La Audiencia confirma el tribunal popular para juzgar el caso de Marta del Castillo
Los recursos presentados por Carcaño y los otros 3 imputados mayores de edad han sido rechazados y no cabe más apelación
Miguel Carcaño, el asesino confeso de Marta del Castillo y los otros tres implicados en el caso se enfrentarán al veredicto de un jurado popular. La Sección Primera de la Audiencia de Sevilla ha confirmado en un auto, contra el que no cabe recurso alguno, que Miguel Carcaño, su amigo Samuel Benítez Pérez, su hermano Javier Delgado, y la novia de éste, María García, sean enjuiciados por un tribunal popular, de acuerdo con la última jurisprudencia del Tribunal Supremo que entiende que es competente este sistema para juzgar casos en los que se producen delitos "conexos", aunque no estén atribuidos estrictamente al jurado.
El tribunal ha desestimado los recursos presentados por los abogados defensores de los implicados y ha avalado los argumentos que en su día llevaron al titular del juzgado de Instrucción número 4 de Sevilla, Francisco de Asís Molina, a decretar la competencia del jurado popular: que el crimen de Marta del Castillo se cometió para ocultar la violación en la que, según el asesino confeso, participaron él mismo y el menor de 15 años que está internado en un centro de menores y que será enjuiciado en otro procedimiento paralelo.
La ley del jurado atribuye a este tribunal la competencia para enjuiciar el delito de asesinato, pero no la violación y el encubrimiento. Sin embargo, el artículo 5 contempla la figura de la "conexidad" de los hechos, lo que determina que se pueda ampliar el enjuiciamiento a delitos que no sean de su estricta competencia, siempre que esa vinculación tenga su origen en varios supuestos, entre ellos, que "alguno de los delitos se haya cometido para perpetrar otros, facilitar su ejecución o procurar su impunidad".
Con este argumento principal, el juez instructor derivó la competencia del caso al jurado popular, una decisión que ahora han confirmado los magistrados de la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla, que comparten con el instructor que el delito de asesinato se perpetró con el propósito de ocultar la agresión sexual, un delito del que Miguel Carcaño se retractó en su última declaración, en la que aseguró que se inventó este delito para evitar precisamente tener que enfrentarse al jurado popular.
La Audiencia considera que los delitos de encubrimiento y profanación de cadáveres que se imputan a los otros tres implicados también son "conexos" a los anteriores, y lo explica claramente en el caso de María García, la novia del hermano del asesino. El tribunal sostiene que esta joven tras conocer que Miguel Carcaño y el menor habían asesinado a Marta y que el cuerpo se encontraba en el piso de León XIII, "lejos de contactar con la Policía, se concertó con los demás imputados para hacerlo desaparecer, así como los restos y huellas", lo que ha impedido que, ocho meses después del crimen, se le haya podido dar sepultura al cadáver.
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