La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
"La Palmera tenía un valor patrimonial y urbanístico que se está destruyendo poco a poco. Acabaremos teniendo una Avenida de Miami con palmeras de plástico". Así de contundente se ha mostrado la decana del Colegio de Arquitectos de Sevilla, Cristina Murillo, sobre la situación que está atravesando el popular paseo de Sevilla, herencia de la Sevilla de 1929, en el que se están levantando hasta tres grandes moles para residencias de estudiantes aprovechando unos artículos controvertidos del PGOU. La asociación patrimonialista Adepa ha organizado este martes una mesa redonda en la que se ha debatido este asunto y en la que han participado el arquitecto José Luis Gómez-Estern; el abogado Ángel Cabral;y el presidente de la Asociación Parque Vivo del Guadaíra, Antonio Fajardo. Desde el Colegio de Arquitectos advierten que se ha permitido la especulación de grandes fondos de inversión extranjeros. Los afectados por la construcción de estos grandes complejos advierten que podrían pedir una revisión de las licencias otorgadas. Algo que hará Adepa en el caso de la que se está construyendo ahora en el número 38 y la correspondiente a Palmera 17.
La decana de los arquitectos se ha mostrado muy crítica con la situación que sufre la Palmera, aunque también tiene sus réplicas en otros puntos de la ciudad, a cuenta de los dos artículos del PGOU que permiten multiplicar el aprovechamiento y la edificabilidad de una parcela cuando se cambia su uso de residencial a dotacional. Esta permisividad del Ayuntamiento estaría generando una tremenda especulación, según ha expuesto: "El PGOU permitía un aumento de edificabilidad por cambio de uso. Por razón de riqueza de uso aparece este figura que era una una oportunidad para un tejido más complejo y ha resultado ser una amenaza por su nivel de especulación".
Murillo ha explicado cómo la trama urbanística y el paisaje quedan rotos gracias al aumento de edificabilidad permitido. "El proyecto de Talavara para la Palmera era de un gran valor para toda la ciudad. Un eje verde que surge paralelo a la antigua calzada romana. Las condiciones de uso particulares de cada zona deben prevalecer sobre estos dos artículos que fomentan un sistema de especulación feroz", ha insistido.
La representante de los arquitectos sevillanos ha alertado que este uso terciario es compatible con el hotelero, incluso con el residencial en un futuro, por lo que estas grandes moles podrían acabar reconvertidas en bloques de viviendas: "Estás permitiendo cambiar el planeamiento urbanístico aprobado por la puerta de atrás. Los fondos extranjeros vienen aquí a especular con el patrimonio de todos los sevillanos. No hay tanta demanda de estudiantes como plazas se están ofertando".
Tras aprobar el Pleno municipal la suspensión de estos dos artículos el pasado mes de julio -curiosamente el mismo día que le daba licencia a la residencia de Palmera 38- el Colegio de Arquitectos presentó un escrito a la Gerencia de Urbanismo con los cambios que consideraba que debían introducirse. De momento, como el resto de particulares e instituciones que han hecho lo propio, sólo han recibido la callada por respuesta.
Entre esas alegaciones, el Colegio de Arquitectos ha pedido una protección completa para la Palmera, no sólo para un de sus aceras; que se incorpore la masa arbórea como una parte de la trama y como prolongación del propio Parque de María Luisa; y que prevalezcan las condiciones particulares de uso de cada zona de la ciudad. "En el caso de la Palmera permitiría aumentar la edificabilidad por dos o por tres, pero no por ocho. Así conseguimos que la ciudad siga estando viva y que se puedan hacer reformas u obras nuevas pero sin afectar a la estructura de la ciudad", ha abundado la decana.
Además, Murillo ha denunciado cómo se están construyendo los edificios, mediante piezas prefabricadas para ganar tiempo y agilizar las aperturas: "Es que es un negocio redondo para la fondos extranjeros porque ofrece una rentabilidad altísima. ¿Qué manera de hacer ciudad es esa?".
En la mesa redonda celebrada en la Academia de Buenas letras ha participado también el abogado Ángel Cabral, experto en urbanismo, quién puso en tela de juicio las licencias otorgadas por la Gerencia de Urbanismo: "Se permite la especulación por la puerta de atrás, algo que no permite la Constitución. EL PGOU no puede contradecir la Constitución".
El abogado ha denunciado el proceso de "terciarización" que sufre la Palmera y que está acabando con su imagen, según él incumpliéndose el ordenamiento jurídico: "¿Cómo puedo implantar un sistema general en una parcelita? Por uso compatible se pasa de 2.000 m2 de techo a 14.000 m2. Eso son 120 viviendas. Se está desnaturalizando el modelo de ciudad".
Cabral ha considerado que el Ayuntamiento ha creado el caldo de cultivo necesario para que lleguen los fondos: "Invierten porque se está fomentando la especulación. La licencia debe responder a un carácter reglado de lo que dice el ordenamiento jurídico en su totalidad. No sólo de lo que recoge el PGOU que de oficio se tendría que haber revisado. Para mí las licencias no son acordes a ese ordenamiento jurídico".
En este sentido, ha indicado que le pidieron a la Gerencia de Urbanismo que hiciera un estudio de este sector protegido del conjuntos histórico, el número 25, para ver lo que se aprobó en 2004 y el uso global actual: "Por la vía del uso compatible se está cambiando la Palmera sin remisión".
Los particulares afectados por estas nuevas construcciones están estudiando si solicitan una revisión de oficio de las licencias otorgadas. Cabral advierte: "¿Queremos que la Palmera sea una ciudad jardín o esto? ¿Algo que se ha ejecutado se puede derribar? Ahí está lo que pasó con la biblioteca del Prado. Los afectados están estudiando si se meten en esta vía".
El derribo del chalet que ocupaba el número 38 de la Palmera se consumó haces apenas unos días tras la concesión de la licencia sobre la bocina. Según los ponentes, el Ayuntamiento debe sopesar seriamente si retira la licencia ahora pagando una indemnización o si lo hace más adelante. Así lo ha estimado el abogado Ángel Cabral: "Debe decidir si le compensa pagar ahora o hacerlo luego. Tiene que mirar hacia atrás y hacer una revisión de oficio de todas las licencias. Y en el caso de Palmera 38 debería tener el valor de retirarla. Yo creo que los permisos no se han adecuado al ordenamiento jurídico. Es una carrera de fondo que los afectados están dispuestos a correr".
Desde Adepa, entidad que ha organizado la mesa redonda, han pedido al Ayuntamiento que incluya la acera oeste de la Palmera en el catálogo de protección. Además, van a revisar las licencias de Palmera 38 y 17, y denunciarlas en su caso, porque consideran que va contra la Ley de Patrimonio.
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