El Área Sur forma a los mejores residentes de Familia de Sevilla

Cristina Fruto Ferrer obtiene el Mejor Expediente que otorga la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar de la provincia y, junto con Gonzalo Sánchez Garrido, logran el premio al Mejor Trabajo Fin de Residencia

El Hospital de Valme consolida su prestigio docente en la última convocatoria MIR

Premiados seis residentes de Medicina Familiar en el Área Sanitaria Sur de Sevilla

De derecha a izquierda, la doctora Mariví Rodríguez, el tutor Francisco José Santos, los dos residentes premiados, Cristina Fruto y Gonzalo Sánchez, y la tutora Carmen Ríos.
De derecha a izquierda, la doctora Mariví Rodríguez, el tutor Francisco José Santos, los dos residentes premiados, Cristina Fruto y Gonzalo Sánchez, y la tutora Carmen Ríos. / M. G.

Dos enfermeros internos residentes (EIR) del Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla se han alzado con los principales premios que cada año otorga la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de Sevilla para reconocer a los mejores de la provincia al término de cada promoción. Se trata de los galardones al Mejor Expediente y al Mejor Trabajo Fin de Residencia.

Cristina Fruto Ferrer se graduó en Enfermería por la Unidad Docente del Hospital Universitario de Valme de Sevilla y acaba de finalizar la especialización en Enfermería Familiar y Comunitaria en el Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla, la cual ha llevado a cabo en el centro de salud de Alcalá de Guadaíra Don Paulino García Donas. Su trayectoria a lo largo de los dos últimos años como residente de enfermería ha sido refrendada con el premio al Mejor Expediente.

Destaca de su formación, "además de los enormes conocimientos adquiridos y habilidades técnicas durante mis rotaciones por distintos servicios, sesiones clínicas, asistencia a jornadas y congresos; los cursos realizados enfocados al ámbito de la atención primaria, permitiendo actualizarme, desarrollarlo en mi práctica profesional y, posteriormente, realizar formación inversa; es decir, formando a profesionales mediante cursos y talleres". Es el caso de su profundización en Cirugía Menor, aprovechando que su tutor, Francisco José Santos, es referente de los programas de cirugía menor e infiltraciones.

Por su parte, Gonzalo Sánchez Garrido también se graduó en Enfermería por la Unidad Docente del Hospital Universitario de Valme de Sevilla e igualmente ha finalizado la especialización en Enfermería Familiar y Comunitaria en el Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla, habiéndola realizado en el centro de salud Nuestra Señora de las Nieves de la localidad de Los Palacios bajo la tutoría de Carmen Ríos. Sus grandes capacidades le han supuesto recientemente un galardón en el XV Congreso Internacional ASANEC (Asociación Andaluza de Enfermería Familiar y Comunitaria). Junto a compañeros del Distrito Sevilla Norte-Aljarafe obtuvo el Primer Premio por un trabajo sobre intervención en obesidad infantil.

Cristina y Gonzalo han desarrollado conjuntamente un estudio para el Trabajo Fin de Residencia centrado en una situación frecuente instalada en la sociedad actual, como es la soledad no deseada: Situación de aislamiento social en la población de 65 años y más en el ámbito comunitario de Alcalá de Guadaíra. La calidad científica, interés temático y repercusiones sociosanitarias implícitas en el mismo ha llevado a que ambos hayan sido reconocidos con el Premio al Mejor Trabajo Fin de Residencia de Enfermería de la provincia de Sevilla concedido por la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria.

Los autores, cuyo trabajo ha sido tutorizado por Cristina Márquez (presidenta de la Subcomisión de Enfermería de la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria), parten de la base de que la mayoría de los casos de soledad no deseada resulta difícil de identificar y acceder a ella. Pero, insisten en que, sin embargo, es causa y efecto en numerosas ocasiones de la morbimortalidad asociada a la condición de personas, limitando sus opciones y el acceso a recursos. Subrayan la dureza de los afectados y su afán por potenciar apoyo: "se ha convertido en una realidad devastadora, una situación impuesta, frente a la que se debe proporcionar herramientas y soporte para combatirla".

Definen el perfil de paciente del siguiente modo: suele ser de sexo femenino, edad avanzada (media de 75 años), viuda y vive sola. Al respecto, proponen la posibilidad de establecer medidas para identificar el riesgo social y la presencia o no de soledad no deseada para profundizar en ello.

Durante la realización de este trabajo, estos residentes de enfermería han evidenciado la deficiencia de unos registros adecuados en los exámenes de salud a personas de 65 años y más, enmarcándolo en la inexistencia de un consenso en el abordaje de este problemática desde los centros de salud por la complejidad y necesidad de coordinación con otros organismos. De ahí que propongan la inclusión de escalas de valoración de riesgo social en las valoraciones de carácter anual de esta población con el objetivo de detectar este tipo de situaciones, identificando a las posibles personas de riesgo y posibilitar actuaciones e intervenciones futuras.

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