Arrancan las obras de la Nave del Lagarto de la Catedral de Sevilla para la instalación de una nueva tienda
La nueva construcción será menos invasiva con este peculiar espacio herencia de la mezquita
Los trabajos estaban pendientes desde 2020 y tienen un presupuesto superior a los 400.000 euros
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La Catedral de Sevilla comenzará este este jueves, día 12 de enero, las obras de adecuación de la Nave del Lagarto y la tienda librería de la Catedral, unos trabajos que se enmarcan dentro de las actuaciones previstas en el plan director 2023. Las tareas estaban planificados para la primavera de 2020 pero hubieron de suspenderse debido a la crisis sanitaria provocada por el Covid-19. La intervención consiste en la introducción de un falso techo de placas de yeso laminado y la sustitución de la actual tienda librería por un mueble menos invasivo y respetuoso con la espacialidad de la nave.
Durante la realización de la obra se montará una carpa provisional –acristalada y autoportante- para albergar la tienda que se dispondrá en el Patio de los Naranjos en su cuadrante noreste. El presupuesto aprobado supera los cuatrocientos mil euros y el plazo de ejecución será de entre diez y doce semanas, de manera que antes de la Semana Santa se haya recuperado la totalidad de la nave en todo su esplendor y se retiren del patio los almacenes auxiliares para la obra.
En enero de 2020, la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico avalaba la propuesta del Cabildo, pero ponía una serie de raparos a las dimensiones de la tienda que se iba a instalar. La intervención definida en el proyecto que estudió Patrimonio en su sesión del 18 de diciembre de ese año planteaba la sustitución del actual mueble de tienda por uno nuevo en el mismo espacio de la Catedral, la Nave del Lagarto. La Comisión destacaba que "parece que el lugar puede ser el acertado en relación con la visita pública tal y como ahora se produce y supone que se mantiene la forma de gestión turística en cuanto a los puntos de acceso y salida".
Patrimonio valoraba la imagen de provisionalidad de la tienda que se proponía, un mueble cubierto por vidrio que "permite una mayor percepción del ámbito donde se localiza y con ello una mejor integración desde su interior pero también de una cierta disolución desde el exterior". Pero ponía el foco en las dimensiones de la nueva instalación que pretendía instalar el Cabildo. Mientras que la actual tiene algo más 15 metros de largo, lo que la sitúa a 17 metros de la puerta de entrada y a 10 de la Biblioteca Colombina; ahora ocuparía 30 metros de largos, es decir, toda la longitud disponible, dejando un paso por delante de 1,5 metros de ancho junto a la arquería, y dejando en un segundo plano el mudo de la Biblioteca Colombina.
Superado estas trabas y con todos los permisos pertinentes, tanto de Patrimonio como de la Gerencia de Urbanismo, la obra se retoma en este inicio de año 2023.
Herencia de la mezquita aljama
La conocida como Nave del Lagarto es la nave oriental interior del sahn de la mezquita aljama de Sevilla. Desde su construcción finalizada en 1198, es la única que ha mantenido su carácter de espacio abierto al patio, al menos en buena parte de su longitud, aunque al igual que las otras, ha sido objeto, a lo largo del tiempo, de numerosas transformaciones, según ha informado la Catedral este miércoles.
Por los vestigios que hoy se pueden ver en su fachada exterior, los mismos almohades realizaron transformaciones, introduciendo ornamentación que estaba ausente en la primera etapa. Esto se puso de manifiesto cuando Félix Hernández realizó sus trabajos de restauración de la fachada de la calle Cardenal Carlos Amigo, en la que se pueden ver dos de sus puertas con el alfiz de fábrica de ladrillo como único ornamento mientras que otra presenta restos de yesería con una sutil decoración.
Durante la etapa de la Catedral almohade, todo el sahn fue objeto de transformaciones mas o menos profundas, siendo la mas general la conversión en capillas votivas cada uno de los módulos entre cuatro pilares, como hoy podemos ver en la capilla de San Onofre, única capilla que hoy se conserva de aquella etapa.
Cuando las obras de la catedral gótica alcanzaron a la Capilla Real, se produjo una transformación mas importante en la zona que nos ocupa al trasladar aquí de manera provisional dicha capilla, afectando también a la Capilla del Sagrario que anteriormente ocupaba la zona contigua. Las trazas de arcos en el paramento occidental interior de la Nave del Lagarto dan prueba de estas transformaciones, que han sido descritas por Alfonso Jiménez en diversas publicaciones, especialmente en Blasones y colgaduras. Datos para una historia del Patio de los Naranjos en la edad moderna en Archivo Hispalense 306-308 de 2018, donde encontramos un detallado relato del devenir de la Nave del Lagarto.
Desde la intervención de los años ochenta de los arquitectos Sierra Delgado en el cuadrante noreste de la Catedral, la techumbre de la Nave del Lagarto ha presentado un aspecto poco adecuado al contexto patrimonial en que se inserta. Las desnudas cerchas metálicas con rasillones que cubren la nave confieren al lugar una apariencia de provisionalidad y ligereza que contrasta vivamente con la potencia de sus grandes muros de soporte. La intervención que se aborda pretende resolver esta circunstancia incorporando un techo de placas de yeso laminado que cubra la presencia de las cerchas.
La Nave del Lagarto ha sido objeto a lo largo del tiempo de importantísimas transformaciones, llegando a incorporar un forjado intermedio que obligó al cegado parcial de sus grandes arcos. Félix Hernández en su gran intervención en torno al Patio de los Naranjos, mantuvo este forjado, si bien recuperó el trazado de los arcos de herradura en la fachada al patio.
La caída de la cubierta que se produjo en la década de los ochenta del pasado siglo, provocó la intervención citada al principio de estas líneas, en la que se introdujeron las cubiertas a dos aguas de ambas naves, quedando la del Lagarto con las modernas cerchas metálicas que conforman las cubiertas a dos aguas completamente a la vista.
Por otro lado, es bien sabido por el relato de José Gestoso, que gracias al mecenazgo de Tomás de Ibarra, el fragmento de artesonado mudéjar que procedente del Colegio de Santo Tomás se cedió al Cabildo en 1889 y se colocó en la Nave del Lagarto en 1916. Se transformó este alfarje para colocarlo en un soporte plano y de distintas dimensiones de las del lugar de procedencia. Se colocó en la única zona de la nave que tenia toda su altura libre en esa época, la correspondiente a la Puerta del Lagarto y la de la Capilla de San Onofre.
"Desconocemos -afirma el Cabildo- si Félix Hernández llegó a desmontarlo para su intervención, pero lo cierto es que, tras la actuación de los Sierra, el artesonado siguió en dicho lugar, si bien debía presentar serios problemas de estabilidad, a juzgar por los refuerzos que se dispusieron en su momento".
Finalmente, el artesonado fue desmontado por Alfonso Jiménez y trasladado a los almacenes de la Catedral. Es propósito del Cabildo recuperar la disposición de este artesonado en el lugar que ocupó antes de su retirada. Con objeto de que el techo de placas de yeso laminado no sea un excesivamente abstracto plano liso, se ha recuperado la propuesta que en su día elaboró Félix Hernández en el proyecto de 1972 que incluía un ritmo de falsas vigas que recupera la rotundidad espacial de la Nave del Lagarto.
"Es importante subrayar que el falso techo no es únicamente una mejora formal. Se trata de una operación muy necesaria desde el punto de vista de la conservación, ya que permitirá eliminar el deterioro que actualmente producen las palomas y otras aves que usan las cerchas como hábitat", concluye el Cabildo.
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