Avalan la excavación arqueológica previa en la fábrica de Vidrio
Patrimonio
La Comisión Provincial de Patrimonio considera “adecuados” los parámetros planteados para los dos proyectos
La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Sevilla, adscrita a la Consejería de Cultura, ha determinado como “adecuados” los parámetros planteados para dos proyectos de excavaciones arqueológicas de carácter extensivo en sendas parcelas del sector urbano coronado por la antigua fábrica de vidrios La Trinidad, enclavada en la avenida de Miraflore. La nave central de la antigua fábrica, así como los hornos y la chimenea están protegidos como bien de interés cultural (BIC), y las excavaciones autorizadas son un paso previo a la construcción de 72 nuevas viviendas de nueva planta, 36 en cada una de las parcelas.
Según ambos acuerdos aprobados el pasado 29 de septiembre por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, recogidos por Europa Press, se trata de las parcelas R4 y R6 del plan especial de reforma interior (PERI) que rige sobre el antiguo y emblemático recinto, toda vez que en ambos casos, la Comisión ha considerado por unanimidad “adecuados los parámetros técnicos” de las excavaciones arqueológicas extensivas planteadas para cada una de estas parcelas, en ambos casos de manera previa a la construcción de “edificio plurifamiliar de 36 viviendas con sótano para aparcamiento y trasteros”.
Fue en 2001 cuando la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía acordó inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz varios elementos de este antiguo y simbólico conjunto fabril de la avenida de Miraflores, al tratarse de uno de los escasos ejemplos que ha pervivido de la arquitectura de la gran industria y de la primera expansión industrial de Sevilla.
Por eso, la declaración de bien de interés cultural aprobada en aquellos tiempos protege la nave central, los hornos y la chimenea como lugar de interés etnológico. No obstante, la Consejería inició hace años otro expediente para catalogar también las naves dos y tres y unificar así los activos protegidos en una única tipología: la de “lugar de interés industrial”.
La idea, según la negociación promovida años atrás con los propietarios de los terrenos, era ya ceder al patrimonio público los espacios protegidos a cuenta de sus restricciones en materia urbanística, para desarrollar urbanísticamente el resto de la parcela. Pero los plazos del proyecto y la quiebra de la sociedad que poseía la mayor parte de los suelos agudizaron durante años el abandono y ruina del conjunto fabril, que fue objeto de diversas ocupaciones ilegales y episodios de expolio, si bien finalmente el destino del enclave fue reconducido gracias a un convenio entre el Ayuntamiento y la junta de compensación constituida para el desarrollo de los suelos, encabezada entonces por la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb).
Gracias a dicho convenio, los espacios protegidos de la antigua factoría serán cedidos al Ayuntamiento una vez sometidos a obras de consolidación a manos de la junta de compensación, que de su lado podrá levantar 239 nuevas viviendas de renta libre en los terrenos del recinto excluidos de las medidas de protección.
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