El Arenal sí es lugar para fumadores
Ocio Las consecuencias de la ley del tabaco
Abre en la calle Arfe uno de los primeros clubes de Sevilla en los que se puede disfrutar del tabaco sin las restricciones de la ley
Desde que el pasado 2 de enero el Gobierno prohibió fumar en los bares y restaurantes, para alivio de unos y enfado de otros, muchos fumadores se han visto abocados a tener que salir de los establecimientos si querían disfrutar de un pitillo. Desde entonces, por la entrada en vigor de ley, se han multiplicado las solicitudes para crear clubes de fumadores. No son pocas las exigencias que debe reunir una asociación (privada) de este tipo para que se le permita su constitución. Hace menos de un mes, en la calle Arfe, uno de los epicentros de la movida sevillana, ha abierto uno de estos locales, para delicia y disfrute de los amantes de la nicotina.
La estética de Smoking Room Club se asemeja mucho a la de los clásicos clubes ingleses. Toldos verdes en su exterior y madera y moqueta en su interior. Las gestiones y el papeleo para lograr constituir la asociación comenzó hace bastantes meses, como explica su presidenta, Carmen Jiménez: "La idea surgió entre unos cuantos amigos fumadores. Veíamos que en esta zona, por la gran cantidad de bares que hay, salía mucha gente a fumar a la calle. El camino que hemos tenido que recorrer hasta poder abrir no ha sido fácil por la exigente normativa que hay que cumplir".
El club cuenta con unos estatutos en los que se recoge toda la normativa o cómo hay que hacerse socio y, entre otras cuestiones, se alude al decoro y saber estar que se exige a todas las personas que quieran formar parte de la asociación: "Al ser privado existe el derecho de admisión. Los socios están aquí como en el salón de su casa. Pueden ver todos los partidos de fútbol, jugar a las cartas, al parchís... y lo más importante, pueden fumar sin pasar frío o sin mojarse si estuviera lloviendo". Para entrar a formar parte es necesario ir acompañado por dos personas que ya sean socias. "Sobre la marcha se firman unos papeles en los que se especifica que aceptas todo lo que se recoge en los estatutos de la asociación y a los pocos días puedes recoger el carné que te acredita como miembro para poder entrar". De momento, la junta directiva no tiene pensado cobrar una cuota a las personas que se quieran inscribir".
Pero que nadie se engañe. Smoking Room Club no es un bar. No hay barra ni se dispensa comida o bebida. La ley no lo permite, ya que este tipo de locales carecen de ánimo de lucro. Esto no quita que los socios puedan llevarse de casa o de bares cercanos lo que estimen oportuno para disfrutar de un rato de ocio en compañía de los amigos. "Cada socio es responsable de traer lo que vaya a consumir".
A pesar de que todavía no se ha cumplido un mes desde su apertura, aún le están dando los últimos retoques, el club está teniendo muy buena acogida entre el público del Arenal. Muchas personas han cursado la solicitud para poder formar parte de esta asociación de fumadores y cada día un buen número de amigos se reúnen en sus instalaciones para tomar un aperitivo, disfrutar de una copa, ver el partido de fútbol de su equipo favorito, o simplemente charlar en buena compañía: "Entre semana son muchos los que vienen asiduamente y los fines de semana por las noches nos reunimos muchos. Está muy bien".
Smoking Room Club, en la calle Arfe, es un lugar en el que los fumadores son los que mandan.
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