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Arreglar el cabello, perder la cabeza

Calle rioja

Historia. El peluquero Juan Carlos Pérez López mete a los poetas Lorca, Antonio Machado y Miguel Hernández en una novela que es un alegato contra la sinrazón de todas las guerras.

De izquierda a derecha, María Jesús Soler, Ruth Llopis, Francisco Cárcamo, Francisco Núñez Roldán y Juan Carlos Pérez, autor del libro.
Francisco Correal

03 de junio 2015 - 05:03

EN la calle Cardenal Spínola hay dos novelistas. Las recientes hazañas balompédicas de Pepe Mel han eclipsado su trayectoria literaria; el otro escritor se llama Juan Carlos Pérez López (Torreperogil, Jaén, 1962), tiene la peluquería en esa calle y uno de sus clientes, el también novelista Francisco Núñez Roldán, le presentó ayer en el Mercantil su novela Tres tumbas para un soldado.

El acto se abrió con la voz de Joan Manuel Serrat cantando Para la libertad. Versos de Miguel Hernández, uno de los tres poetas que acompañan al protagonista de la historia, el capitán Antonio Caballero Gutiérrez, oficial republicano que padeció el exilio en Francia y el confinamiento en Mauthausen. Al de Orihuela lo sitúa en el frente de Teruel. A García Lorca, en el tren que lo lleva hasta Granada, destino final. Antonio Machado, camino del exilio francés de Colliure.

La casualidad no existe, citó Núñez Roldán a Borges. El presentador planeó con su compañera un viaje por el río Danubio que incluyó la visita hace cuatro días a Mauthausen y la subida y bajada por los 182 peldaños de la infausta escalera unida al trágico fin de miles de condenados.

Tres tumbas para un soldado (prólogo de J. J. Téllez)la edita Anantes Gestoría Editorial, representada por Ruth Llopis. María Jesús Soler, profesora de Literatura del instituto Albert Einstein, leyó poemas de los tres acompañantes del capitán Caballero en esta historia con título que recuerda a John dos Passos. Además de Borges, Núñez Roldán mencionó La verdad de las mentiras de Mario Vargas Llosa. "Hay mentiras que tienen más verdad que una verdad mal contada o contada de forma sectaria". El autor se permite algunas licencias. Al protagonista le ha puesto el nombre de uno de sus mejores amigos "que murió cuando más ganas tenía de vivir". La foto de portada, obra de María Peralta, sobrina del autor, es del padre de López Pérez, octogenario de Torreperogil que encarna a la generación destinataria de esta "novela de personas".

El peluquero de Cardenal Spínola es escritor contumaz. Se ha presentado a medio millar de certámenes literarios. Ganó más de sesenta y algunos de estos relatos galardonados los recopiló en el libro Un racimo de premios.

La presentación la cerró Francisco Cárcamo, bibliotecario del Círculo Mercantil, que tiene la buena costumbre de leerse todos los libros que se presentan en Sierpes. Cambió la sección de Baloncesto por la de Cultura y abrió sus puertas a una editorial que ha reunido a un curioso elenco de novelistas médicos: Federico Relimpio, el dentista Joaquín Doldán o el farmacéutico Manuel Machuca. Otro autor de la casa, Juan Manuel Sainz Peña, les recomendó al peluquero.

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