El Arzobispado cerrará la iglesia del Sagrario de la Catedral por problemas en los cimientos
Un templo amenazado
Un estudio detecta importantes patologías en la cabecera, un problema muy similar al que sufrió el Salvador, por lo que el Cabildo busca ya más de un millón de euros para costear la obra
Un preocupante problema de conservación en uno de los grandes templos de la ciudad obligará a tomar una medida tajante: su cierre temporal al culto en una fecha por determinar, pero próxima. El Arzobispado ya tiene claro que tendrá que clausurar el templo parroquial del Sagrario de la Catedral, debido a la fragilidad de los cimientos. La única duda es, efectivamente, la fecha en la que entrará en vigor la orden de cierre, pues pese a las patologías que erosionan tanto los cimientos como la techumbre, todavía se cuenta con un margen de seguridad. El objetivo es apurar este margen y perjudicar lo menos posible a las parejas de novios que tienen concertada su boda en esta iglesia en los próximos meses.
“Sólo se sabe que cuanto antes se intervenga, será mucho mejor. Aunque ahora mismo las personas que visitan el templo no corren peligro”, precisaron fuentes consultadas por este periódico. De hecho, el objetivo está tan definido que ya no se atienden peticiones de boda para el próximo curso, en el que se da por hecho que el templo estará cerrado a todos los efectos. La obra no debe empezar nunca después de noviembre de 2019. Es el tope.
Los recientes estudios practicados por el maestro mayor de la Catedral, Jaime Navarro, y por sus colaboradores, han concluido que los problemas estructurales que sufre el Sagrario son notables y apremian a una intervención integral. Los principales problemas se localizan en la cabecera de la iglesia, en la zona que da hacia la calle Alemanes, donde precisamente existe el mayor desnivel con respecto al firme de la calle. Esta circunstancia provoca la acumulación de agua subterránea que, poco a poco, ha ido minando los cimientos y, con el paso del tiempo, ha provocado grietas en diferentes partes y a distintas alturas de la edificación. Como muchos fieles y visitantes pueden recordar, el templo cuenta con una red de protección a máxima altura para casos de desprendimientos de material por efecto de la fragilidad de los cimientos, un problema que ahora se conoce al detalle y que se ha podido valorar en toda su gravedad.
Alto coste de la obra
La Parroquia del Sagrario, de alto valor histórico y artístico, es propiedad del Cabildo Catedral. De hecho, así figura en la inmatriculación del templo metropolitano ante el Registro de la Propiedad. Por este motivo, el Cabildo Catedral sufragará la restauración integral que necesita el edificio. Se da por hecho que el coste será superior al millón de euros y no se descarta que alcance finalmente los dos millones. El Cabildo aprueba sus presupuestos cada 28 de diciembre, por lo que ya se gestiona una importante partida para este fin de cara al ejercicio de 2019.
La tramitación de una restauración de esta importancia es un proceso bastante complejo. La Comisión de Patrimonio de la Consejería de Cultura tendrá que pronunciarse, al igual que la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento. Se trata de un Bien de Interés Cultural (BIC) y, al igual que la Catedral, está sujeto a las máximas cautelas a las que obliga la legislación en materia de patrimonio histórico-artístico.
Desde otro punto de vista –pero quizás menos preocupante– el cierre del templo afectará a las hermandades radicadas en la parroquia: la Archicofradía Sacramental del Sagrario y la del Cristo de la Corona. La gran ventaja es que en la Catedral hay espacio más que de sobra para organizar los cultos de estas dos corporaciones, además, por supuesto, de la ingente actividad de culto de la propia parroquia. La segunda ventaja es que recientemente finalizó la reforma y adecentamiento de la planta alta de la sacristía de la parroquia, por lo que se cuenta con dependencias en perfecto estado de mantenimiento que no sufrirán el efecto de la orden de cierre. La vida administrativa de la parroquia no se verá afectada por el cierre.
Una obra reciente
La planta alta del Sagrario ha cumplido varias funciones en los últimos años. Desde salón de cine hasta lugar de acogida del vasto patrimonio pictórico de la Archicofradía Sacramental del Sagrario, hasta que en 1997 fue tomada por los miembros de la escuela taller que se hizo cargo de la renovación de la instalación eléctrica del inmueble, una labor que quedó inconclusa. Con posterioridad se instaló un ascensor y, ya en 2009, se afrontó la restauración de la cubierta de tejas. Ese mismo año, una parte de la planta alta fue ocupada por la Hermandad del Cristo de la Corona, mientras que otra parte comenzó a ser usada por la Orden de Caballeros de San Clemente y San Fernando, aunque no consta que se trate de un asentamiento permanente.
En los últimos años, salvo excepciones, el Cabildo tenía paralizadas las grandes obras de restauración por efecto de una crisis económica que derivó en continuas bajadas de visitantes y obligó, por tanto, a los correspondientes ajustes presupuestarios.
Una reforma reciente
El hundimento registrado en 2012 obligó hace un año a una importante reforma en la planta alta de la sacristía del templo del Sagrario. La obra, ya ejecutada con éxito, ha costado de más de medio millón de euros y está explicada en un proyecto de 800 folios, avanzado en su día por este periódico. Fue tramitada con el mayor sigilo y aprobada en todos sus términos por la Comisión de Patrimonio. El Cabildo afrontó recientemente la gran reforma de la planta alta de la Parroquia del Sagrario de la Catedral, comprendida entre la Puerta del Perdón y la esquina en la que confluyen la Avenida y Alemanes, con fachada interior hacia el Patio de los Naranjos. En ese momento no se valoraba la gravedad del estado de conservación del templo. Esta obra ha tenido importantes repercusiones en la planta baja e incluso bajo tierra. La planta alta ha quedado habilitado como salón de usos múltiples en el ala occidental, con dos despachos para las hermandades (Sacramental del Sagrario y la Corona), un archivo y dos aseos para usuarios de esta planta, ubicados en el ala oriental. La planta baja se sigue destinando, como anteriormente, al acceso y comunicación con la sacristía y a oficinas de la Parroquia del Sagrario. Y en la planta sótano hay dos cabinas de inodoro, uno de ellos adaptado a minusválidos,una zona común de lavabos, un cuarto de limpieza y armarios para instalaciones.
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