El Ayuntamiento y Altadis acuerdan el reparto de los edificios de la fábrica

Solución a una asignatura pendiente del Ayuntamiento desde hace más de una década. El equipo de Juan Espadas y Altadis acordaron hace unos días el reparto del suelo y los distintos edificios que componen la antigua fábrica de tabacos. La propuesta será presentada hoy a todos los grupos políticos antes de que sea votada tanto en el Consejo de Gobierno de la Gerencia de Urbanismo como en la sesión plenaria de este mes.

Los distintos usos de cada zona de este histórico inmueble ya están fijados. La propuesta sobre la que ha trabajado el gobierno socialista –y a la que dio el visto bueno la comisión provincial de Patrimonio– prevé que en el edificio denominado El Cubo (el de mayor valor patrimonial) se desarrolle un proyecto vinculado con la cultura, la innovación empresarial y la tecnología. En el informe sobre los valores patrimoniales del histórico inmueble elaborado por el IAPH se recoge uno de los planes ideados para este enclave, la sede universitaria de Silicon Valley, en el que se intuye un diseño de vanguardia. Lo que será finalmente es una incógnita que quedará hoy resuelta.

Las instalaciones situadas junto a la capilla –que también queda protegida– se convertirán en equipamiento público para un barrio de Los Remedios que carece de estos servicios, y los jardines junto al río conformarán una plaza pública. Esto es impepinable. La zona más cercana a la calle Virgen de Luján sería de uso terciario para el aprovechamiento económico de Altadis.

Cuando el popular Juan Ignacio Zoido fue alcalde llegó a plantear en este enclave la construcción de dos grandes torres con fines comerciales, una idea con la que Espadas siempre se ha mostrado disconforme. Debe tenerse en cuenta que estos terrenos están reservados en el PGOU actual para la industria tabaquera, acorde con la actividad desarrollada en sus instalaciones desde la década de los 60 del pasado siglo. Será necesario, por tanto, un cambio de catalogación para que albergue usos terciarios, como pretende el Ayuntamiento. Tal denominación excluye las viviendas y los centros comerciales, pero sí permite la construcción de hoteles (de hasta ocho plantas) y gimnasios en un entorno privilegiado (junto al río).

En el convenio firmado hace dos años entre el Ayuntamiento y Altadis quedó fijado que el futuro de la antigua fábrica debe incluir la integración de la parcela con la ciudad y el barrio abriendo al río la fachada urbana, articulando zonas verdes, espacios libres de uso público que garanticen la continuidad peatonal y el acceso a la ribera fluvial; la implantación de equipamientos públicos de distinto carácter; el protagonismo del edificio principal, que debe quedar garantizado a través de un proyecto innovador; la preservación íntegra de los jardines de Manuel Ferrand; y asegurar la continuidad de los usos sociales que se desarrollan actualmente en la capilla y espacios asociados en los que tiene su sede la Hermandad de las Cigarreras.

En el documento se especifica que estas premisas deben ser compatibles con la introducción de usos de servicios terciarios que sirvan como elemento de atracción para localizar empresas y actividades económicas. El objetivo es lograr conciliar los intereses de la propiedad con los de la administración municipal