Las Atarazanas acogerán el gran museo de arte contemporáneo de Sevilla

Patrimonio Histórico

Todo se prepara para un cambio en los futuros contenidos de un edificio histórico. La referencia son las pinacotecas de Londres, París, Berlín y Nueva York

¡Cambio de rumbo en los antiguos Astilleros!

Las Atarazanas del ayer: evolución arquitectónica de la planta del edificio

Camiones en las Atarazanas para los trabajos de rehabilitación que se están acometiendo.
Camiones en las Atarazanas para los trabajos de rehabilitación que se están acometiendo. / Juan Carlos Muñoz
C. N.

30 de julio 2023 - 05:00

Sevilla/Se trata con toda probabilidad de la mayor apuesta de la Junta relacionada con la gestión del patrimonio histórico desde la compra del Palacio de San Telmo, hoy sede de la Presidencia de la Comunidad Autónoma. Las Atarazanas serán el gran museo de arte contemporáneo de la ciudad. Todo se encamina a este objetivo innovador si se tiene en cuenta que los contenidos planteados para el edificio estuvieran vinculados a acentuar la relación de Sevilla con América.

La Consejería de Cultura ve en las Atarazanas de Sevilla la oportunidad de dar un impulso cultural a la ciudad. Por su consideración como capital de Andalucía, por su historia y vasto patrimonio, se parte de la base de que Sevilla debe tener una posición de referencia en la oferta de museos al nivel de grandes capitales como Londres, París, Berlín o Nueva York.

La ciudad cuenta ya con dos museos: el Arqueológico y Bellas Artes. Tradicionalmente están considerados como los segundos más importantes de España en sus materias tras el Arqueológico Nacional y el Prado, respectivamente. Con el cambio de rumbo sobre el futuro de las Atarazanas.

Recreación del interior tras la obra
Recreación del interior tras la obra / M. G.

Sevilla debe aspirar a un Museo de Arte Contemporáneo que se sitúe al mismo nivel que los dos ya referidos. Las Atarazanas se plantean como un espacio ideal para acoger el referido gran museo con una colección de gran nivel permanente y exposiciones temporales de los mejores artistas. La ciudad cuenta con el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) en la sede del monasterio de Santa María de las Cuevas de la Cartuja, pero ni siquiera tiene la consideración de museo a nivel administrativo. El gran problema es que su ubicación no es la idónea para atraer grandes cantidades de público.

Posibles firmas de artistas

Una selección de las mejores obras del CAAC se incorporarían al nuevo museo de la Atarazanas, además de contar con exposiciones de artistas del nivel, caso por ejemplo de Anish Kapur, Kondo (Georges Kondo), Jaume Plensa, Kusama, Takashi Murakami, Marina Abramovic, Rafa Macarrón, Mueck, Domingo Zapata o el andaluz Javier Calleja.

Todo ello se debe afrontar sin dar olvidar el pasado histórico de las Atarazanas y, por tanto, está previsto que se incluya un centro de interpretación que explique su construcción y evolución. Pocos edificios representan mejor la transformación de Sevilla durante ocho siglos, según muchos expertos. El edificio se concibió en la Edad Media como un astillero de las galeras reales que defendían el territorio castellano de las amenazas que venían del mar, especialmente los musulmanes del Mediterráneo. Más adelante, se convirtieron en un espacio de almacenamiento y fiscalización de los viajes de la Carrera de Indias. Y finalmente en un complejo hospitalario-asistencial y almacén de artillería para las guerras de España contra sus enemigos europeos.

Los Astilleros se han pasado más de veinte años inutilizados. Los sevillanos han visto cómo se degradaba paulatinamente uno de sus edificios históricos, así como el debate sobre los aspectos polémicos de su rehabilitación, prueba de que existe sensibilidad por el patrimonio de la ciudad.

La Junta firmó en 2009 un acuerdo de cesión del uso del inmueble por 75 años a CaixaBank. A cambio, la entidad bancaria reformaría el conjunto del siglo XIII para convertirlo en principio en un CaixaForum, en una suerte de apuesta de “diálogo con América”, objetivo que al final cambia por completo por el impuso decidido del actual gobierno regional del PP de acuerdo con la Fundación Cajasol que tiene encomendada la gestión de los contenidos culturales de las Atarazanas.

Operarios en el interior de los antiguos astilleros.
Operarios en el interior de los antiguos astilleros. / Juan Carlos Muñoz

El cambio de rumbo no altera el proyecto de rehabilitación arquitectónica, que dirige Guillermo Vázquez Consuegra. El arquitecto ha apostado por abrir los arcos que dan a la calle Dos de Mayo y que unen el río Guadalquivir con el Archivo de Indias y la Catedral para crear así una plaza pública cubierta de cerca de 6.500 metros cuadrados.

Cambios obligados en la sede de la Cartuja

El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), sito en la Cartuja desde 1997, no tendrá sentido cuando las Atarazanas acoja el gran museo de esta disciplinal. La sede de la Cartuja deberá experimentar reformas y cambios sustanciales. El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) se creó en febrero de 1990 con la intención de contar en Andalucía con una institución apropiada para la investigación, conservación, promoción y difusión del arte contemporáneo. Posteriormente, se empezaron a adquirir obras con la idea de ir dando los primeros pasos en la configuración de una colección permanente de arte contemporáneo.

La fuente de inspiración para su futuro es Centro Matadero de Madrid, que dirige el Área de Cultura del Ayuntamiento de la capital de España. Fue creado en 2006 y está situado en el antiguo matadero y mercado de ganados de la ciudad, de ahí su denominación. Se trata de un recinto de gran valor patrimonial y arquitectónico, como ocurre con el monasterio de Santa maría de las Cuevas que acoge el CAAC. En sus diferentes naves se desarrolla una extensa programación compuesta por exposiciones, teatro, festivales, música en vivo, cine y proyectos audiovisuales, conferencias, conversaciones y talleres, residencias para artistas, programas educativos y actividades para familias. “Todas estas actividades se construyen a través de la diversidad de las instituciones que componen el centro y de líneas de trabajo transversal, interdisciplinar y en conexión con redes internacionales”, según presume el propio Matadero.

Todo está enfocado a la promoción de la creatividad, objetivo que pretende la Junta con la sede de la Cartuja. En Matadero Madrid se dan cita las artes visuales, escénicas, la literatura, la cultura digital, la arquitectura, el diseño en busca de propuestas interdisciplinares. Matadero Madrid se propone como “un espacio para la conversación y el debate, para promover el pensamiento crítico y contribuir a la renovación de las ideas y lenguajes artísticos”. Trabaja como un radar atento para reaccionar con flexibilidad a los retos sociales frente a los que la cultura se activa como herramienta de cambio, y reivindica el experimento como instrumento indispensable para la emergencia de una nueva cultura.

La actividad de Matadero Madrid se articula a través de la Oficina de coordinación y de los programas públicos Intermediae, Medialab y Centro de residencias artísticas. A través de dos centros públicos con direcciones artísticas independientes: Cineteca Madrid y Naves del Español en Matadero, y a través de una serie de socios privados cuyas iniciativas contribuyen a una programación global amplia, diversa y multidisciplinar.

Una de las principales líneas estratégicas del centro es el apoyo al “tejido creativo de la ciudad” y para ello se creó el programa de residencias que en 2017 se estableció como Centro de residencias artísticas con entidad propia en el seno de Matadero Madrid.

De acuerdo con la definición del grupo de expertos de la Unión Europea: las residencias otorgan a los artistas y a otros creadores tiempo, espacio y recursos para trabajar, individualmente o de manera colectiva, en áreas de su práctica que se pueden beneficiar de reflexión y atención.

El Centro de residencias artísticas de Matadero Madrid amplía y refuerza desde el ámbito público la oferta de residencias y espacios de trabajo de la ciudad, poniendo al servicio del tejido creativo de Madrid recursos económicos, herramientas y acompañamiento institucional en un entorno de creación y convivencia de creadores locales, nacionales e internacionales.

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