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La Atención Primaria se ahoga: hasta cien consultas en un día y pacientes cada dos minutos

La calidad de la puerta de entrada a la sanidad pública

Profesionales del centro de salud de Coria del Río han puesto esta semana la voz de alarma, pero la situación se repite

Los médicos denuncian que las demoras para conseguir una cita están taponando las agendas programadas donde cada vez se añaden más pacientes que acuden directamente a la consulta sin estar convocados

La Atención Primaria se ahoga: hasta cien consultas en un día y pacientes cada dos minutos / Rosell

Dice una médica de un centro de salud de la capital que estamos ante el "ocaso de la Atención Primaria". Nada más lejos de la realidad. La Atención Primaria se ahoga. Los pacientes se quejan de la dificultad para coger citas, con demoras de más de 15 días, y los profesionales siguen soportando una gran sobrecarga asistencial, impidiendo el desarrollo de programas y planes de salud por los que siempre se ha caracterizado este servicio.

La base del sistema sanitario no levanta cabeza, tampoco ahora que los contagiados de coronavirus que durante los dos últimos años han copado los centros de salud han aflojado. El consenso entre los profesionales es total: la situación es "crítica".

La voz de alarma la ponía esta semana el Sindicato Médico de Sevilla en una nueva llamada de atención ante la realidad que viven día a día los médicos sevillanos. El ejemplo utilizado, el centro de salud de Coria del Río, con cotas insoportables, donde denuncian que los profesionales están asumiendo agendas de hasta cien citas con dos minutos por paciente. Pero esta situación no es nueva ni es exclusiva de esta zona de la provincia.

Agenda sobrecargada de un centro de salud de Sevilla. / SMS

Con esperas de hasta quince días para programar una cita, ya sea telefónica o presencial, los pacientes, ansiosos por las demoras, acuden directamente a la consulta sin estar convocados. Esta es la nueva realidad a la que está haciendo frente día a día la Atención Primaria, lo que tapona aún más las agendas en un círculo vicioso en el que el sistema colapsa y los médicos explotan ante una situación que parece no tener fin. "La gente se viene al centro de salud para que los veamos en el momento y eso nos provoca diariamente que muchas personas acudan sin cita. Tenemos una saturación increíble de pacientes no citados y que nos van insertando en nuestras agendas con citas de urgencia porque se vienen aquí para que los veamos, cuando en realidad vienen por dolencias que no son urgentes. Eso hace que se estén creando agendas atendidas por un médico de un dispositivo de apoyo (los llamados DCCU) en las que entran pacientes cada dos minutos", explica la médica de familia, Isabel Calle, que pasa consulta en Coria del Río. "He llegado a ver cómo esa agenda ha llegado algún día a los 148 pacientes, pero la media no baja de los 50 ó 60. No existe un tope y eso no puede ser", añade.

La opción de las citas de urgencias

Este escenario lo corrobora una de las profesionales de ese dispositivo de emergencias en el municipio, que prefiere quedar en el anonimato, pero que lamenta que las urgencias extrahospitalarias se hayan convertido "en una consulta más" por esa demora que acumulan las citas. "Es un problema de base. Se supone que nosotros estamos para atender emergencias médicas, patologías tiempo-dependientes que requieren de una actuación muy rápida, y eso está combinado con una atención de patología banal como si fuéramos una consulta de medicina de familia más porque cada vez vemos más pacientes que se vienen a las urgencias porque no pueden acceder a una cita con su médico y eso no puede ser", explica la profesional. "La gente no es consciente de que el mismo médico que le atiende en las urgencias del centro de salud por algo no urgente es el que de madrugada va a asistir un accidente de tráfico, por ejemplo, y eso supone un desgaste muy grande. A nosotros no nos gustaría ser atendido por un profesional cansado", se lamenta.

Para el presidente del Sindicato Médico de Sevilla, Rafael Ojeda, esto es resultado de la "obsesión" de la Administración sanitaria por alcanzar "una supuesta demora cero". "El SAS ha construido un sistema absurdo en el que un paciente puede tener una demora de 15 días si pide una cita programada, pero es atendido de manera inmediata si acude al centro. Esta ficción de demora cero se consigue reservando en las agendas huecos para imprevistos y abriendo agendas adicionales de consultas no demorables, que son atendidas por los mismos médicos que ya tienen una agenda programada", lamenta. "Así, el paciente que acude al centro dispone de una consulta con su médico de sólo dos minutos, y en muchas ocasiones habrá de volver en dos semanas a su consulta programada, para la que, de nuevo, solo dispondrá de dos minutos porque el centro necesita su tiempo para atender a los pacientes que acuden sin cita", denuncia Ojeda.

Detalle de la agenda saturada del centro de salud Blas Infante de Coria del Río. / SMS

La médica Isabel Calle apunta otro problema añadido en esta "normalidad distinta" de la que ha hablado en alguna ocasión la Consejería de Salud. La flexibilidad que ofrecen las consultas telefónicas está permitiendo un mayor acceso de los pacientes al sistema, que ya no tienen que, por ejemplo, faltar al trabajo para ser atendido por un profesional. "Es una revolución, evidentemente, pero sin más personal no se puede", afirma. "Si antes, de los 1.600 pacientes que tenemos cada médico en cupo en mi centro, se podía atender en torno a un 40% que podía venir a la consulta, ahora ya se ha abierto a los 1.600, ya que, por ejemplo, no hay que faltar al trabajo para que te atienda el médico y eso hace que más gente coja cita. Yo lo veo muy bien, son mis pacientes y todos tienen derecho a ser atendidos, pero si es verdad que es una de las razones por las que la demora para coger cita se amplía, porque hay muchos más pacientes. Es una marabunta imposible de atender. Es incontrolable", argumenta.

La "desnaturalización" de la Atención Primaria

El testimonio se repite en otros centros de salud con cuyos profesionales ha mantenido conversaciones este periódico. La clave, coinciden todos los sanitarios consultados, una "aguda" falta de personal agravada en los últimos tiempos. Ante ello, los médicos denuncian la "desnaturalizando la Atención Primaria". "La pérdida de la cercanía, de la capacidad de seguimiento y la inmediatez, las esencias que diferencian este nivel asistencial de otros", explica una médica de familia en un centro de salud del Distrito Sanitario Sevilla que prefiere contar su experiencia desde el anonimato.

"Se nos está exigiendo una demora cero, que se atienda a todo el que venga reclamando ser visto por un médico y eso es una fantasía con el personal que tenemos", explica la sanitaria. "Eso está provocando agendas cada vez más largas, que empieza con 40 citas, y que, a medida que avanza la jornada se dispara con varios pacientes citados a la misma hora. Esto se traduce en dos puntos claves: falta de tiempo para atender al paciente y falta de profesionales para poder dar una atención de calidad", añade.

La mayor consecuencia de esta situación, lamenta la profesional, es que "el médico de familia está quedando sólo para atender demanda". "Cada vez tenemos menos tiempo para hacer programas de seguimiento. Estamos asistiendo ante un cambio de la Atención Primaria en la que sólo estamos para hacer atención secundaria. Es atender demanda, demanda y demanda. No nos da tiempo de planificar nada y de ordenar y organizar nuestra jornada. Estamos ante el ocaso de la Atención Primaria. Lo que están haciendo los gestores es ajustar las agendas para que se alcance esa demora cero sin tener en cuenta las labores de un médico de familia ni los programas de salud que siempre nos han diferenciado", apostilla.

Profesionales "exhaustos"

Ese exceso de demanda provoca demoras que, no sólo generan "visitas inesperadas", sino que también provocan "ansiedad" a las personas que acuden al centro de salud y a los propios profesionales, que asisten "exhaustos" a un problema que se eterniza. "El paciente se siente rechazado si le decimos que eso no es urgente o que no podemos prescribir de urgencia algo que nos piden y a veces no te da tiempo a una buena comunicación. La gente, por lo general, está concienciada porque nos ve sin parar, pero también hay quien se enfada. Yo intento ser siempre lo más amable posible, pero hay compañeros más bruscos y ahí sí hay un enfrentamiento", dice una médica del centro de salud de Carmona, que se lamenta de la situación que le ha tocado vivir profesionalmente. "Es un problema que se ha convertido en rutina", destaca.

Otra queja compartida por los profesionales consultados es la "nula" cobertura de las bajas del personal facultativo, de manera que todo esos pacientes no tienen médico asignado, se tenga que repartir entre los que están disponibles. En concreto, en Carmona, hay dos bajas que llevan más de seis meses sin cubrir. A eso se le suma un permiso de paternidad y una inminente jubilación. "El resumen de nuestro día a día es correr, correr y correr para abarcar la cantidad de pacientes que tenemos que ver cada día. Eso hace que se respire un clima de malestar que no hace ningún bien a la profesión médica. Hay muchos compañeros con medicación para sobrellevar esta situación", apunta.

Esta situación no dista demasiado de lo que ocurre en el centro de salud de Cantillana. Una de sus médicas de familia, que también prefiere reservar su identidad, hace una radiografía idéntica de su día a día a la ya denunciada en otros puntos de la provincia. "En teoría somos seis médicos, cinco consultas y un punto de urgencias, pero la realidad es que a diario no superemos los tres o cuatro médicos en activo", indica. Esto hace que los que están tengan que asumir su citas, las que se reparten de los que no están y los pacientes que llegan por urgencia y que entran en las llamadas agendas paralelas. "Eso está provocando que tengamos una demora superior a los quince días, pero que, según me dicen mis pacientes, las citas se están dando con hasta dos meses de espera", asegura.

Pacientes esperan para ser atendidos en la sala de espera de un salud. / D. S.

Una realidad que contrasta con las buenas perspectivas anunciadas por la Consejería de Salud al asegurar que la demora se sitúa en 3,72 días de media. Se trata de una cifra que ya manejaba el anterior consejero, Jesús Aguirre, en febrero de este año y que ahora mantiene la nueva titular del ramo. El objetivo de la Junta de Andalucía continúa siendo llegar a un máximo de 48 horas de demora.

Mientras tanto, según ha podido comprobar este medio, a través de testimonios de personas adscritas a distintos distritos y centros de salud en la provincia, la amplia mayoría de los mismos no tenían una cita disponible, ni telefónica ni presencialmente, hasta pasados más de diez días. Por poner algunos ejemplos, en el centro de salud de La Algaba, la primera cita disponible para obtener el resultado de una analítica de orina que una paciente entregó el pasado martes se remonta al próximo 9 de noviembre. En la capital, en el centro de salud de María Auxiliadora, la media de espera de los pacientes para ver a su médico de familia supera los diez días. Mientras en Marqués de Parada, hay pacientes que se quejan de la dificultad para obtener citas presenciales y una demora de dos semanas para una atención telefónica. En pediatría, la situación mejora un poco, y en los casos consultados la demora ronda la semana. Según otros testimonios, hay centros en los que ni siquiera se puede tener acceso a una cita por no haber disponibilidad en fechas próximas. Estos últimos son cada vez menos, pero sigue habiendo casos sin acceso a Atención Primaria como ya contó este medio más de un año.

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