Calle rioja
Francisco Correal
El filósofo de Cerro Muriano
INFOGRAFÍA
El proyecto de restauración del arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, con Francisco Jurado Jiménez como responsable de cimentación y estructuras, encargado por la Fundación La Caixa y cofinanciado por la Consejería de Cultura, es muy respetuoso con el monumento y servirá para dotar a un edificio de casi 800 años de antigüedad, de los equipamientos necesarios para la celebración de acciones culturales, exposiciones temporales, muestras de carácter permanente, conferencias y espectáculos audiovisuales diversos.
La rehabilitación contempla cinco actuaciones principales: la recuperación y puesta en valor del lienzo de muralla almohade que cierra el edificio en su parte posterior, la apertura visual del edificio en la calle Dos de Mayo, el mantenimiento arquitectónico del espacio medieval de la planta baja, que se destinará a sala de exposiciones principal, permitiendo la majestuosa contemplación de sus siete naves, la adecuación de la planta superior para usos culturales polivalentes, mayoritariamente expositivos y el desmontaje del Cuerpo de Guardia situado en la fachada principal.
Las Atarazanas fueron construidas fuera del recinto fortificado, pero integrando entre sus muros parte del lienzo que unía las Torres del Oro y de la Plata (siglos XI a XIII). Su ubicación actual resulta privilegiada, pues se sitúa en El Barrio del Arenal, a mitad de camino entre el río y el conjunto monumental de la Catedral, el Archivo de Indias y el Alcázar.
El proyecto de Vázquez Consuegra pone en valor este tramo fortificado y restaurará el lienzo de muralla que cierra las Atarazanas por la calle Almirantazgo, que podrá ser apreciado en su totalidad tras la reforma.
No sólo podrá serlo en lo ancho, también en lo alto. La cota de suelo actual, cinco metros por encima del nivel de suelo original, es fruto de las transformaciones arquitectónicas del edificio a lo largo de toda su historia, realizadas para adaptarlo a los diferentes usos y procesos de configuración urbana de su entorno. Tras la rehabilitación se recuperará la altura total del edificio original junto a la muralla islámica y a lo largo de las naves 6 y 7, permitiendo su contemplación completa. La cota actual de suelo se mantiene en el resto de las naves.
El único sector de las Atarazanas primitivas conservado íntegramente, un total de siete naves del astillero original, será un espacio multiusos abierto, de 5.200 metros cuadrados, que permitirá albergar grandes exposiciones, eventos y espectáculos audiovisuales.
El proyecto de restauración incluye la rehabilitación completa de las arquerías medievales, las bóvedas del siglo XVIII y todas sus cubiertas metálicas.
También contempla, adicionalmente, actuaciones en las sobre cubiertas que fueron añadidas sobre las naves 2, 4 y 6 en año 1719, cuando las Atarazanas pasaron a albergar a la Real Maestranza de Artillería.
El estudio de Vázquez Consuegra no aprecia valor histórico a estas naves altas, añadidas como almacén o espacio adicional en etapas de necesidad, especialmente durante las guerras de África en el siglo XX. No le asigna funcionalidades concretas a estas sobre cubiertas, pero las preparará, arquitectónicamente, para albergar otros usos futuros vinculados al centro cultural.
A diferencia de lo que sucede actualmente, cuando se termine la rehabilitación del edificio se podrá acceder a él desde la calle Dos de Mayo. No será ésta la entrada principal, que se mantiene en la fachada de las Atarazanas, pero sí será una entrada secundaria al interior a través de dos de los ocho arcos existentes.
Para darle un mayor protagonismo al espacio, el proyecto de reforma ha establecido la sustitución del cerramiento actual por unas cancelas nuevas, que permitirán ver la actividad que se produzca en el interior desde la calle.
El edificio de cabecera, añadido como Maestranza de Artillería por Carlos III a finales del siglo XVIII, en estilo neoclásico, tendrá íntegramente un uso expositivo tras su restauración.
Se reformarán sus cubiertas, cuyo avanzado estado de degradación y ruina requiere de una intervención urgente, para garantizar también una buena conexión entre las techumbres de las naves y las del edificio neoclásico.
Si el lateral de la calle Dos de Mayo se aliviará para permitir la visualización del interior de las Atarazanas, con la fachada principal el proyecto de rehabilitación se realizarán también actuaciones en este sentido, más allá de la restauración de sus elementos visibles.
La más importante es el derribo del Cuerpo de Guardia, un anexo sin valor arquitectónico ni histórico que permitirá ganar espacio ajardinado en la fachada, recuperando, además, una entrada cegada por él, que será el acceso para carga y descarga del futuro centro cultural.
Infografías realizadas por Aitor Lubián, Cristina G. Rivera y Raquel Feria, miembros del Departamento de Infografía de Diario de Sevilla.
Fuente:'Proyecto básico y de ejecución y de conservación y adecuación para el nuevo centro cultural Atarazanas', de la Fundación La Caixa y el Estudio Vázquez Consuegra y Tesis Doctoral de Julia Molino Barrero, 'Aspectos Arquitectónicos de las Atarazanas de Sevilla'.
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