Asuntos Internos siempre centró sus sospechas en el ex agente de la Udyco
Los responsables de esta unidad niegan que presionaran a los imputados para que se declararan culpables.
Los responsables de la Unidad de Asuntos Internos que investigaron el robo de los 154 kilos de cocaína y heroína en la Jefatura Superior de Policía de Andalucía Occidental han asegurado este miércoles en el juicio que siempre sospecharon del ex agente de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) Lars Sepúlveda Madsen, que está procesado junto a su mujer y un matrimonio de Alcalá del Río.
En el juicio que se sigue en la Audiencia de Sevilla han declarado este martes dos responsables de la unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional, quienes han confirmado que las sospechas se centraron siempre sobre Lars Sepúlveda. "Claro sospechoso no hubo antes que Lars", ha aseverado ante el tribunal uno de los inspectores de Asuntos Internos, que ha añadido que en principio todos los agentes que entraban en los calabozos donde se guardaban los alijos eran sospechosos hasta que centraron las investigaciones sobre el ex agente Lars, que se había pedido una excedencia.
Los dos miembros de esta unidad policial que investiga los delitos que cometen los propios policías han puesto de manifiesto que tuvieron conocimiento de que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera habían estado investigando a Lars Sepúlveda después de que detectaran su presencia en una embarcación con traficantes de droga, si bien poco después la Guardia Civil les hizo saber que no tenían “nada” contra este funcionario policial.
En cualquier caso, desde el inicio la investigación se planteó como un delito de robo y otro de tráfico de drogas, el primero por la sustracción dentro de la Jefatura y el segundo por la introducción de la mercancía robada en el mercado ilícito. En cuanto al primero, Asuntos Internos sospechaba que “tenía que haber alguien de dentro facilitando información y el acceso” a los calabozos con los estupefacientes, lo que como hipótesis de partida implicaba la participación de al menos "un miembro de la Policía destinado en la Udyco" y luego de otra persona que tuviera “vínculos” con el tráfico de drogas y que para los agentes era Manuel Alonso Núñez, conocido como Lolo.
Lo que sí han dejado claro ambos inspectores es que nadie presionó ni amenazó a los acusados para que prestasen declaración en las dependencias policiales y confesaran su participación en el robo y venta de las drogas. Uno de los policías de Asuntos Internos negó que hubiera presionado a Lars Sepúlveda diciéndole que si no se confesaba culpable "detendrían a su mujer y le quitarían las hijas y se las darían a la Junta" y el otro policía ha confirmado que la detención del ex agente se produjo precisamente cuando éste circulaba en un vehículo por la autovía, acompañado de su mujer y sus dos hijas.
Los dos inspectores no han coincidido plenamente en cuanto a las fechas en las que se produjo el robo de los estupefacientes, ya que uno ha dicho que la roba se sustrajo en 2007 y parte en 2008, mientras que el otro ha señalado que la sustracción de los siete alijos tuvo lugar entre los años 2004 y 2009.
Los policías han señalado que también se llevó a cabo una investigación patrimonial de los dos matrimonios acusados, en la que se descubrió que Manuel Alonso y María Violeta Sánchez no tenían ingresos declarados y a pesar de ello habían procedido a la adquisición de bienes y a la realización de diversos gastos, mientras que en el caso del matrimonio de Lars Sepúlveda y María Teresa Márquez señalaron que llevaba un “nivel de vida alto” a pesar de que el agente se hallaba en situación de excedencia en la Policía.
La defensa del ex policía imputado preguntó a estos testigos sobre los ingresos que, en el año 2007 y por importe de 1,5 millones de euros, generó el negocio de compra-venta de motos del que era socio Lars Sepúlveda, a lo que uno de los investigadores respondió diciendo que "muchas de las facturas son falsas" porque los clientes no han hecho las compras que figuran como realizadas.
En la declaración no se ha interrogado a estos agentes sobre su denuncia contra el jefe de la Udyco Francisco T. P., que fue absuelto de colaborar con un clan de traficantes, pero uno de los investigadores de Asuntos Internos ha dicho que "sólo había un juego completo con las tres llaves" que daban acceso al calabozo número 6, donde se guardaba la droga, y abrían los dos candados que también se habían colocado en las dos puertas que tenía dicha celda. A lo largo de la vista oral se ha puesto de manifiesto la existencia de, al menos, cuatro juegos de llaves de estos calabozos.
El juicio continuará mañana con la declaración de los peritos que examinaron la droga antes del robo, así como los que posteriormente analizaron los paquetes falsos que contenían sustancias como yeso, cacao o azúcar, y en los que se han detectado las huellas y los perfiles genéticos de Manuel Alonso Núñez y de su mujer María Violeta Sánchez.
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