Asalto de película en un centro comercial de Sevilla para robar iPhones

Una banda de delincuentes asaltó la madrugada del Viernes Santo un centro comercial de San Juan de Aznalfarache para sustraer una partida de teléfonos móviles de alta gama, la mayoría de ellos iPhones. El valor de la mercancía sustraída supera los 100.000 euros. La Policía Nacional ha abierto una investigación sobre los hechos, si bien todavía no ha sido detenida ninguna persona en relación con los mismos.

Los ladrones aprovecharon la noche más grande de la Semana Santa de Sevilla para irrumpir con un BMW en el centro comercial. Utilizaron la técnica del alunizaje, un clásico en este tipo de robos. Empotraron el vehículo marcha atrás contra una de las puertas del establecimiento, hasta forzar la entrada y poder acceder por ella.

Una vez dentro, se dirigieron hacia la zona de tecnología telefonía móvil y sustrajeron numerosos teléfonos móviles, casi todos ellos iPhones. El vigilante de seguridad privada del centro comercial llegó a efectuar disparos intimidatorios, aunque esto no amedrentó a los delincuentes, que lograron llevarse una mercancía valorada en más de 100.000 euros. Esto supone alrededor de un centenar de teléfonos de alta gama.

Ninguna persona resultó herida por los disparos. Por el momento se está buscando a los autores, para lo que se han visionado las cámaras de videovigilancia del recinto. En el robo participaron cinco personas, que iban a bordo de un BMW de color negro. Este tipo de vehículos han sido muy utilizados en los últimos años por las bandas de aluniceros, dada su potencia y resistencia no sólo para emplearlos a modo de ariete contra las puertas sino también para luego poder medirse a los patrulleros de las Fuerzas de Seguridad en una hipotética persecución.

Los delincuentes actuaron en una noche en la que un importante dispositivo policial se concentraba en el centro de Sevilla para garantizar la seguridad durante la Madrugada del Viernes Santo, que fue una de las más tranquilas y exitosas de los últimos años. Todo apunta a que se trata de un golpe perfectamente planificado y estudiado, y que los autores forman parte de una banda muy especializada.

Como es habitual en estos casos, un equipo de la Policía Científica ha realizado una inspección ocular en el lugar de los hechos, tratando de encontrar algún resto o vestigio biológico que ayude a identificar a los autores del robo.

Este mismo centro comercial ya sufrió un intento de robo mediante un alunizaje en el año 2018. A las dos y media de la madrugada del 10 de enero de ese año, una banda de ladrones empotró una furgoneta contra la puerta metálica de acceso al recinto. Una vez salvada esta primera entrada, lanzaron el vehículo contra la puerta de una cafetería próxima a la zona de Electrónica e Informática.

Probablemente los asaltantes querían llegar hasta este departamento para sustraer también teléfonos móviles, tabletas, ordenadores y otros dispositivos electrónicos. El estruendo causado por el impacto del vehículo contra la puerta y la rotura de los cristales alertó a los vigilantes de seguridad, que se encontraban dentro del edificio. Uno de ellos abrió fuego y disparó al techo para disuadir a los ladrones, que ya estaban en el interior del centro comercial con bolsas de gran tamaño para poder llenarlas de objetos.

Al oír los disparos, los delincuentes se dieron la vuelta y huyeron a la carrera, hasta llegar a la zona exterior, donde les esperaban dos vehículos, un BMW 325 y un Seat León, en los que se marcharon. En el aparcamiento hubo otros dos disparos efectuados por los vigilantes, de nuevo al aire. Los asaltantes dejaron en el lugar la furgoneta, una Nissan Vanette que había sido sustraída poco antes en Castilleja de la Cuesta.

Los autores de aquel robo no fueron detenidos, aunque en los últimos años sí que se han desmantelado en Sevilla varias bandas de aluniceros muy activas, que han cometido cientos de robos no sólo en la capital andaluza sino en otros municipios de la provincia e incluso en otras demarcaciones de la comunidad.