La ventana
Luis Carlos Peris
Perdidos por la ruta de los belenes
Los fabricantes que forman parte de esta doble IGP “Mantecados de Estepa” y “Polvorones de Estepa” llevan ya semanas trabajando en la puesta a punto de toda la maquinaria, y el aprovisionamiento de materias primas, corroborando la subida de todos los precios, así como la subida en el transporte y en la energía, que ya sufrió el sector en 2021. A pesar de todos los inconvenientes, los empresarios comienzan la campaña llenos de ilusión, aunque siempre atentos al movimiento de los mercados y a la seguridad sanitaria, ya que el Covid19, aunque mucho más liviano, sigue estando entre nosotros.
Como cada año, el objetivo del pleno empleo es uno de los que se marca Estepa durante los meses de otoño. En 2021 se consiguieron datos pre-pandemia y en 2022 se pretende seguir sumando para que las cifras de empleo en Estepa y su comarca sean las mejores. Un empleo que es, como cada año, mayoritariamente femenino, ya que las plantillas de nuestras fábricas están compuestas, en un 85%, por mujeres.
Un sector que, desde sus inicios, trabaja para mejorar la calidad de sus productos, ya imprescindibles para celebrar la Navidad en los hogares españoles y también fuera de nuestras fronteras. Esta tradición y artesanía, supuso el reconocimiento por parte de la Unión Europea de dos Indicaciones Geográficas Protegidas, primero la del Mantecado de Estepa y después la del Polvorón de Estepa. Estas certificaciones de calidad europeas garantizan al consumidor la calidad de los productos amparados por ellas, avalando productos con garantía de origen, prestigio y tradición. Sellos que, además, contribuyen al desarrollo del sector primario y a la protección de las áreas geográficas productoras.
Los productores han de cumplir requisitos muy concretos, comprometiéndose a mantener la calidad lo más alta posible, además de ciertos usos tradicionales en la producción. A cambio, obtienen protección legal contra la producción o elaboración de esos productos, aunque se utilicen los mismos ingredientes y procedimientos.
Con la llegada del otoño, en Estepa aumenta sustancialmente el número de visitas para conocer nuestras fábricas y degustar los mantecados y polvorones de Estepa en nuestras tiendas, preparando así la Navidad que, aunque nos parezca lejana, pronto llenará nuestros hogares.
Esas visitas permiten también que el turismo sea un factor de desarrollo económico local, gracias a que estas personas se quedan en la localidad para conocer su patrimonio, comprar en sus tiendas o comer en sus establecimientos hosteleros.
La Ciudad del Mantecado se convierte así en un lugar de visita imprescindible para muchos durante los meses de octubre, noviembre y diciembre. Mientras, los estepeños y estepeñas, como cada año, se adaptan a la llegada de estos meses de intenso trabajo. La localidad se transforma y esta circunstancia, por iniciativa del pleno del Ayuntamiento de Estepa y que cuenta con el apoyo de la Junta de Andalucía, hicieron que se iniciaran los trámites para conseguir el reconocimiento del “olor a mantecados y polvorones de Estepa”, como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Un trabajo que se está llevando a cabo de la mano de antropólogos de las Universidades de Elche y Pablo de Olavide de Sevilla.
Las actividades de promoción y difusión que organiza este Consejo habitualmente, también se recuperarán, por lo que volveremos a estar presentes en numerosos espacios y eventos, por supuesto, contando con el apoyo a efemérides culturales o patrimoniales.
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