El Ayuntamiento apuesta por el 'rigor' antes que por acabar rápido las polémicas obras de Fibes

Las obras de Fibes van lentas. Urbanismo tuvo que reconocerlo ayer. En la actualidad sólo trabajan en la ampliación del Palacio de Congresos y Exposiciones unos 40 obreros. Pero pronto irán "como una moto", según la promesa realizada al Ayuntamiento por las empresas constructoras. El delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, achaca la parsimonia de las obras de este proyecto vital para el crecimiento de la ciudad a la "rigurosidad" con la que han querido abordar todo lo relacionado con esta obra. La prioridad del gobierno es "saber las justificaciones concretas de las partidas". "Si antes no había técnicos ni funcionarios que controlaran las obras, ahora realizamos un seguimiento continuado de la misma", dijo Vílchez, que destacó de forma especialmente crítica el hecho de que ningún técnico de Emvisesa estuviera vigilando el día a día de los trabajos pese a su importancia desde todos los puntos de vista, tanto presupuestario como para las posibilidades de captación de ingresos turísticos de la ciudad.

El delegado avanzó que han transferido a la UTE tres millones de euros correspondientes a certificaciones "ya asumidas por la Gerencia de Urbanismo y contrastadas con Emvisesa", mientras que siguen pendientes de recibir un informe técnico sobre la situación actual del auditorio, así como las razones que han provocado el desprendimiento de algunas de las placas de aluminio y que supone un coste adicional de un millón de euros. Por lo demás, hay 12 millones que siguen siendo motivo de discrepancia entre las empresas y el gobierno local.