El Ayuntamiento busca financiación europea para acabar con El Vacie
El proyecto se incluye en el programa que Sevilla presentará para optar a 15 millones de los fondos Feder Plantea usar las naves de Renfe como centro cultural y económico
El Ayuntamiento de Espadas quiere acabar con El Vacie. Ya lo adelantó a este periódico el delegado de Bienestar Social, Juan Manuel Flores, al poco tiempo de que el PSOE se hiciera con el gobierno de la ciudad. Ayer fue la responsable municipal de Economía, Comercio y Relaciones Institucionales, Carmen Castreño, la que volvió a incidir en dicho objetivo durante la presentación del programa que se elevará al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas con el fin de obtener 15 millones de euros de los fondos Feder. Entre los proyectos que conforman dicho plan se encuentra el uso cultural y económico que se le quiere dar a las naves de Renfe que están abandonadas en San Jerónimo.
Transcurrió casi media hora hasta que Castreño se refirió al Vacie como uno de los objetivos que persigue el programa de Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (Edusi) para ser financiado con fondos europeos. La delegada de Economía se refirió al poblado chabolista en respuesta a un periodista que preguntó si los proyectos contemplaban acabar con dicha situación, a lo que la concejal socialista contestó afirmativamente. La infravivienda supone una de las líneas de actuación del referido programa y uno de los motivos de la actuación en los distritos Macarena y Norte.
Esta enorme área, desde San Jerónimo hasta el Hospital Virgen Macarena y en la que viven 74.000 personas, la integran algunas zonas en riesgo de exclusión social, como El Vacie, La Bachillera, el Polígono Norte y Los Carteros, cercanos, por otro lado, a polígonos industriales. La desconexión de ciertos barrios con la ciudad, las dificultades en las que viven muchos colectivos y el mal estado de algunas infraestructuras públicas constituyen los principales motivos por los que el gobierno socialista finalmente se ha decantado por crear un banco con 72 proyectos específicos para la zona. La ejecución de estas propuestas se eleva a 60 millones de euros. De esta cantidad, el Ayuntamiento intentará que 15 procedan de la próxima convocatoria de los fondos Feder, para cuyo desarrollo la Administración local aportaría 3,7 millones. Ahora queda que los ciudadanos de los barrios decidan cuál de las propuestas es prioritaria. Con tal fin, ayer ya se organizó una reunión con entidades y vecinos de la zona norte de Sevilla en el centro cívico de San Jerónimo. A estas sugerencias ciudadanas se sumarán otras que lleguen a través de la página web municipal www.sevilla.org.
La participación ciudadana es uno de los requisitos exigidos por Europa para que los programas opten a la financiación. El 13 de enero se presentará la propuesta al Ministerio de Hacienda y Administración Pública, que decidirá qué ciudades reciben los fondos a través de un proceso de concurrencia competitiva. La forma de elección varía respecto a otras convocatorias, así como los fines que la inspiran. Hasta ahora, estaban enfocados a la construcción de infraestructuras públicas, pero en adelante primarán los proyectos que supongan la creación de empleo.
Éste es el fin principal que persigue el programa Edusi de Sevilla, a los que se añaden -en palabras de Castreño- la movilidad sostenible, la administración electrónica, la eficiencia energética, la economía baja en carbono eléctrica, la economía digital y la acción social. En un plano más concreto, la delegada municipal destaca entre los propuestas planteadas el provecho del patrimonio industrial, como las naves abandonadas de Renfe en San Jerónimo, de las que se quiere sacar provecho cultural y económico con la instalación de actividades relacionadas con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). También se apunta a la creación de nuevas líneas de transporte público y de carriles bici, la renovación del alumbrado público para hacerlo más eficiente, la rehabilitación de viviendas en barrios como La Bachillera para que cumplan, entre otros requisitos, con la eficiencia energética, y la reducción de la contaminación acústica y ambiental en determinadas zonas que soportan un gran tráfico diario. Este ambicioso programa cuenta con un periodo de ejecución de seis años, por lo que ha de concluir en 2022.
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