Arranca el juicio del Caso Marta

Juicio del caso Marta

La vista ha comenzado con la lectura de los escritos de acusación. Los tres acusados en libertad están en primera fila delante de Carcaño, custodiado por dos policías.

La primera jornada se diluye en una maraña de cuestiones técnicas
La primera jornada se diluye en una maraña de cuestiones técnicas
F. Pérez Ávila - J. Muñoz - C. Valdivieso / Vídeos: Efe Y Ainhoa Ulla

17 de octubre 2011 - 10:40

El juicio contra los cuatro acusados mayores de edad implicados en el crimen de Marta del Castillo ha comenzado en la sala de vistas de la Audiencia de Sevilla, media hora después de la hora prevista. La vista ha arrancado con la lectura de los escritos de acusación por parte del secretario de la Sección Séptima y ha finalizado una vez que el presidente del tribunal decretó la suspensión para valorar las amplias cuestiones previas presentadas por defensas y acusación particular.

En la primera fila del banquillo se sentaron los tres acusados que permanecen en libertad. En el centro Javier Delgado, el hermano del asesino confeso. A su izquierda, su novia, María García, mientras que Samuel Benítez quedó a su derecha. En la segunda fila se sentó el asesino confeso, Miguel Carcaño, entre dos policías nacionales. Un tercer agente ocupó la tercera fila del banquillo, justo detrás de Carcaño.

Frente a ellos se situó el tribunal, formado por tres magistrados de la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla y presidido por Javier González Fernández. A la izquierda del tribunal se dispusieron las acusaciones. Al Ministerio Público lo representan el fiscal Luis Martín, encargado del caso, y su compañera Ángela Sarazá, la fiscal de menores que llevó la acusación pública contra el Cuco. Junto a ellos se sentó el abogado de la acusación particular, José María Calero, que representa a los padres de Marta.

Al otro extremo de la sala se dispusieron las defensas, con los abogados Paloma Pérez Sendino, que defiende a Carcaño; José Manuel Carrión, que representa a Javier Delgado; José Manuel Salazar, que asiste a María García; y Manuel Caballero, letrado de Samuel Benítez.

Fuera de la sala permanecía el fuerte despliegue de seguridad instalado desde primera hora de la mañana, con el perímetro de los juzgados delimitado con vallas y con la Policía vigilando estrictamente los movimientos tanto de los periodistas como de las decenas de curiosos que se han acercado a la puerta. Varios miembros de la plataforma Marta del Castillo también se manifestaron con una pancarta en señal de apoyo a la familia de la víctima.

Los primeros acusados en llegar fueron el hermanastro del asesino confeso, Javier Delgado, y su novia, María García, que llegaron juntos. El primero cubría su rostro con una braga de motorista y la segunda llevaba el pelo ocultándole la cara. Ambos entraron en la Audiencia antes de las nueve de la mañana.

Media hora después llegó Samuel Benítez, que entró a cara descubierta e incluso lanzó una mirada a las cámaras de televisión. A su llegada, hubo algunos gritos de personas que le increparon, al tiempo que el padre, que le acompañó hasta las vallas, pedía a los medios de comunicación que dejaran a su hijo en paz.

El asesino confeso, Miguel Carcaño, llegó poco antes del juicio en un furgón de la Guardia Civil, trasladado directamente desde la prisión de Sevilla II, situada en Morón de la Frontera. Al celebrarse el juicio en el edificio de la Audiencia, donde se encuentran también los calabozos de los detenidos, Carcaño entró directamente por el garaje en el vehículo policial, por lo que no podrá ser grabado en la calle como en otras ocasiones.

Los padres de Marta del Castillo han permanecido también en la Audiencia, si bien no podrán entrar en la sala de vistas hasta el próximo lunes 24 de octubre, cuando están citados como testigos. Sí podrá acceder estos primeros días el abuelo de la menor, José Antonio Casanueva, el primero en llegar esta mañana.

Desde las ocho y cuarto de la mañana, el abuelo de la joven desaparecida atendió uno por uno a los numerosos medios de comunicación desplazados en los juzgados. “Si apareciera el cuerpo de mi nieta, nos trae sin cuidado la sentencia”, expuso el abuelo, que detalló además que la familia pasó el domingo reunida dándose ánimos, antes de que él y su yerno asistieran en Huelva la manifestación de apoyo a la familia de los niños desaparecidos en Córdoba.

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