El Ayuntamiento aboga por explicar mejor el proyecto de las Atarazanas
Muñoz descarta parar el plan y ve "desconocimiento" en las opiniones que lo cuestionan
El delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Sevilla, Antonio Muñoz, aseguró ayer que hay "muchísimas opiniones" que se están vertiendo sobre el proyecto de las Reales Atarazanas "desde el desconocimiento" de la propia actuación, por lo que va a solicitar a los promotores y al arquitecto responsable, Guillermo Vázquez Consuegra, "una explicación" porque se necesita "una labor de pedagogía".
A preguntas de los periodistas sobre la propuesta de un pleno sobre este asunto realizada por Ciudadanos (C's), Muñoz indicó que la formación naranja conoce las vías para convocarlo, por lo que "si reúne las firmas necesarias se celebraría", por lo que reclamó a los dirigentes de esta formación que "se pongan manos a la obra".
"Siento que se suscite el debate sobre si gusta o no gusta, después de ser un proyecto esperado durante muchos años, una asignatura pendiente de rehabilitación de un edificio emblemático vinculado a una época histórica de esplendor de la ciudad, una vez que ha conseguido el informe de la Comisión de Patrimonio y la licencia de obras", añadió Muñoz.
El responsable de Urbanismo dejó claro que el papel del Ayuntamiento, que no es propietario del edificio ni promotor del proyecto, ha sido conceder la licencia de obra "puesto que tenía los parámetros de legalidad y, si no lo hubiera hecho, podría haber caído en la prevaricación". "No podemos parar el proyecto", afirmó, aunque aseguró que va a solicitar a los promotores y al arquitecto "una explicación del proyecto porque se está hablando bastante desde el desconocimiento, en algunos casos". Así, insistió en que el proyecto necesita "una labor de pedagogía y una explicación". Muñoz declaró que prefiere "mirar hacia delante" y esperar que las Atarazanas sean "una realidad en los próximos años", porque está seguro de que el edificio será un equipamiento "de primer orden que pondrá Sevilla en el mapa".
Lo cierto es que el proyecto para convertir las Reales Atarazanas en un centro cultural dedicado a la vinculación de Sevilla con América no contenta a algunos sectores. La Fundación Museo Atarazanas exigió el martes "con carácter de urgencia" la paralización y la exposición pública del diseño elaborado por Guillermo Vázquez Consuegra, para que otros profesionales puedan aportar soluciones que eviten lo que califican de "crimen patrimonial irreversible".
La Fundación Museo Atarazanas mantiene que se trata de un proyecto "ilegal", que la única intervención que admite la ley para un monumento nacional es una "conservación", que la se pretende acometer es de "transformación". Su presidente, Rafael Crespo, señaló que el principal problema radica en que el proyecto del arquitecto sevillano no rebaja la cota del suelo del edificio hasta su nivel original, que se encuentra ubicado en los cinco metros y medio bajo tierra. Es más, denuncia que lo mantiene en su estado actual y sella con hormigón la capa de escombros que mantiene el suelo alzado.
"Supone un crimen patrimonial que se limita a actuar en el área de cabecera y las plantas superiores del edificio". Y no sólo por eso se pide su paralización, también aseguran que carece de "un plan especial de conservación y restauración", como recomienda la normativa vigente de diciembre de 1992 mediante el convenio entre el Ayuntamiento de Sevilla y la Consejería de Cultura y Medio Ambiente. Añade que existe una especificación de todo el sector 13 del Arenal que dispone para las Atarazanas una salvaguarda especial como elemento de nivel A, la máxima protección.
Frente a la exigencia de la normativa arqueológica en los casos que afectan a edificios históricos, la fundación afirma que en el presente proyecto "no existe un plan arqueológico previo ni se han realizado las catas adecuadas para un seguimiento específico de la lógica del subsuelo, tanto en el área de las naves mudéjares como en la zona de la muralla y su barbacana". Y concluye que la nueva plaza prevista es "tan chocante como absurda, que entierra definitivamente la hermosa arquitectura que organiza el edificio medieval y escamotea el componente fabril original".
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