El Ayuntamiento dota a la Policía de más blackberries para las multas
El Consistorio adquiere en total 140 teléfonos móviles de última generación para acelerar la gestión de las multas de tráfico. Los aparatos están conectados con los ficheros de la Agencia Tributaria.
El Ayuntamiento de Sevilla está potenciando el uso de la tecnología para combatir las infracciones de tráfico. El Consistorio ha adquirido 140 teléfonos móviles de última generación, de la marca Blackberry, con las que se está dotando a las distintas unidades de la Policía Local, según informaron este miércoles a este periódico fuentes municipales. Mediante estos aparatos, las denuncias impuestas por los agentes aparecen directamente inmediatamente en los ficheros de la Agencia Tributaria, con el consiguiente ahorro en los trámites burocráticos.
La adquisición de las blackberries comenzó hace aproximadamente dos años, cuando el Ayuntamiento compró 16 unidades y las tuvo en periodo de prueba durante unos meses. Esos primeros aparatos fueron enviados a la unidad de Tráfico-Motoristas, que las probaron sobre todo en la zona centro contra la doble fila. Pronto se comprobó que los teléfonos ofrecían muy buenas prestaciones para el trabajo policial. Al estar conectados con la base de datos del Ayuntamiento y de la Dirección General de Tráfico, los agentes podían conocer todos los datos del coche y su propietario solamente introduciendo el número de la matrícula, sin tener que recurrir a la consulta a través de la emisora y de un compañero que se encontrara en la Jefatura realizando esta gestión.
Además, los teléfonos ofrecen una mayor garantía jurídica para las multas, ya que el policía puede tomar una fotografía del vehículo infractor y adjuntarla a la denuncia. De esta forma se aseguran una prueba más ante un posible recurso del infractor. Cada aparato va provisto de una impresora portátil con la que puede sacarse una copia de la multa para depositarla en el parabrisas del coche o moto denunciados. El único inconveniente que presentaba el nuevo sistema era la escasa autonomía de estos aparatos, cuya batería dura como máximo un día de trabajo.
Pese a que la Jefatura de la Policía Local se mostró partidaria de adquirir más teléfonos por el buen rendimiento que ofrecían, el proceso de compra estuvo un tiempo paralizado debido a la escasez de fondos que padece el Ayuntamiento. La llegada del nuevo gobierno del PP reactivó esta operación, hasta el punto de que han ido llegando varias remesas con los teléfonos en las últimas semanas y se están repartiendo no ya sólo en la unidad de Tráfico sino por todos los grupos de la Policía Local. En los últimos días ha llegado una partida de 50 blackberries, que ya están siendo entregadas a la plantilla en la nueva Jefatura de la Ranilla.
Una dotación de blackberries ha sido enviada a las comisarías de distrito. Esta medida viene a reforzar el plan para luchar contra la doble fila en los barrios anunciado por el gobierno local a principios de año, cuando se diseñaron una serie de itinerarios para que la grúa municipal retirara los coches mal estacionados. Aún así, la gran mayoría de las multas de tráfico que impone la Policía Local, aproximadamente un tercio del total, corresponden a infracciones registradas en el distrito Casco Antiguo.
También se les han entregado blackberries a los policías del turno de noche, de la Unidad de Intervención Nocturna (UIN), pese a que habitualmente el trabajo de estos agentes no está tan centrado en combatir las infracciones de tráfico y sí más en garantizar la seguridad ciudadana durante la noche. La compra de estos 140 teléfonos también supondrá una ayuda para cuadrar las cuentas del Ayuntamiento, que hizo una previsión de ingresos de hasta 25 millones de euros por multas de tráfico, siete más que en el ejercicio anterior.
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