Arqueología industrial, aires de Previsión
metrópolis | Avenida de Miraflores
Trazado. Desde la Ronda de Capuchinos, que mandó sus murillos al Museo, esta avenida con nombres de fábricas señeras llega hasta las avenidas de Llanes y Pino Montano, atravesada por un autobús que llega hasta el antiguo psiquiátrico
Al conductor de la línea 12 de Tussam le sorprende que el viajero le pregunte el año de nacimiento cuando llega a su destino en Pino Montano, donde son paralelas las calles Conductores, Charolistas y Campaneros. Nació en 1983. Tenía quince años aquel último día del año 1998 que fue el último día en la vida de cuatro personas que esperaban el autobús en la Avenida de Miraflores esquina con Ronda de Capuchinos, junto al solar del Bazar España, y una joven que pasaba por allí. Llovía, eran las cuatro menos veinte de la tarde y terminaba un año que como éste, dos décadas después, hubo Mundial de Fútbol y Bienal de Flamenco.
Cuando se va acercando diciembre, siempre hay alguien que deja una corona de flores junto al solar que a mediados de los noventa compró la inmobiliaria Osuna para una promoción de 142 viviendas. Esta tarde de abril, un grupo de personas esperan el autobús en la parada donde rinden el 1, el 11, el 12 y el 16. La Avenida se abre con un Burger King en los impares y una clínica odentológica, doctores Galán y Peláez, en los pares. Hace esquina con la Ronda de Capuchinos que mandó una embajada de cuadros de Murillo al Museo de Bellas Artes. Hay un panel de la Bienal con la rúbrica de Pedro G. Romero, que hace un collage de Bécquer y Caracafé.
Las arquitecturas de los pares y los impares son completamente diferentes. La María era el nombre de una Fábrica de Tejidos Mecánicos de Lázaro Sánchez e Hijos que acoge una de las nuevas promociones de viviendas. Todos los jueves abre el local de Hermandades del Trabajo. ¡Qué bien! ¡Hemos vuelto! El cuatro del cuatro, albricias de abril, abrió sus puertas el supermercado Aldi, de la cadena comercial alemana.
De fábrica a fábrica. En los pares, se asoma imponente la torre de la Fábrica La Trinidad, El Cristal de Sevilla. Una revolución industrial que se ha incorporado a las nuevas Edades del Hombre de un Atapuerca de resquicios. El bar Casa Pepe es de 1951 y está en el inmueble que fue Fábrica de Sedas de Santiago Pérez. Los más antiguos del lugar debieron conocer el fervor de las fábricas.
En la Avenida de Miraflores se da una curiosa mezcla de arqueología industrial, coraza de modernas edificaciones, y el guión de un proteccionismo social que está presente en el callejero. Una de las perpendiculares a la populosa Avenida Miraflores se llama General Marva. El paseante conoce su identidad. "Militar prestigioso, hombre de ciencicas y gran sociólgo, fue designado presidente del Instituto Nacional de Previsión, en donde al cabo de una gloriosa vida, aún representa la encarnación venerable de las más altas virtudes sociales".
Los pisos que debieron pertenecer a este Instituto Nacional de Previsión responden a una arquitectura homogénea; nada que ver con las viviendas del otro lado de la calle, que se abren a la plaza Párroco D. Manuel Camacho, que ocupó el antiguo nombre de plaza Beethoven, que ahora da nombre a una de las dos calles que delimitan la sacerdotal plaza. Hay un buzón de Correos en el inicio de la avenida y el 12 en su recorrido pasará por el barrio de los Carteros.
Los jueves, viernes y sábados hay música en directo en el Café Tarifa, que regentan dos socios, Sergio y su tío José. Sergio nació en 1983, el mismo año que el conductor de Tussam, la expropiación de Rumasa y el 12-1 a Malta. "Le pusimos Tarifa porque nos gusta mucho la playa y el viento", dice el sobrino, responsable de la colorida decoración. Hay carteles de Camarón y de David Bowie, profetas laicos. De Nina Hagen y de la película Pulp Fiction. Un camarero lleva una camiseta de Jack Daniels. Suena Sade y por la pantalla, sin voz -como un guiño a la calle Beethoven- canta silencios Pablo Alborán. Allí empieza la calle Previsión en esta Avenida con enjundia y bibliografía. Un rótulo explica las ventajas del Seguro de Maternidad. "Se ha dicho que el porvenir es de los pueblos que cuidan las fuentes de la vida. Este seguro establece la protección obligatoria a las obreras madres: asistencia sanitaria completa, premios de lactancia, indemnización por reposo, obras médico-sociales complementarias".
Muy cerca, la Parroquia La Sagrada Familia, que acoge a los vecinos de la barriada Huerta de Hierro, así reza otro de los carteles del café Tarifa Lounge, que tiene una tabla de windsurf encima del mostrador. La parroqua la fundó el cura que rotula la plaza. Junto a ella, el colegio Sagrado Corazón al que van Cayetano y Alfonso, los nietos del pintor Juan Valdés. En Miraflores 63 hay una tienda de síntesis, Té y Libros. En el escaparate, obras de Ken Follett y Salman Rushdie. Más benefactores con sus calles correspondientes.
José Maluquer fundó la Caja de Ahorros y Pensiones para la Vejez de Barcelona, "institución que constituye un orgullo legítimo para España". Una grandiosa obra social, añade el rótulo, "debida al trabajo ya la inteligencia de este catalán ilustre". La siguiente es la calle Manuel Ródenas. "Jurista y sociólogo, destacadísimo miembro de la Academia de Jurisprudencia y Legislación, aplicó con inusitado tacto y sabiduría de hombre prudente sus preclaras dotes intelectuales, poniéndolas al servicio de la Obras Nacional de Previsión". Añade la información que fue el primer Inspector General de Seguros Sociales Obligatorios.
La calle Alhelí podría estar en Cádiz o en La Habana. Humildad, armonía y proporción. Dice un vecino que allí mismo empieza la barriada Pío XII. Lo confirma el cine que debió existir enfrente, aunque sólo permanece el nombre del bar Cine Pío XII. Arqueología del celuloide. La película de la primavera sevillana se quedó sin cines de verano. Junto a este bar, la tienda de recambios Autocentros León XIII, que en esta calle parece haberse equivocado de Concilio.
Miraflores es también un barrio de Málaga y un distrito de Lima. La avenida acaba en la calle Margarita, con dos brazos que se abren a la avenida Pino Montano y a la barriada de Begoña. La remata el edificio más alto de toda la calle. Quince plantas. En los bajos comerciales, frente al edificio Pacheco, la Ferretería El Bombín, una peluquería y el supermercado Xi Chan. El Viernes de Dolores salió en procesión la hermandad Lágrimas de Pío XII, con acompañamiento musical de la banda de cornetas y tambores Cristo del Amor de Guadalcanal.
Alfa y omega. La vida, como la Champions, es un partido de ida y vuelta. Los que van y los que vienen. Del mismo bloque de pisos de la Previsión salen dos unidades familiares bien diferentes. Orto y ocaso. Una la forma un joven matrimonio con un bebé en el carrito. "Estamos aquí de alquiler. Estos pisos, por lo que tengo entendido, los hicieron hace unos setenta años". En plena posguerra. El otro grupo camina con más lentidud. Una anciana va cogida del brazo de su hijo. "Nos vinimos de Almadén de la Plata en 1964", dice el vástago. La casualidad quiso que ese pueblo de nombre argentífero rotule una calle que une la Avenida de Miraflores con Carretera de Carmona.
La línea 12 de Tussam tiene cuatro paradas en la Avenida Miraflores: San Juan Bosco, Retiro Obrero (el barrio donde se crió el pintor Paco Cuadrado), Santa María de Ordás y la Avenida de Llanes. El Seguro Obligatorio del Retiro Obrero, al que debe su nombre ese barrio, fue creado en 1919, uno de los primeros organismos del Instituto Nacional de Previsión creado por Antonio Maura en 1908. Después, en años de la dictadura de Primo de Rivera, la República y la posguerra, vendrían el Subsidio de Maternidad (1923), el Seguro Obligatorio de Maternidad (1929), la Ley de Accidentes de Trabajo en la Industria (1932) o el Seguro Obligatorio de Enfermedad (1942). El legado de Marva, Maluquer y Ródenas, los próceres del callejero que desemboca en Miraflores.
La línea 12 atraviesa entera la Avenida con ese nombre y llega hasta las mismas entrañas del Parque Miraflores, una de las grandes conquistas de la Sevilla Verde. El Hospital Psiquiátrico con ese nombre está cerrado a cal y canto. A su lado, pasa gente haciendo footing y que pasea a sus perros. Fue escenario crepuscular de un festival llamado Salta la Tapia en el que participaron Raimundo Amador y Kiko Veneno. En aquel sueño antipsiquiátrico, ya nadie vuela sobre el nido del cuco. Sólo hay mirlos curiosos.
En los resúmenes de aquel 1998 en el que se cerraba el centenario de la pérdida de las colonias no dio tiempo a registrar la pérdida de cinco vidas humanas en este Gólgota de la avenida. María Pruaño tenía 55 años. Tomás Carroza, 52. Encarnación Ramírez, 39. Su cádaver fue reconocido fortuitamente por su esposo, que formaba parte del retén de bomberos movilizado para actuar en el siniestro. Irene Moreno tenía 22 años y Ana María Barroso 17. En cinco hogares sevillanos aquella Nochevieja fue la Otumba más triste y dos décadas después la esquina todavía sabe a duelo y responso.
La Taurina, una cantera de la Maestranza
Fábrica de la vida. La Avenida de Miraflores fue capaz de reinventarse tras un pasado pleno de fábricas e instalaciones industriales que todavía se aprecian en la nomenclatura de lalgunos edificios y en el trazo de sus fachadas. Fue en tiempos un bulevar del ocio y la industria. Uno de los principales referentes, que data de comienzos del siglo XX, fue una plaza de toros en la que se celebraban novilladas y sueltas de vaquillas. El coso, que recibió el nombre de La Taurina, estaba en la zon a de la Avenida más próxima a la Ronda de Capuchinos y la calle San Juan Bosco. La Taurina era también el nombre de una célebre venta de la época. Cuando no había novilladas en el coso de Miraflores, era escenario de una escuela de tauromaquia. El nombre no necesita explicación. Muy cerca de la Avenida, en la propia ronda y junto a la muralla de la Macarena, hay sendos viveros. Al final de la avenida se ven las 'flores' de Miraflores. El campo cuando los autobuses traviesan el nudo gordiano de la SE-30. Campo que estalla casi en paraíso en el Parque Miraflores. Las instalaciones deportivas junto a la avenida Pino Montano están en plena efervescencia con decenas de practicantes de diferentes actividades deportivas. Miraflores es uno de los ejes en la rueda que une el centro y la periferia.
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