, aquí no hay fontaneros, ni intermediarios, estamos como el primer día", apuntó Antonio Bazo, presidente del comité de empresa, dominado por el sindicato CCOO. Los sindicatos, también UGT y CSIF tienen representación, apuntaron ayer que debe encontrarse una solución.
En este sentido, el líder de la oposición, el socialista Juan Espadas, pidió al gobierno local que deje de "cargar las tintas" cada mañana y comience a negociar una salida. Para el PSOE, este conflicto no se resuelve en el seno del comité: "La ciudad necesita un acuerdo, necesita que su alcalde se ponga de acuerdo con el comité de empresa", insistió Espadas.
Zoido volvió a reunirse ayer con su equipo, esta vez con los delegados de distrito, para coordinar la atención a los sevillanos durante la huelga. Su posición es muy fuerte y, además, amenaza con debilitar en breve la de los sindicatos.
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